Continuó abrazándome por un par de minutos, ambos estábamos en silencio mientras escuchábamos las risas lejanas de los chicos que continuaban divirtiéndose y el mecer de los arboles.
- Siento un peso menos en mi pecho. - Suspiró aliviado, por fin levantó la mirada pero se limitó a observar el lago.
- No podía continuar con eso guardado por más tiempo. Cada vez se me hace más difícil el ver a mi padre y a su esposa. Toda mi vida le he llamado madre a una mujer que ni siquiera me dio a luz. No tuve la oportunidad de que ella me viera crecer adecuadamente, mucho menos de tener recuerdos con la mujer que seguramente me amo aunque le coste la vida. - Su respiración se agitó.
- ¿Cómo sabes todo esto? - Pregunté recostando mi espalda y cabeza en su pecho..
- Me lo dijo Lucy. - Louis continuo rodeándome con uno de sus brazos mientras que el otro acariciaba mi brazo que se encontraba un poco frio.
- Mi madre ansiaba tener otro hijo para que mi hermana mayor jugara con ella y no estuviese tan sola dentro de la mansión. Su sueño era tener una familia grande, pero su cuerpo era muy débil. Durante su primer embarazo tuvo ciertas complicaciones pero al final todo salió bien. Sin embargo le tomó casi diez años el concebirme, su embarazo fue de alto riesgo pero ella siempre se mostro fuerte y feliz de tenerme. Su cuerpo se debilitó después de mi nacimiento. Mi padre se divorció de ella al año de que nací y se caso pocos meses después con la madre de mis hermanos. Ni Luci ni yo sabemos la razón, jamás nos la dijeron. Mi madre, hermana y yo nos mudamos a un pueblo. Vivíamos en una casa pequeña, mi madre no podía trabajar pero nos manteníamos con lo que mi padre nos daba. Una vez, cuando regresamos del parque de diversiones mi madre enfermo y murió a los días. Mi padre se enteró porque el mayordomo le dijo que las personas del pueblo se hicieron cargo de el entierro y que nos habían estado cuidado cerca de tres meses. Mi padre ordeno que fueran por nosotros. Vivimos a la sombra de mi padre, hacíamos caso de todo y nos manteníamos ocupados con los horarios y clases que nos establecía. Mi hermana tenía dieciocho quería irse de la casa y llevarme, pero ahora también estaban Joseph e Isabella que tenían siete y tres años. No podíamos dejarlos solos porque entonces ellos tendrían que pasar por lo que nosotros vivimos. Poco después mi padre tuvo problemas financieros con la empresa, así que trató de establecer un matrimonio arreglado para Lucy con el hijo de un socio. Mi hermana se sentía usada, ella ya tenía problemas de depresión, al final se quitó la vida un par de días antes de la boda. Mi padre estaba en la empresa cuando mi hermana murió pero ni eso lo hizo asistir. El día de su sepulcro mi padre salió a un viaje de negocios y regreso a la mansión hasta que resolvió el problema de la empresa. Ni la muerte de Lucy cambio mi padre, al contrario se volvió más exigente con nosotros tres. Comencé a estudiar y me fui a vivir a otro estado, comencé un negocio con ayuda de mis abuelos maternos. Logré establecer ZYC Company pasados los veinte, al año compre la empresa de mi padre y continúe trabajando hasta que te conocí. - Mostró una leve sonrisa y besó mi frente.
- Gracias Sasha. - Mi corazón se conmovió al ver la sinceridad de aquel hombre que había tenido una vida incluso más dura que la mía.
Mis ojos se nublaron y las lagrimas comenzaron a descender por mi mejillas. Louis se sorprendió e intentó limpiarlas.
- Gracias a ti por mantenerte sano. Por ser un buen hijo y un gran hermano. - Dije arrodillándome mientras miraba su rostro. - Lo has hecho bien Louis. Realmente lo hiciste bien cariño. - Limpié mis lagrimas y le sonreí.
- Me esforcé mucho, fue muy difícil. - El dijo mostrándome por primera vez que tan frágil era. Lo abracé y consolé, sus brazos se aferraron a mi, lo dejé que se tranquilizará.
- ¿Estas mejor? - Peine con cuidado su cabello hacia atrás, tomé su rostro con mis manos y limpie el rastro de sus lagrimas.
- Sigues siendo guapo. - Me quejé, esto era realmente una injusticia. "¿Qué clase de persona luce bien después de haber llorado?"
- ¿Gracias? - Respondió algo dudoso, y con las orejas un poco rojas.
Ambos nos sonreímos, ahora los dos nos conocíamos totalmente. Podíamos saber con claridad las dificultades que habíamos pasado y todas aquellas situaciones que aún nos atormentaban.
- Cielo. - Susurré para llamar su atención, su mirada se fijo en mí de inmediato.
- Si estas pasando por un momento difícil debes decírmelo. Es mejor que los dos compartamos la carga a que tú continúes cargando todo solo. -
- Lo mismo va para ti. - Besó mi mano y yo asentí.
Me senté frente a él, mis manos chocaron con el álbum, la fotografía con mi madre seguía visible.
- ¿Deberíamos volver con los demás? - Lo miré mientras me levantaba.
- Supongo. - Se puso de pie y se sacudió el short.
- ¡PRIMERO! - Gritó Alex caminando con dificultad tras salir del agua.
- Creo que trague mucha agua. - Isabella se quejó mientras que mi amiga y Tom la ayudaban a salir del agua.
- Al fin llegan. - Dije sonriendo. La cueva era pequeña y con ahora éramos bastantes personas por lo que estaba abarrotada.
- Es muy estrecho. - Mateo sacudió su cabello con su mano para quitar el exceso de agua.
- Para nosotros era enorme. - Ashley toco con melancolía una de las paredes.
- ¿Qué tienes ahí? - Tom parecía curioso y los demás al escucharlo giraron.
- Es el álbum que guardamos. Alex era el fotógrafo.
Les mostré una a una la foto. Todos incluido Louis escuchaban con atención cada recuerdo.
- Es asombroso. Siento algo de envidia. - Joseph miro una foto en donde aparecíamos Alex, Ashley y yo tomados de la mano.
- Llevémoslo a casa para mostrárselos a mis tíos. - Sugerí. Ash y Alex mostraron algo de sorpresa en sus rostros al oir el como me refería a sus padres.
- Vamos a verlo con ellos mientras cenamos. - Ashley estaba muy feliz.
- Mi padre estará feliz. - Sonrió Alex.
- ¿Esto era lo que estaban haciendo? - Mateo miró el álbum y lo tomó.
- Si, compartimos recuerdos y secretos. - Mire a Louis esperando a que él confirmara. El acarició mi cabello y sonrió.
- Debí haber traído mi cámara, pero está en mi mochila al lado del lago. - Alex se inclino y recogió la caja de madera.
- Llevaremos esto por la orilla del lago. Me sorprende que siga todo tan bien conservado. - Mateo metió con cuidado el álbum en el baúl y se fueron tal y como había dicho mi amigo.
- Regresemos, debemos aprovechar el sol y hay que preparar una fogata para azar bombones. - Tom estaba entusiasmado.
- ¡El ultimo bebe 5 cervezas! - Ashley tomó la mano de Isabella y de Tom para adentrarse al agua.
Joseph nos miró algo sorprendido por el juego pero casi de inmediato también los siguió.
- No podemos perder, tengo malos hábitos cuando bebo. - Dije tomando la mano de Louis.
- ¿Con quien haz bebido y cómo sabes que son malos? - Me cuestionó pero lo ignore. Nadé tan rápido como pude hacia la orilla mientras él me seguía el paso.