Por la mañana mi amiga me despertó mucho antes de que mi alarma sonará, fui a lavarme la cara y al regresar a la habitación ya estaba parada con un cambio de ropa en una mano y los zapatos en otra. No estaba segura sobre usar una falda pero me gustaba como se veía el conjunto.
- Se que no gustan las faldas y los tacones pero realmente creo que te vas a fantástica ... Y ya revise el clima, dicen que lloverá así que también usaras un abrigo largo que te cuidará del frío.- Me miró con ojos de cachorro, era imposible que dijera que no así que solo acepté.
- Vístete, voy por algo para que desayunes antes de que te maquille.- Dijo emocionada para después salir del cuarto, parecía muy feliz por mi cita, era muy dulce y atenta.
- ¡Te ves hermosa!. - Dijo una vez que regreso, empujó la puerta mientras sostenía una bandeja con galletas, leche y fruta picada.
- Gracias. Déjame ayudarte.- Caminé hacia ella y no sentamos a comer en la cama mientras veíamos videos al azar en internet.
-¿A qué hora es tu junta?. - Dijo de pronto rompiendo el silencio sin dejar de ver la pantalla de la Tablet.
- A las 10...- Sorbí algo de leche y vi el reloj.
- Nos queda poco más de media hora, lo bueno es que ya te arreglase el cabello.- Ash terminó su desayuno y fue por su cosmetiquera. Me apresure a terminar el desayuno que me había preparado mi amiga, me lavé los dientes y regresé con ella quien estaba a punto de hacer su magia.
- Me encanta hacer esto.- Dijo guardando sus cosas con gran satisfacción.
- Eres asombrosa.- Dije viendo el maquillaje sencillo y natural que me había hecho.
- Lo sé, ten este labial rojo es para que te retoques cuando el color se vaya.- Su sonrisa se agrandó y yo solo me resigné al ver que su mente divagaba por lados oscuros que no quería descubrir hoy. Tome un pequeño bolso en donde guardé mi teléfono y mi cartera.
- Dice Matt que ya te esta esperando abajo.- Me mostró su mensaje, así que ambas bajamos.
- Te ves hermosa.- Dijo Mateo sonriendo al verme.
- ¿Acaso yo estoy pintada? Ni los buenos días me das.- Ash hizo un puchero y se aferró a mi brazo como niña pequeña.
- Jajajaja debes dejar de hacer tanto drama.- Dijo la madre de Ash saliendo de la cocina comiendo una fruta.
- Buenos días Ash, tu siempre estas preciosa, ya deberías saberlo.- Al oír eso mi amiga sonrió satisfecha y me soltó.
- No deberías malcriarla tanto.- Insistió la señora Alice fingiendo preocupación.
- ¡Mamá!.-
- Vamos, creo que vamos justos de tiempo.- Dije acercándome a él quien solo asintió. Nos despedimos de Ash y de su mamá quien seguía jugando con ella.
- Ya llevo algunas propuestas tuyas y de la editorial para comenzar con el lanzamiento del libro.- Mateo corrió para abrirme la puerta trasera de su carro.
- Estoy algo nerviosa.- Admití. - Quiero ir al frente, debo acostumbrarme.- Dije tocando su hombro, abrí la puerta y subí al auto.
- Si te sientes mal debes decirme.- Dijo subiendo al auto, dije que si y nos pusimos en marcha mientras hablábamos de la editorial.
En unos cuantos minutos llegamos a la empresa, Mateo condujo hasta el estacionamiento en donde nos esperaba una persona para darnos la bienvenida.
- Hace frío.- Dijo Matt al bajarse del auto.
- No tanto.- Cerré la puerta del auto y caminamos hasta la persona que nos esperaba con una sonrisa.
- Pero si tu nariz esta roja.- Se rio después de tocar mi nariz, hice un puchero y fingí estar molesta. - No te enojes.- Tomó mi mano y se la llevó al bolsillo de su abrigo, me tomó por completa sorpresa pero estaba acostumbrada a que Alex y él nos cuidaran de esa manera.
