--- Sasha ---
Estuvimos en silencio por un tiempo hasta que en el pasillo se escucharon unos pasos de tacones que avanzaban a gran velocidad.
- ¿Es verdad lo que hizo nuestro padre?.- Dijo Isabella entrando aventando las puertas molesta, Joseph dio un salto del susto, una vez que se repuso tosió un par de veces mientras me miraba.
- ¿No deberías decirle hola?.- Dijo ordenando unos papeles.
- ¿Que? Oh, lo siento... Es que venía furiosa y no te vi.- Isabella fue directamente hacia mi para abrazarme.
- No te preocupes.- Correspondí su abrazo.
-En serio lo siento.-
- Esta bien.- Toque su brazo para calmarle.
--¿Estas esperando a mi hermano?.- Dijo indicándome con su mano que me sentara.
- Si, pero creo que está muy ocupado y no quiero molestarlos más.- Tomé mi bolso porque sentía que ellos tenían que hablar acerca de el asunto que hizo enojar a Isabella.
- No te vayas. Él vendrá en unos minutos, solo esta arreglando unos asuntos.- Dijo rápidamente Joseph para evitar que me fuera.
- Pero creo que tiene que hablar ustedes y no quiero incomodarlos.- Insistí tratando de ponerme de pie cosa que hizo que Isabella se aferrara a mi regazo.
- No te vayas.- Me miró con ojos de cachorro mientras hacia un puchero.
- Esta bien, pero si necesitan hablar a solas solo háganmelo saber.- Ambos asintieron obedientemente como niños pequeños.
- ¡WOW! ¡Fue una completa locura el ir con tu hermano a cancelar su matrimonio arreglado!.- Grito Sebastián haciendo una entrada triunfal.
- ¡Diablos Sebastián no puedes ver que Sasha está aquí!.- Dijo Joseph llevándose las manos a la cabeza.
- ¡Diablos!.- Dijo Sebastián viéndome en completo shock. - Lo siento, es la costumbre.- Dijo haciendo una leve reverencia.
- Realmente no sabes ser discreto.- Dijo decepcionada Isabella mientras se levantaba a darle un golpe en el brazo.
- No sabía que ella estaba aquí.- Se excuso Sebastián huyendo de la furia de aquella joven.
- Perdón... ¿pero escuche que Louis se iba a casar?.- Dije una vez procesando la información e interrumpiendo la pelea que se estaba desencadenando frente a mi.
- No es lo que parece.- Dijo Joseph caminando hacia mi alarmado con la piel pálida.
- Ninguno de nosotros sabía de ese matrimonio, hoy nos enteramos de que nuestro padre quería casar a Louis sin su consentimiento.- Isabella corrió a mi regazo en donde recostó la cara.
- Cierto. Por eso en cuanto nos enteramos de lo que planeaba su padre fuimos a romperlo.- Sebastián corrió hacia un lado mío en donde se sentó.
Todos ellos estaban diciendo la verdad, en sus rostros estaba dibujada la preocupación de que yo me sintiera herida y de que me fuera molesta.
- Eh... Realmente fue asombroso el rostro de póker que mostró Louis durante la reunión, además fue bastante cortes con el Señor Min.-
- ¿No se portó mal?.- Dijo Isabella asombrada de lo que escuchaba.
- Fue muy educado con él, a excepción de que fue bastante duro con tu padre.- Parecía que Sebastián ansiaba decir todo lo ocurrido. - Louis dijo: "Yo voy a decidir con quien casarme". Hubieran visto la cara de tu padre JAJAJAJA...-
- Hubiera ido, me perdí de un gran show.- La decepción lleno el rostro de Joseph quien se sentaba en el sillón de al lado para seguir escuchando.
- Lo que más me sorprendió es que en cuanto apareció Leticia corrió a coquetearle a tu hermano, pero él en ningún momento le miró.- Sebastián estaba disfrutando a lo grande el dar la exclusiva.
- ¿Leticia era su prometida?.- Dijo Isabella ofendida.- ¡Sabía que ella quería algo, era imposible que se comportará tan amable con nosotros! ¡Eso explica el porque siempre iba a vernos con la excusa de visitar a mi madre!.-
- Para serte sincero ella jamás me agrado porque aparentaba ser una mujer delicada y amable, era demasiado hipócrita. Pero al final ella mostro su verdadera personalidad frente a Louis cuando le exigió una razón valida para romper el matrimonio.-
- ¿Eso hizo ella?.- Joseph se llevó la mano a el pecho sorprendido.
