Los días pasaron rápidamente, probablemente era porque había estado muy ocupada arreglando algunos pendientes. Por fin era viernes, Isabella, Ashley y yo nos pusimos de acuerdo para la visita a la cabaña, al decidir todo solo les avisamos a los chicos para que se prepararan. Terminé de ordenar una maleta pequeña en donde llevaba lo suficiente para el fin de semana. Ashley se había ido desde temprano a su estudio para avanzar con su trabajo, mire el reloj casi eran las nueve de la mañana. Me alisté y tome un bolso pequeño.
- ¿Vas a salir hija?. - Me pregunto el Señor Peter que se ajustaba su corbata frente al espejo de la sala.
- Si, iré a la biblioteca para ver si Tom necesita algo. - Tomé una manzana y la mordí.
- Esta bien hija, ten cuidado. ¿Llevas las llaves? - Me miró de reojo con una sonrisa y yo asentí. - Bien, Alice y yo ya nos vamos. Puede que cuando regresemos ya no las veamos. Cuídense mucho y no dejes que tomen mucho los chicos. Ellos deben cuidarlas a ustedes. -
- No se preocupe, no compramos alcohol.-
- Si necesitan botellas pueden tomar de mi almacén. - Susurró mirando a su alrededor cuidando que no le viera su esposa. - Son jóvenes, pueden beber algo. -
- Lo tendré en cuenta. - Respondí susurrando.
- ¿Qué hacen?.- Apareció la madre de Ash cargando su bolsa.
- Me pregunto si traía llaves.- Levante por instinto mi mano en donde tenia mi bolso. - Ya me voy, quiero ordenar un poco la biblioteca.- Me despedí de ellos con un beso y salí lo más rápido que pude para evitar el interrogatorio de la señora Alice.
Al llegar al semáforo sentí un vacío en mi pecho, instintivamente mire mi mano. La señora Lilly aun no podía salir de casa. Caminé hasta llegar a la entrada y me di cuenta de que aún no estaba abierta la biblioteca. Tomé mis llaves y abrí las puertas, deje mi bolso en el escritorio y encendí la computadora. Fui directamente a la habitación de seguridad en donde estaban las luces, al encenderlas pude ver que Tom estaba durmiendo en la cama.
- Tommy. -Susurre acercándome un poco hacia él.
- Mmm. - Se quejó un poco y se abrigó con las cobijas.
- Tommy despierta.- Volví a susurrar moviéndole un poco.
- ¿Sasha? - Abrió los ojos perezosamente, se sentó y estiró su mano hacia una mesita que estaba al lado para tomar sus gafas, después de ponérselas se paso la mano por el cabello.
- Hola Tommy.- Sonreí tomando asiento en una silla que estaba al lado.
- ¿En serio eres tú?.- Se acercó un poco para verme con más detenimiento.
- Si, lo soy. ¿Qué haces aquí?.- Observe que había una mochila y un par de maletas.
- No es lo que parece. Iba a decírtelo pero ya era casi de madrugada.- Su semblante se veía algo triste.
- ¿Qué pasó? ¿Estas bien? - Pregunté algo alarmada después de ver que su labio estaba herido y que tenia un par de moretones en su brazo.
- No es nada. - Giró su cabeza y se cubrió con la manta.
- Tommy, puedes confiar en mi. ¿Quién te hizo esto? -
- Yo pelee con mis padres y deje la casa. - Susurró manteniendo la cabeza agachada.
- ¿Porque? ¿Ellos fueron los que te lastimaron? - Tom solo asintió y vi como derramaba algunas lagrimas. - Ven Tommy. - Me senté a su lado y lo abrace, deje que llorara en mi hombro hasta que se calmara.
- Lo siento. Lo siento mucho Sasha. -Dijo temblando aferrándose a mi mano.
- ¿Porque? No has hecho nada. - No entendía a que se refería pero él lloro aún más. Estuve abrazándole y dándole palmaditas hasta que se tranquilizo y dejo de llorar. - ¿Estas mejor? .- El movió la cabeza afirmando. - Bien, vamos a curarte.- Me puse de pie y busque la cajita en donde tenia todo tipo de pomadas y medicamentos.
