Era algo sorprendente el ver como en la mesa el silencio reinaba, no esperaba que se encontraran en tal mal condición como para no hablar. Decidí apiadarme de ellos, me levanté de la mesa y fui a la habitación en donde estaba mi maleta. Tome una caja de medicamentos y regrese hasta donde estaban ellos.
- Se sentirán mejor después de que tomen esto. - Repartí las pastillas y sin dudarlo todos se las tomaron.
- Creo que me excedí. - Isabella suspiró mientras sujetaba su frente.
- No volveré a beber con ustedes. - Mateo se quejó mientras continuaba comiendo.
- Siempre dices eso. - Ashley le dio un sorbo a su té y se burlo.
- No comiencen a pelear. - Alex se interpuso entre ambos antes de que alzaran la voz y la jaqueca de todos empeorara.
- ¿Recuerdan lo que pasó ayer? - Miré a mi amiga y a Joseph que pararon de comer.
- Parece que sí. - Louis los molestó al ver que sus orejas se sonrojaban.
- ¡Eso fue sorprendente! Debieron de haberse gustado por mucho tiempo, en cuanto Ashley se confesó fue correspondida. - Los ojos de Tom se iluminaron con cierta emoción.
- Al menos debiste haberme dicho que te gustaba Joseph. Pudieron haber salido desde antes. A mi hermano le gustabas desde hace un tiempo. - Isabella terminó por mostrar la antigüedad de los sentimientos de su hermano.
- Si Sebastián estuviera aquí confirmaría lo que estoy diciendo. -
- Isabella. - Murmuró Joseph tratando de que guardara silencio.
- Creo que se enamoro a primera vista, en cuanto la vio me dijo que los presentará, pero en ese entonces yo tampoco sabía quien era. - Me sorprendí al oír que Louis se unía a molestar a su hermano.
- Pero si tu no eres distinto a mi. En ese entonces no estabas sufriendo por un amor unilateral. Todavía recuerdo que esa noche estabas tan molesto porque - Joseph se detuvo al sentir una mirada intimidante.
- ¿Tuviste un amor unilateral? - Preguntó Tom mirando con curiosidad a Louis que al sentir que yo lo miraba se puso nervioso.
- ¿Es así? ¿Por qué no nos cuentas? - Intenté sonar tranquila y sonreír pero lo que en verdad quería saber era de quien se trataba. "¿Quién fue esa mujer que lo hizo sentir así?"
- No tiene importancia. - Louis respondió nervioso mientras comía algo de fruta.
- ¿Entonces es su primer día? - Isabella desvió el tema al ver que su hermano mayor estaba pasando un momento difícil.
- No te será tan sencillo. Ashley es la adoración de su papá, en cuanto te conozca querrá deshacerse de ti. - Alex intimidó a Joseph quien palideció al oír tal cosa.
- Eso no es verdad. No asustes a Joseph. - Lo regañé y mi amigo se encogió en su lugar.
- Mis tíos son bastante amigables. Al principio ellos tienden a vigilar pero no harán nada que haga enojar a Ash. - Piqué un poco de comida.
- Su mamá es bastante agradable. - Louis sonrió, a mi mente llegó el momento en el que por accidente termino conociendo a mi familia.
- Su padre es algo intimidante pero es porque tiene algo valioso que cuidar. -
- Aún así me encargaré de demostrar mi sinceridad. - Joseph parecía algo temeroso pero confiable.
- No te preocupes, mis padres no te harán nada. - Ash sonrió pero parecía algo triste.
- Voy a tomar algo de aire. - Se levantó y salió de la cabaña.
- Sasha. - Mateo me miró algo preocupado. Parece que no era la única que se había dado cuenta.
- Parece que ella esta algo sorprendida por el tema. - Murmuró Joseph desanimado.
- No es eso. - Suspiré mientras me ponía de pie.
- Ella necesita sincerarse contigo. No se que tanto se me esta permitido hablar sobre ese tema, pero solo puedo decir que el culpable de las inseguridades que se le crearon a ella es por un maldito idio... - Me detuve tratando de reprimir la ira que sentía al recordar a Christian.
- Es la primera vez que escucho que maldices a alguien con tanto odio. - Alex estaba casi tan sorprendido como los demás.
- Es que en serio era desagradable ese bastar... - Tosí para evitar que la ira de Mateo surgiera.
- En fin, esto es algo que deben hablar ustedes. Ven. - Le indique que me siguiera hasta mi habitación.
Joseph era bastante obediente e inmediatamente me siguió. Le indique que se sentará mientras que yo me ponía de cuclillas para buscar algo en mi maleta.
- Creo que eres un buen chico. Sin embargo hay rumores que te involucran. - Me levante cargando una pequeña bolsa de tela y sentándome a su lado.
- Es cierto que antes salía a fiestas y me veía con algunas chicas. Pero no soy mujeriego, es que me gusta divertirme con mis amigos. Ashley me gusta, no la veo como algo pasajero. - Joseph confesó todo sin necesidad de presionarlo.
- Lo sé, pero lo que me preocupa no eres tú, es Ashley. Temo que no pueda abrir de nuevo su corazón de manera correcta y que eso sea un impedimento para los dos. - Le di la bolsa y él la tomó algo confundido.
- Dentro están algunos de sus chocolates favoritos. Siempre los come cuando no se siente bien. Si necesitas algo puedes venir a mí, te ayudaré. -
- Cuñada. - Me miró con ojos llorosos como si fuera una especie de santo.
- Cuídala bien. También te ayudaré con mis tíos, puede que estén un poco más a la defensiva tomando en cuenta tus antecedentes. Pero creo que Louis e Isabella son un buen respaldo dado a que mis tíos ya los conocen. No se si te contará de inmediato acerca de ese bastar... - Tosí tratando de guardar la compostura.
- Lo que quiero decir es que espero y comprendas por lo que ella pasó. Será mejor que te portes bien de ahora en adelante. A nuestra Ash también le gusta salir a fiestas. -
- Lo haré bien. - Sonrió mientras salía de la habitación en búsqueda de ella.
Regresé al comedor en donde los demás seguían sentados. Miré por la ventana y pude ver que Joseph caminaba al lado de Ash quien comía diligentemente una porción de chocolate.
- Debiste haberle dicho que no le diera todos, Ash tendrá indigestión. - Mateo comenzó a recoger la mesa con la ayuda de los chicos.
Miré a Isabella que parecía un poco frustrada al no saber que pasaba con la situación.
- Esperemos a que ella lo diga. - Acaricié su cabello y ella sonrió mientras asentía.
- Pero cuando te enteres no te enojes mucho. - Alex parecía molesto, lavaba los platos con furia.
- ¿Es algo muy difícil de contar? - Tom dejó de limpiar la mesa mientras nos veía.
- No lo creo. Me parece que para Ash no es difícil decirlo, pero si es algo delicado que no se puede hablar tan a la ligera. - Mateo continuó ordenando la mesa.
- No te preocupes mucho, ella es más fuerte y valiente que todos juntos. - Me miró intuyendo mis preocupaciones.
- Cierto. Yo tendría más miedo de Ashley que de sus padres. - Dijo Louis haciendo que todos en la cocina asintiéramos de acuerdo.
- Tienen razón, mi Ash es sorprendente. - Sonreí volteando a ver a mis amigos.
- Por cierto, cuándo piensan pagarme? - Alex y Mateo se congelaron pero no tardaron mucho en acercarse a mi mientras abrían sus billeteras.