Mis amigas sonrieron llenas de satisfacción al ver que ellos estaban bebiendo, lentamente, pero bebían.
- ¿No quieren? - Extendió una lata Alex hacia ellas.
- En un rato más, queremos ir a nadar primero. - Isabella rechazó la cerveza mientras ayudaba a poner de pie a Ashley.
- ¿No bebes Tom? - Alex apunto hacia el menor de todos.
- No. Nunca lo he intentado. - Tom intentó rechazarlo y pasar desapercibido pero a mi amigo le brillaron los ojos.
- Inténtalo. Bebe de poco a poco, te cuidaremos. - Sonrió tratando de ocultar su malicia.
- Esta bien. Eres mayor de edad. - Dije al ver que Tom buscaba mi aprobación.
- Beberé lentamente. - Tomó la lata con algo de timidez y le dio un sorbo.
Hizo un gesto al sentir como el sabor amargo invadía su paladar. Todos reímos al ver su expresión, pero solo fue cuestión de tiempo para que se acostumbrara.
- Sasha, ¿Vienes? - Isabella ató su cabello en un moño.
- Si. - Si me quedaba sentaba Alex y Joseph me inducirían a beber.
- Aquí vamos de nuevo. - Mateo le dio un trago a su cerveza al ver que Ash nos dejaba ver aquel famoso traje de baño rojo.
Miré de reojo a Joseph y pude ver que se había congelado. No lo culpo, ella se veía fantástica, esa fue mi reacción cuando se lo probó en la tienda.
- Ah. - Suspiró Mateo al ver a el pobre Truswell que no podía creer lo que veía.
- ¿Por eso me dijiste que no fuéramos a nadar a ningún lado con ellas? - Alex nos señalo riendo. Se estaba divirtiendo de la situación.
- Si quieres pasarte todo el tiempo ahuyentando a otros, sal con ellas. -
- Ahora que recuerdo, ¿no me habías contado tu triste historia de tu viaje de universidad a la playa con ellas? -
- No pude ni ir al baño. - Mateo miró el suelo con tristeza. - En verdad sufrí en especial con ella. - Me congele cuando me señalo. - No sabía que era tan popular con los chicos de su carrera. -
Los recuerdos de ese viaje pasaron por mi mente. La alarma sonó en mi cabeza. Tenía que pedir refuerzos así que miré a mi amiga que comprendió todo.
Corrimos hacia Matt, y antes de que continuara lo tomamos de las manos y con todas nuestras fuerzas lo llevamos hasta el lago. Isabella que ya estaba en la orilla sonrió y le arrojó agua. Entonces lo soltamos, corrí mientras me quitaba el Palazzo y lo arrojé para entrar al lago para mojarlo y evitar que regresara.
- Ustedes en serio. - Mateo nos miró limpiando un poco de agua que escurría de su rostro. Nos señalo y sonrió.
Las tres gritamos a coro al ver que venía mientras se quitaba la camisa para tomar venganza. No tuvimos de otra más que adentrarnos en el agua.
- ¡Necesito ayuda! - Gritó Mateo pidiendo refuerzos. A su llamado se unieron Alex y Joseph, sin embargo no pudieron con nosotras y terminaron rindiéndose.
- Juguemos con la pelota. - Ashley le indicó a Tom que se acercara a nosotros.
- Voy por Louis. - Le dije a las chicas que seguían molestando a los demás arrojándoles agua.
Salí con algo de dificultad del agua. Había gastado mucha energía jugando con ellos. Louis me sonreía y saludaba con la mano. Corría hacia él, quien me espero con una toalla para que no pasara frio.
- Ganamos. - Sonreí mientras él me envolvía como un taco.
- Si. Recuérdame no pelear contra las tres. - Acarició mi cabeza mientras sonreía.
- Vamos a nadar. No quiero unirme a eso. - Señale con el rostro aquella batalla campal que se estaba llevando a cabo a unos metros. Aunque se suponía que era un simple juego de pelota, parecía todo lo contrario.