- No es necesario. - Dijo limpiándose con la mano lo que quedaban de sus lagrimas.
- Shhh! - Le indique que guardara silencio. - Acércate.- Me senté en la silla y le aplique una pomada en el labio, aunque era pequeña se veía algo profunda, si no se trataba podría dejar una cicatriz. Tomé su brazo y aplique otra crema, no podía creer que le hicieran esto a Tom, era muy amable y lindo.
- ¡Duele! - Dio un ligero salto cuando la crema entró a un pequeño rasguño.
- ¿Son todos? - Le miré algo preocupada al ver que le costaba mover un poco su espalda.
- Si.- Desvió la mirada y se puso nervioso.
- Tommy.- Estaba muy preocupada, no sabía que tanto daño le habían causado.
- Mi espalda duele un poco... También mi abdomen. - Dijo en voz baja cerrando lo ojos con fuerza.
- ¿Puedo revisarte? Quiero asegurarme de que estas bien. - Él dudo un poco pero accedió. Quito las sabanas y lentamente se quitó la camisa. Mi corazón se encogió al ver moretones y raspaduras por su torso. - Voy a limpiar primero y después aplicare la pomada.- Comencé a curar sus heridas, algunas veces él se quejaba pero no decía nada. Estaba controlándome, me sentía enojada y triste a la vez pero no quería que Tom se sintiera incomodo.
- ¿Ya esta? .- Pregunto algo inquieto.
- Si, ya terminé.-
- Gracias. -
- ¿Quieres contarme que pasó? - Pregunte observándole con atención.
- No sé como decirlo. ¿Qué pasa si tu también te decepcionas de mi? - Sujetó las sabanas con fuerza.
- ¿Robaste un banco? - Pregunte y el negó con la cabeza. - ¿Le hiciste daño a alguien? - El volvió a negarlo. - Entonces no hay porque decepcionarme si no hiciste eso. -
- Mis padres se enteraron de que alguien estaba interesado en mi.- Dijo con nerviosísimo.
- Es normal, eres un chico apuesto y muy lindo. - Respondí con normalidad.
- Alguien les dijo que me habían visto besándome con alguien. -
- Eso también es normal, es parte de crecer. - No entendía porque el porque sus padres se enojarían por eso.
- Era un chico. - Susurró y tomó su mano con fuerza. - Se enteraron de que salgo con un chico. También estas decepcionada de mi, ¿cierto? -
- Cariño, no le veo ningun problema a que salgas con alguien. Eres libre de decidir que te gusta y que te hace feliz. No estoy decepcionada de ti, sino de tus padres por hacerte daño. Estoy a tu lado, puedes verme como tu jefa o amiga. -
- ¿Puedo verte como mi familia? - Su voz se quebró y me miró algo expectante.
- Claro que sí Tommy. - Acaricie su cabello con delicadeza.
- ¿Entonces puedo quedarme aquí? Puedes descontarme de mi sueldo, puedo limpiar y cuidar diario de la biblioteca. No te daré problemas, lo juro. -
- No, Tommy.- Su cara palideció.
- No puedo regresar con mis padres.- Sujeto mi mano con fuerza.
- Nunca dije que regresaras con ello. Solo dije que no te dejaría que te quedaras aquí. Puedes quedarte conmigo. Ahora mismo estoy viviendo en la casa de los padres de Ash, pero podemos mudarnos a mi casa. Te daré un cuarto y puedes venir a trabajar aquí, esta bastante cerca así que no pagaras transporte, y la escuela también esta a unas cuadras. -
- ¿En serio? -
- Si, ahora somos familia. -
- Gracias. - Me abrazó con fuerza y yo acaricie su cabello, me alegraba de poder ayudarle. Sabia que no había sido fácil para él contarme todo eso, pero en verdad era un buen niño.
La puerta de la habitación se abrió y sentí una mirada sobre mi. Mire la entrada y era Louis quien traía un ramo en su mano, su pálido rostro estaba lleno de asombro. ¿Por qué sentía que esta situación era como un Déjà Vu?