- Buenos días, soy Fernando Muñiz, me encargaré de llevarles hasta la sala de juntas.-
- Buenos días.- Dijimos Matt y yo a coro. Él sonrió y nos guio hasta un elevador, marcó el piso al que iríamos y subimos en silencio.
- Por aquí.- Aquel hombre bajo del ascensor y nos llevó hasta llegar a una sala de juntas con paredes de cristal, dentro de ella ya habían algunas personas esperándonos. - Adelante.-
-Gracias.- Respondí, al entrar a la sala todos los presentes se pusieron de pie y nos saludaron.
- Es un placer tenerles aquí.- La voz de Joseph llamó mi atención así que le miré y me incliné levemente para saludar. -Lamento que el CEO no pueda estar aquí pero tiene asuntos urgentes que atender.- Su mirada se desvió hacia la mano de mi amigo que aún sostenía la mía de manera casual.
- No se preocupe, entendemos que es un hombre ocupado.- Mateo sonrió con cortesía sin moverse. Le di un pequeño golpe para que me soltara cosa que hizo después de unos segundos.
- Buenos días. Soy Ramé, es un placer trabajar con ustedes.- Dije revelando mi seudónimo para presentarme.
- Es un placer.- Dijo una joven becaria emocionada.
- Sé que podrá sonar un poco grotesco pero... ¿Cuántos años tiene? Se ve realmente muy joven.- Dijo con respeto un hombre de traje.
- Lo siento, pero ella no puede revelar nada referente a su información personal.- Dijo Mateo casi inmediatamente poniéndose frente a mi como instinto.
- Esta bien.- Le miré y él pareció calmarse. - Tengo 25 años.- Respondí la pregunta con una sonrisa y la cara llena de asombro invadió a todos los presentes a excepción de Joseph que seguía observando detenidamente a Mateo.
- Es un gusto y un honor el poder trabajar con una joven tan talentosa como usted.- Dijo aquel hombre extendiendo su mano para saludarme, acepte el saludo agradeciendo sus palabras.
- Usted es muy bonita.- Dijo la joven becaria sosteniendo con fuerza uno de mis libros, su comentario hizo que las demás personas se fijaran en mí haciendo que me ruborizara.
- Ella suele ser un poco tímida.- Matt colocó su mano sobre mi cabeza acercándome a él. - ¿Dónde podemos colocarnos para comenzar?.- Sus palabras desviaron la atención que tenían las personas puesta en mí, y después de unos minutos la junta por fin comenzó.
Ocasionalmente Joseph me preguntaba mi opinión sobre las decisiones que estaban tomando, todo marchaba bien, después casi 3 horas de fijar las actividades para comenzar con la campaña publicitaria y discutir acerca de el libro la reunión terminó. Todos se despidieron de nosotros mientras salían de la sala.
- Disculpe.- Dijo una voz que ya me resultaba conocida.
- Dígame.- Respondí a la joven becaria.
- ¿Podría firmar mi libro? Soy una gran fan de usted.-
- Claro que sí.- Tomé el libro, escribí su nombre, lo firme y le agregue un pequeño mensaje.
- Muchas gracias.- Dijo emocionada. Salió de la sala casi dando brincos de la felicidad causándome ternura su reacción.
- Realmente agradezco su tiempo y su trabajo.- Joseph se acercó a nosotros con una sonrisa.
- Eso debería decir yo.- Mateo ordenó su traje y caminó hacia él.
- Al parecer mi hermano esta aún un poco ocupado, él me pidió de favor que cuidará de usted. En un momento estará aquí.- La mirada de Joseph se fijo en mi.
- Entiendo. En ese caso tendré que molestarle.- "¿Porque parece que esta un poco sospechoso?" Guardé mis pensamientos para mí, tal vez solo eran cosas mías.
- Tengo que ir a la editorial para informar todo lo que hemos acordado. Si necesitas algo llámame ¿Okey?.- Dijo acariciando mi cabello.
- Si, ten cuidado. Estaré bien.- Respondí para calmarle.
- Por favor cuide de ella.- Dijo Mateo viendo a Joseph quien asintió con la cabeza. Después de despedirse se marchó dejándonos a el hermano de Louis y a mi en la sala.
- Venga conmigo.- Dijo con tranquilidad mientras me guiaba hacia su oficina.