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Chapter 247 - Día 2: Fogata Parte II

Me dirigí a mi habitación y me cambie de ropa en lo que los chicos hacían la fogata y las chicas se secaban y cambiaban los trajes de baño por algo más cómodo.

- ¿En que les ayudo? - Pregunté una vez que estuve lista.

- Ya no falta nada, siéntate. - Joseph dio un par de golpecitos en una almohada que estaba al lado de Louis que asaba un bombón.

- Gracias. - Con mi corazón algo acelerado me senté al lado de mi novio.

- Come. - Louis sopló el fuego del bombón y me lo dio junto con la brocheta.

-Hace frío. No debes enfermarte. - Tomó una manta que estaba a su lado y me abrigó como si fuera una oruga.

- En serio que no se que hago aquí. - Ashley nos miró y se recargó en el hombro de Isabella que comía diligentemente un par de frituras.

- Al fin podemos sentarnos. - Suspiró aliviado Alex.

- Siéntate ahí. - Ashley le dio instrucciones a Isabella que corrió hasta el otro extremo para sentarse.

- Ven acá. - Isabella miro a Mateo e hizo que se sentará a su lado. Tom se sentó del otro lado de mi ella y comenzó a comer de su bolsa de frituras.

- Alex, aquí. - Ashley parecía un perro pequeño que veía a su dueño.

- Tu también. - Miró a Joseph y cada uno se sentó a su lado.

Ambas se encargaron de repartir latas de cerveza a todos, cuando se percataban de que alguien ya había terminado le daban más. De manera inocente todos sucumbimos ante sus engaños, pero desafortunadamente ellas también.

- Mírame. - Alex tomó la cara de mi amiga entre sus manos para verla fijamente.

- ¿Cuánto has bebido? - Me volteo a ver y yo mostré los cinco dedos de mi mano.

- Por eso es que está más habladora de lo normal. - Mateo rio pero cuando mi amiga lo vio se calló.

- No estamos borrachas. - Ashley hizo un puchero.

- Cierto. - Isabella reía mientras alimentaba a Tom con frituras.

- No comas todo lo que te de, te dolerá el estomago después. - Me incliné hacia Tom y limpie con mi mano su boca que estaba llena de polvo de las frituras.

- Por ahora estoy bien. - Tom sonrió y yo hice lo mismo mientras acariciaba su cabello.

- Deja a mi chico. - Isabella abrazo el brazo de Tom quien solo rio.

- Oye, déjalo. Tiene pareja. - Ash casi se levanta pero Alex y Joseph la hicieron que se sentara de nuevo.

- Es como un hermanito pequeño. Da mucha ternura. - Isabella lo abrazó por el cuello y lo acarició como si fuese un niño pequeño.

- Yo también lo quiero. - Ash hizo un puchero y sus ojos estaban llenándose de lagrimas.

- Ven para acá. Suéltalo. - Mateo la separo de Tommy y le dio un bombón para distraerla.

- Tom es mío. Consíganse al suyo. - Le hice una seña para que se sentara a mi lado y comencé a mimarlo.

- Basta, va a llorar. - Joseph dijo mordiéndose el labio para no reír.

- No es cierto. - Respondí después de ver a las chicas que se encontraban bien.

- Sasha. - Tosió Mateo señalando al hombre que estaba a mi lado.

Giré y lo que encontré fue a Louis mirándome con recelo. Mantuvo mi mirada para después girar su cabeza y beber de su cerveza.

- Oh, vamos. - Sonreí y tomé su brazo.

- No te enojes. Ahora voy a mimarte a ti. -

- No aguanto más ver esto. - Dijo Ash para después beber de un solo trago su cerveza.

- Mañana te dolerá la cabeza. - Alex se sorprendió e intentó calmarla pero fue inútil.

- ¡Joseph! - Gritó mi amiga y giró a verlo. El pequeño Truswell dio un ligero salto y la miró.

- ¡Tengamos una cita! - Joseph se quedó perplejo al igual que los demás que estábamos en la fogata.

- Iba a pedirte que salieras conmigo pero estoy un poco mareada. Después de nuestra cita te pediré que salgamos oficialmente. - Ashley lo miró con sinceridad.

- ¿Porqué? - La voz de Joseph tembló mientras el rubor cubría sus mejillas.

- Desde que te vi me gustaste. Eres totalmente lo que busco. Salgamos, casémonos y formemos una familia. ¡Por favor acepta mi corazón! - Tomó la mano de Joseph y se acercó a él.

- No te acerques tanto. - Retrocedió un poco, su rostro se igualaba al color de una manzana roja.

- ¿No quieres? ¿No te gusto? - Ashley estaba a nada de llorar.

- No es eso. - La timidez de Joseph hizo que Louis e Isabella abrieran la boca por completo.

- Se supone que yo soy el que debe pedir que salgas conmigo. - Mi amiga gritó de emoción y se abalanzó sobre él.

- ¡Eres tan lindo! - Ashley besó su mejilla y Alex se apresuró a alejarla de Joseph que podría morir de felicidad.

- Esta es la confesión más rápida que he visto en mi vida. - Tommy rompió el silencio y todos asentimos.

- En mi vida pensé que vería a mi hermano ser tímido. Por lo regular él - Isabella se detuvo cuando Ash la miró con atención. Todos tragamos algo de saliva. La mayoría conocíamos la vida de Joseph gracias a algunas revistas y programas de TV donde se especulaban muchas de sus relaciones amorosas, aunque nunca nada se confirmo.

- Eh. Por lo regular es muy difícil que él se sonroje así. - Rio y bebió su cerveza hasta que se la terminó.

- Ya no bebas. La resaca que tendrás mañana será suficiente como para querer enfrentarte a Ashley. - Mateo quitó la lata vacía de su mano y le dio un bombón asado.

- ¿Esto significa que están saliendo? - Pregunté con una sonrisa mientras de reojo veía a Mateo y a Alex temblar.

- Si, pero mañana se lo propondré yo a ella. - Contestó Joseph desviando la mirada.

- ¡Tan lindo mi bebé! - Ash rodeo su brazo regocijándose de la felicidad.

- Esto sigue desenlazándose de una manera rápida pero sincera. - Tom seguía sorprendido de ver como los dos ya nos demostraban afectos de pareja.

- Eso es genial. ¡Felicidades! - Sonreí mientras veía como Mateo y Alex se agarraban la frente derrotados.

- ¡Ahora tengo otra cuñada! ¡Se los diré a los abuelos! - Isabella se levantó y caminó de manera inestable hacia la puerta de la cabaña.

- Voy a vigilar que no se vaya a pegar. - Mateo suspiró mientras se levantaba y la seguía.

- ¡Déjame hablar con ellos! ¡Tengo que presentarme! - Ashley se levantó mientras tomaba la mano de Joseph.

- Yo voy a dormirme. - Mañana alguien tendrá que manejar, Mateo bebió mucho y no creo que este en condiciones para llevarnos.

- Voy a hacer una llamada. - Tommy se levantó algo tambaleante. Alex suspiró.

- Te dejaré en tu habitación. - Pasó el brazo de Tom sobre su cuello y se marcharon.