Ambos subimos al elevador, estábamos esperando a que las puertas se cerrarán, en el pasillo se veía a mi padre furioso que avanzaba hacia nosotros.
- ¡Estamos jodidos!.- Dijo Sebastián presionando el botón para que se cerrara la puerta pero él logró subir antes de que eso pasara.
- ¿Cómo puedes ser así de impertinente?.- Soltó una vez que comenzamos a bajar.
- Acaso no sería usted el impertinente por intentar casarme solo por lograr sus intereses.- Respondí sin inmutarme a pesar de que Sebastián me rogaba para que no comenzara una pelea.
- ¿Acaso no respetas las decisiones de tu padre?.- Su mirada se fijó en mi.
- Creo que usted sabe bien que dejó de ser mi padre desde hace años.-
-¡Louis!.- Dijo con el rostro rojo de la furia.
- La única razón por la que le sigo llamando padre es para no molestar a su mujer.-
- ¡Ella es tu madre!.- Dijo con nerviosismo e incómodo porque estaba Sebastián escuchando.
- ¡Ella no lo es!.- Dije sentenciando, apreté un botón para que se detuviera el ascensor, una vez que se abrieron las puertas le vi con desprecio. - Llegamos al piso en donde usted se baja.-
- ¡Tú!.- Me señalo con un dedo pero se contuvo porque había mucha gente mirando hacia donde estábamos. - ¡Será mejor que termines con esa ...-
- Tenga cuidado con lo que dice, me he contenido estos años solo por mis hermanos pero ellos ya crecieron, así que ya no lo haré más .- Me recargue en el elevador viendo la hora que marcaba mi reloj. - Además, ¿Por qué habría que hacerle caso a una persona que ni siquiera toma en cuenta a sus hijos?.- Se quedó callado y salió del elevador molesto.
- Louis... - Sebastián me miraba confuso, negué con la cabeza para que n continuara.
- No les digas a Isabella y a Joseph lo que acabas de oír.-
- Pero...-
- No quiero hablar de eso.-
- Entiendo.- Comprendía que él quería saber sobre lo ocurrido pero ni siquiera yo lo sabía todo.
Subimos al auto, y manejamos de regreso a la oficina en silencio, cuando llegamos fuimos directamente hasta mi oficina.
- Creo que deberías decirle a Sasha sobre tu padre...- Le miré mientras guardaba algunos documentos en mi maletín. - Lo digo porqué él suele ser impulsivo y puede que intente alejarla.-
- Lo sé, de igual manera le mandaré un mensaje a mi padre para que mantenga al margen y no se le acerqué.-
- Señor, necesito que autorice este documento que mandaron de la central D sobre el proyecto de la biblioteca.- Una de mis secretarias aparecio después de tocar dos veces la puerta y entregarme un archivo.
- Pasa por el en 10 minutos.- Dije antes de que se retirara.
- Bien, me voy a trabajar. Supongo que quedó al mando en cuanto termines.- Asentí con la cabeza y él salió cerrando la puerta para dejarme trabajar.
Cuando por fin terminé , ordené mis cosas y apareció la secretaría para recoger el documento.
- Señor, dice el vicepresidente que pasé a su oficina.-
-Entiendo, gracias.- Dije levantándome de mi asiento y tomando mi maletín. - Si necesitan algo vayan con Sebastián o con mi hermano. Saldré antes, ya hemos terminado la mayoría de cosas por hacer hoy, pero de igual forma si surge algo urgente me llaman.- La secretaria se quedó en shock tratando de asimilar lo que pasaba, y no le juzgaba era realmente nuevo que me vieran salir del trabajo antes.
Me dirigí hasta la oficina de mi hermano en donde encontré a Isabella hablando con Sebastián y con Joseph.
- ¿Dónde está Sasha?.- Dije una vez que entré.
- Se fue, tardaste mucho y dijo que tenía cosas que hacer.- Joseph se veía serio mientras bebía algo. Me di la media vuelta y caminé hacia la puerta.
- ¿A donde vas?.- Dijo Isabella levantándose de el sillón.
- A buscarle.- Respondí mientras continuaba caminando.
- ¿A donde va Louis?.- Dijo una dulce voz tras de mí.
- No sabemos.- Dijo Sebastián fingiendo inocencia. Me detuve en seco, di media vuelta y miré a los tres mentirosos fijamente.
- Hola.- Dije caminando hacia ella.
- Hola.- Me sonrió de manera alegre.
- ¿Nos vamos?.-
- Sí, espera.- Caminó hasta el sillón tomó su bolso. - Gracias por cuidar de mí. Nos vemos.- Después de despedirse corrió hacia mi. -Vamos.-
- ¡Cuídala bien!.- Dijo Isabella con una sonrisa.
- ¡Si te hace algo, debes decirnos cuñada!.- Mi hermano desvió la mirada en cuanto le vi.
- Estaré bien.- Sasha se despidió de ellos con la mano.
Mire su mano izquierda y estaba ocupada sosteniendo su bolso, sostuve mi maletín con la otra mano.
- Nos vamos.- Dije mientras tomaba su mano derecha y caminábamos por las oficinas, sabía que las personas nos miraban pero era algo que quería hacer desde hace mucho tiempo, ella no dijo nada solo me seguía con sus mejillas sonrojadas. - Perdón, lamento si fui muy atrevido.- Solté su mano para no hacerle sentir incómoda.
- Estoy bien.- Dijo agarrando mi mano con fuerza, intenté disimular mi alegría y caminamos hasta llegar a el elevador.
Una vez que llegamos a el estacionamiento, le abrí la puerta trasera del auto, ella soltó mi mano y me vio tímidamente, me quité el saco y se lo coloque en las piernas para cubrir la falda mientras desviaba la mirada en lo que se sentaba, cuando se acomodó cerré la puerta y subí del otro lado.
- ¿La primera parada es en el hospital, verdad?.- Dije sentándome a su lado.
- Si, debo ir a el hospital central.- Ella veía confundida al conductor que avanzaba justo después de oír sus instrucciones.
- Hoy solo me mantendré a tu lado, así que él nos estará llevando a todos lados.- Sasha se sonrojó ligeramente mientras acomodaba mi saco en sus piernas. - Por cierto, te ves hermosa.- Susurré en su oído, tomé su mano para darle un beso.
- Te extrañe.- Dijo reclinando su cabeza en mi hombro, ¿era mi imaginación o ella estaba un poco distinta? ¿Qué fue lo que le hicieron esos tres? Sea lo que sea, me gustaba sentir que Sash estaba más cómoda conmigo así que le abracé.