-¡Pégale más fuerte a la pelota! - Isabella gritaba hacia Ashley quien hacia una demostración de su habilidad en el voleibol.
- Yo tampoco quiero unirme. Puede que no salga de ahí. - Bromeo y ambos reímos.
- Déjame mostrarte el lugar en donde jugábamos de niños. - Trate de quitarme la toalla pero no podía. Louis se divirtió pero al final termino liberándome.
- Tenemos que nadar un poco. - Comenté indicando el camino que tomaríamos.
- Esta bien. - Louis se quitó sus tenis y camisa. - ¿Quieres dibujar? - Rio al ver que yo no podía dejar de verlo.
- ¿Puedo? - Respondí tocando con mi mano su torso. Lo mire llena de satisfacción al ver que su sonrisa se borraba de su rostro. - ¿Por qué tan serio? - Tome su mano y lo llevé hacia el lago.
- ¿Van a la guarida? - Gritó Alex mientras intentaba golpear la pelota.
- ¡Si! -
- ¡Genial! ¡En un rato voy! ¡Quiero ver como está! - Mi amigo resbalo y cayó.
- ¡Pon atención o van a perder! - Se burlo Isabella.
Negué con la cabeza y me sumergí en el agua. Louis me seguía en silencio. No tardamos mucho en llegar a una pequeña cueva.
- Aquí veníamos los tres. Jugábamos hasta que venían por nosotros. - Me acerque a una cajita de madera y saque libretas con dibujos de cuando éramos pequeños.
- ¿Eres tu de pequeña? - Louis se acercó al ver una foto mía de cuando tenia cerca de diez años. - Ahora entiendo porque sigues siendo tierna. - Limpio con su palma el de polvo de la foto.
- Alex era nuestro fotógrafo. Siempre que podía llevaba una cámara. - Saque un álbum pequeño del fondo de la caja. Busque un lugar para sentarme, sacudí un poco el suelo para quitar pequeñas piedras. Di un par de golpecitos en el suelo indicándole a Louis que se acercara.
- ¿Hay más? - Los ojos de él se iluminaron y se acerco de prisa. - Quiero ver más fotos tuyas. -
- Veamos que hay aquí. - Comenzamos a ver las fotos mientras que yo le explicaba como y cuando habían sido tomadas.
Louis me escuchaba con atención y hacia uno que otro comentario acerca de lo linda y pequeña que era.
- Ashley era la más alta y Alex el más bajo de estatura. Quien diría que los papeles se invertirían. -
- Joseph era muy bajo de estatura, comenzó a crecer una vez que cumplió dieciséis. - Me explicó y yo pasé la pagina del álbum de fotos que ya casi terminaba.
Mi mano se quedó estática al ver una fotografía de mi madre y mía. Ella me abrazaba por la espalda mientras yo jugaba con un par de muñecos. Ambas estábamos riendo.
- Es mamá. - Sonreí con nostalgia mientras acariciaba con la mano su rostro. Como si pudiera sentir su cabello y su piel.
- Es una muy buena fotografía. - Besó mi mejilla y me abrazó por la espalda. - Siendo sincero, siento algo de envidia. - Confesó mirando hacia el frente.
- ¿De mí? - Giré mi rostro y él asintió. Su abrazó se volvió más fuerte.
- Te conté que yo tenía una hermana mayor, ¿cierto? -
- Si, lo recuerdo. -
- Lucy. Su nombre es Lucy. - Guardó silencio por un tiempo. - Ella es mi hermana mayor. Ella y yo - Se detuvo, creo que era algo difícil para él así que coloque mi en su mejilla.
- Si es difícil puedes decirlo después. - Acaricie su mejilla y él negó.
- Quiero decírtelo. Quiero que por lo menos tu lo sepas. - Beso mi mano. - Ella y yo tenemos una madre distinta a Isabella y Joseph. - Mi mano se congeló en el aire. - Ellos no lo saben. - Escondió su rostro en mi cuello.
"¿Qué se supone que debo decir?" Mi mano que originalmente no podía moverse, cayó en el cabello de Louis, le acaricie.