- ¿Lista?. - Escucho una voz tras de mi y giro para encontrar a mi madre cargando un maletín un tanto grande, asiento con la cabeza me levanto del jardín y sacudo mis pantalones cortos.
- Vamonos. - Estira su mano y corro hacia ella para tomarla y caminar hasta encontrar el lago en donde siempre nos divertíamos pescando.
- Me gusta estar en el bosque. - Digo viendo como la cabaña que desaparecía tras la colina que estaba repleta de arboles y matorrales.
- A mi también.- Dice mi madre soltando mi mano para mover unas ramas que estorbaban en el camino.
- ¡Llegamos!. - Grito de la emoción y corro hasta la orilla para sacarme los tenis y mojar mis pies en el agua.
- ¡Ten cuidado bebé!. - Mi madre comienza a sacar las cosas de la maleta y yo solo corro de un lado para otro jugando con el agua.
- ¡Mira mami una serpiente!. -Me agacho y señalo algo que estaba entre las piedras del lago, mi madre corre hacia mi y me toma en brazos para alejarme.
- No debes acercarte a los animales, puede que te hagan algo.- Me baja de sus brazos y me sienta sobre una manta.
- ¿La estaba molestando?.- Inclino la cabeza esperando su respuesta y ella al verme toma mi mejilla y sonríe.
- Las serpientes se pueden asustar o estresar si te acercas mucho, cuando sienten que están en peligro pueden morderte.- Muevo la cabeza analizando lo que me estaba diciendo y giro mi cabeza para buscar a la serpiente pero ya no estaba.
- Tendré más cuidado... No quiero asustar a los animalitos.- Me da unas palmaditas en la cabeza y solo espero sentada a mi madre que sigue ordenando las cosas, de el maletín saca un pequeño pastel y un regalo que estaba envuelto y decorado con un gran moño rojo.
- ¡Feliz cumpleaños Sash!. - Acerca el pastel hacia mi y con una mano coloca una vela para después encenderla.
- Gracias mami. - Me inclino hacia el frente y cierro los ojos juntando mis manos para pedir un deseo.
- ¡Espera! ... Aun no te he cantado la canción. - Abro un ojo para ver el rostro de mi madre que estaba nerviosa.
- No es necesario, ¿Puedo pedir mi deseo? .- Digo rápidamente y mi mamá parpadea confundida al ver mi insistencia.
Al ver que dice que si con la cabeza cierro mi ojo y pido mi deseo, una vez que todo esta hecho abro los ojos y soplo con fuerza la vela, tomo el pastel en mis manos para morderle mientras mi madre aplaude para celebrar.
- ¿Qué secreto me dirás esta vez? .- Me acerco a ella dejando el pastel en el suelo.
- ¿Por eso no quisiste que cantara? .- Sonreí al darme cuenta que me había descubierto. - Te lo diré en la noche cuando estemos de regreso en la casa de la ciudad. - Mis hombros cayeron automáticamente porque yo esperaba con ansias el conocer el segundo secreto que me diría mi madre.
- En lo que eso pasa, ¿porque no abres tu regalo?.- Dice mientras me lo da en las manos, yo ya conocía el contenido de esa caja porque fui yo quien le pidió en mi octavo cumpleaños que me regalara uno de sus libros cada año, eso era lo único que yo quería recibir como presente.
Quite el papel que lo envolvía, saque la caja y metí la mano entre los pedazos de papel que estaban dentro, cuando saqué el libro mi corazón se lleno de emoción y estaba apunto de gritar pero me contuve, sonreí y miré la portada "Amándote por siempre" acaricie las letras para sentir sus trazos y me di cuenta de que la letra "S" era diferente pero lo asocie a que se debía a mi nombre.
-¿Te gusta? .- Susurró mi madre que secaba el sudor de sus manos en su regazo para ocultar su nerviosismo.
- ¡Me encanta! .- Dije y me abalancé a sus brazos para besar sus mejillas.