Duramos un par de segundos en silencio en lo que procesábamos lo que estaba pasando. Louis avanzó hacia donde estábamos, dejo el ramo de flores en el escritorio, quito suavemente los brazos de Tom que aún me estaba abrazando. Tomó mi mano y me jaló hacia él mientras me abrazaba.
- Louis, cariño no es nada de lo que estas imaginando.- Dije viendo su rostro algo molesto.
- No tiene ropa.- Dijo entre dientes mirándolo fijamente mientras que Tom se cubría con las sábana.
- Louis.- Coloqué mi mano en su mejilla para que me mirara.
- Ni siquiera yo me atreví a tanto.- Hizo un puchero y una mirada de cachorrito que me derritió el corazón.
- Ella solo me estaba ayudando.- Susurró Tom tratando de ayudarme pero eso no estaba sucediendo.
- ¡Tú! - Louis intentó avanzar hacia él pero lo detuve interponiéndome entre ellos.
- Louis, ¿confías en mi? -
- Cariño en ti confío hasta con los ojos cerrados, pero no puedo confiar en otros. -Su mirada se tornó algo feroz.
- ¿Podemos hablar con tranquilidad? - Dije con tranquilidad mirándolo fijamente. Él pasó su mano por su cabello y asintió.
- Tommy...-
- ¿Tommy? - Preguntó Louis mirándome asombrado.
- Sí, Tommy cambia tu camisa, ten cuidado al ponértela. Regreso en unos minutos, organiza tus cosas. - Tom asintió enérgicamente como un niño pequeño e inconscientemente acaricie su cabello.
Sentí un par de jaloncitos en mi saco. Era mi novio quien pedía atención. Tome su mano mientras le sonreía y salimos de la habitación. Lo hice sentarse en un sillón en lo que cerraba la puerta de la biblioteca para poder hablar con tranquilidad.
- Bien, déjame decirte que pasó.- Me senté a su lado estirando las piernas. - Hoy encontré a Tom dormido en la habitación de seguridad, noté que tenia algunos golpes. Le pedí que se quitará la camisa para que lo curará. No puedo decirte el porque esta lastimado porque es algo muy personal de él, y no quiero que pierda la confianza que tenemos. Entraste en una situación un tanto extraña. - Reí al decir lo ultimo y él me miró disgustado.
- ¿Por qué tienes que estar curando a todas las personas? - Recordé que aquel Déjà Vu era en realidad un recuerdo que casi olvidaba, en donde yo curaba a Louis y entraba Alex.
- No puedo estar tranquila si veo a alguien herido. Prefiero ayudar a solo mirar de lejos. -Tome su mano y la coloqué en mi mejilla.
- Lo sé, pero me siento inquieto cuando te veo con otros hombres. Eres algo ingenua y a veces no puedes notar algunas cosas. - Acarició mi mejilla con suavidad.
- No te preocupes, desde hoy Tommy y yo somos familia. - Sonreí y su mano se detuvo.
- ¿A que te refieres? - Pregunto algo confuso.
- Viviremos juntos. - Su boca se abrió por la sorpresa.
- ¡Es un hombre! ¡No le conoces bien! ¡No sabes que intenciones puede tener contigo! - Estaba algo alarmado y se levantó del sillón.
- Louis. - Di un par de golpecitos a mi lado para que se sentara.
- No te preocupes, no tengo intenciones ocultas con Sasha, la veo como mi amiga y hermana mayor. - Dijo Tom saliendo de la habitación con lentitud.
- ¿Te duele mucho? - Me levante preocupada y me acerqué para revisarlo.
- No duele, es solo que se siente raro el contacto de la tela con mi piel llena de ungüento. - Sonrió y me relajé. - Coloqué tu ramo de flores en un florero. -
- Gracias. Creo que te llaman.- Dije escuchando un sonido que se prolongo por un tiempo.
- Son mensajes, muchos mensajes. -
- ¿De quien? .- Me preocupe de que su familia quisiera hacerle algo más.
- De mi... - Se detuvo y miró a Louis quien estaba atento a nuestra platica. - De mi novio. - Sus mejillas se sonrojaron y yo reí al ver lo tímido que era.
- Será mejor que le contestes.- Respondí y él regreso a la habitación, una vez que cerro la puerta.
Sentí que alguien me abrazaba por la espalda. Louis escondió su rostro en mi cuello.
- ¿Quedé como un novio loco y celoso? - Pregunto con tristeza.
- No, es normal que reaccionaras así. Otros hubieran hecho un drama.- Acaricié su cabello e intenté darme la vuelta pero me sujeto con fuerza.
- No quiero que me veas.- Sonaba algo triste así que con toda la fuerza que tuve me di la vuelta y lo vi con la cabeza agachada.
- ¿Que tienes? - Tomé su rostro con mi manos y lo levanté. Louis desvío la mirada. - ¿Acaso estás avergonzado? - Sonreí y reprimi las ganas de reír.
Al ver qué no contestaba y que me volvía a abrazar mientras ocultaba nuevamente su rostro en mi cuello. Era algo totalmente nuevo, y sin precedentes ¡El gran Louis Truswell estaba avergonzado!
- Está bien cariño. Si yo te hubieras encontrado en una situación similar con una mujer... - Me detuve al razonar lo que quería decir pero entendí todo por completo.
- ¿Que pasa? - Louis por fin me miró y abrió los ojos preocupado. -¿Que tienes? - Yo estaba llorando.
- Lo siento mucho. No hagas lo mismo que yo. - Lo abracé y lloré en su pecho hasta que logro calmarme, convenciendome de que entendía la situación.
- ¿Están bien?- Tommy se acercó a mi y con su manga limpio mis lágrimas intercambiando miradas llenas de confusión con mi novio.
- Si. - Dije con la voz un poco inestable. - Vamos a casa. - Los deje atrás y cargue algunas de las cosas de Tom que estaba en la habitación y caminé hacía la puerta.
- Yo lo cargo.- Tommy se acercó y me quitó su mochila y una maleta pequeña.
- Mi chófer está afuera, guarda las cosas en el maletero y sube.- Señaló Louis el auto y Tom salio de la biblioteca. - Vamos.-
Asentí pero antes recordé que debía apagar todo. Una vez que lo hice regrese a la puerta en donde me esperaba él. Salimos del lugar y cerré la puerta.
- En verdad no hagas lo que yo hice. - Dije antes de subir al auto y pude escuchar las risas de Louis y Tom.