- Sí, pero Louis dijo con orgullo frente a todos que estaba viendo a alguien.- La mirada de los tres se fijo en mi causando que un rubor invadiera mis mejillas. - Incluso dijo que era a Sasha a la única mujer con la que se veía casado.- Sentí que todo mi rostro ardía, pero lo único que podía hacer era mirar hacia cualquier otro lado para calmarme.
- ¡WOW! ¡Jamás pensé que Louis tuviera un lado romántico!.- Isabella tomó mis manos llena de ilusión. -¡Entonces eso significa que tarde o temprano seremos familia!.- Sus palabras me tomaron con la guardia baja causando que me diera un leve ataque de tos.
- La vas a asustar.- Dijo Joseph regañándola en voz baja.
- ¿Dónde esta el tocador?.- Dije intentando huir de ellos antes de que siguieran bombardeándome con más información.
- En esa puerta esta.- Dijo Joseph señalando una puerta que estaba al fondo de su oficina.
- Regreso en un momento.- Isabella libero por fin mis piernas y caminé lo más "tranquila" posible al baño, en cuanto cerré la puerta me recargué en la pared respirando profundamente para calmar a mi corazón porque mi mente no dejaba de pensar en que ¡Louis quería casarse conmigo!.
Cuando me logré calmar pude darme cuenta de que Louis había tenido el valor para enfrentarse a su padre frente a algunas personas para romper un compromiso porque él me quería a mi, una calidez llenó mi cuerpo haciendo que sintiera algo extraño, ¿esto era lo que se sentía cuando estabas enamorada? pensé viendo mi reflejo en el espejo.
- Louis demostró que es sincera conmigo, es hora de que yo deje de tener miedo de expresar lo que siento por él.- Me miré llena determinación, arregle mi cabello y la falda para después salir.
-¿A donde va Louis?.- Dije escuchando que él se marchaba.
Noté que Joseph y su amigo estaban jugándole una broma a Louis, me acerqué a él con una sonrisa, me sentía confiada y cómoda con él. Cuando me dijo que nos fuéramos corrí por mi bolso y me despedí de los demás, estábamos por salir de la oficina cuando sentí que una mano un tanto fría se aferraba a la mía, mi corazón latió se regocijó pero a la vez me sentía tímida de que las personas nos miraran fijamente. Después de un tiempo Louis se disculpo por tomarme por sorpresa e intento soltar mi mano, cosa que no pude dejar que pasará quería demostrarle cuan importante era para mí. Al entrar al auto vi que había un chofer en la parte delantera, Louis lo había contratado para estar más cerca de mí.
- Te extrañé.- Dije con sinceridad mientras me recargaba en su hombro, al poco tiempo el me abrazó con cariño, era la primera vez que ambos estábamos demostrando cuanto nos queríamos.
---------- MIENTRAS TANTO EN LA OFICINA DE JOSEPH ----
-¿Creen que se enoje Louis si se entera que le dijimos a Sasha acerca de su matrimonio arreglado?.- Dijo Sebastián con preocupación mientras bebía algo de jugo.
- No creo, a mi parecer lo único que hicimos fue darle un empujoncito... Dependerá de ellos que tan rápido avanzan.- Joseph se recostó en el sofá tranquilamente.
- Me gustaría que Sasha se uniera a la familia.- Isabella miro por la ventana emocionada.
- A mi también hermanita.- Concordó Joseph mostrando una sonrisa llena de calidez.
- Por cierto... ¿Se enojará Louis al ver el pequeño regalo que le dejé en la bolsa en donde está el regalo que le dará a Sasha?.-
- ¿Qué pusiste?.- Joseph bebió algo de agua mirándole de reojo, Sebastián le miró guiñándole un ojo con picares haciendo que escupiera el liquido.
- ¡No debiste haber puesto eso!.- La cara de Joseph estaba roja pero a la vez mostraba algo de diversión.
- ¿Porque?.-
- Porque yo le puse muchos sobrecitos en su maletín.- Confesó el hermano de Louis.
- ¡Ninguno de los dos debió haber hecho eso!.- Isabella estaba enojada y se llevó sus manos a la cintura. - ¡Quiero tener sobrinos ahora que soy joven!.- La ultima afirmación de ella hizo que los dos hombres se quedaran en silencio para después estallar en risas.
- JAJAJAJA Creo que moriremos los tres a manos de Louis mañana.- Dijo Sebastián recuperándose.
- ¿Deberíamos decirle?.- Preguntó Isabella dejando de reír, todos se quedaron en silencio pensando.
- Nah.- Dijeron los tres al mismo tiempo mientras reían. Cuando se calmaron se reunieron e hicieron u n brindis para que la futura pareja tuviera una gran cita.