Estábamos completamente callados e inmóviles mi amigo y yo, fue hasta que sentí una ráfaga de viento que reaccione y toque el brazo de Alex para que entráramos. Ambos estábamos entrando y vimos a mi amiga sentada viendo fijamente a sus padres, Mateo se dio cuenta de que ambos habíamos regresado y solo se limito a verme para que me apurara a ir hasta donde estaba él, caminé de prisa y me senté a su lado.
-¿Qué pasa aquí?.- Susurre sin quitarle la vista a Ashley y a sus padres que solo se veían sin decir nada.
-No lo sé, fui a la cocina a tomar agua y cuando regrese ellos ya estaban así.- Mateo se movió en su lugar incomodo.
-¿Qué hacemos?.- Alex se sentó a nuestro lado lentamente para evitar llamar la atención, y como no sabíamos que hacer solo esperamos a que ellos dijeran algo, o como mínimo se movieran.
-Entonces, ¿Cancelaste la tarjeta?.- Dijo por fin su madre mientras se colocaba el cabello tras su oreja.
-Sí, lo hice.- Ashley afirmo y su madre se relajo.
-¿Vas a denunciar o vas a…- El señor Peter dudo en si debía terminar la oración o callar.
-Buscaré que pague lo que hizo, cualquier relación o afecto por él termino el día en que se metió conmigo, Sasha y mi trabajo. Ya no le protegeré ni intentaré hacerle cambiar porque eso es algo que él jamás hará.- El rostro de mi amiga estaba lleno de seguridad y seriedad, parecía ser otra persona.
-Mmm... Esta bien.- El señor Peter se levantó y nos miró a todos. -Vayamos a descansar por hoy, mañana iremos juntos a la delegación y después agregaremos mas seguridad a esta casa y la tuya Sash.- Me miro y yo asentí, cuando me vio hacerlo se relajó y caminó hacia mi amiga para darle un beso en la frente.- Buenas noches.- Le dio una palmadita en su hombro a mi amiga y sonrió para subir a su habitación.
-Es mejor que se queden aquí esta noche, supongo que ya tendrán sus habitaciones.- La señora Alice miro a mi amigos sonriendoles.
-Si, lamentamos causar molestias.- Dijo Mateo mientras se disculpaba con las manos.
-No es una molestia, me encanta tenerles aquí conmigo. Descansen.- La madre de mi amiga se levantó y se marcho no sin antes besar la mejilla de mi amiga y decirnos adiós con la mano.
-¿Qué se supone que pasó?.- Dijo Alex inmediatamente en cuanto su madre se fue.
-Creo que mis padres al saber que Chris…- Ash movió la cabeza para corregirse.- Christian era quien había entrado pensaron que yo seguiría siendo la misma de hace un tiempo, pero me parece que ya se dieron cuenta que esta vez cambie.- Mi amiga sonrió pero a mi parecer era una sonrisa que en vez de transmitir felicidad o alivio reflejaba completamente lo contrario.
-No parece que te sientas bien.- Dije mirándole tratando de descifrar lo que sentía.
-Me siento triste al darme cuenta de lo tonta que era en ese entonces.- Miró su mano mientras tocaba un reloj.
-Todos nos hemos equivocado alguna vez.- Alex se señalo a si mismo y Ash sonrió al notar a que se refería.
-Lo siento pero yo no comparto la misma opinión.- Dijo Mateo mientras se levantaba para caminar hacia las escaleras. -Mañana será otro día lleno de trabajo, descansemos primero y después veremos quien es el más tonto de ustedes dos.-
-¡Oye!.- Alex se levantó y corrió tras él, que no tardo en escapar a la habitación en la que se quedaba para refugiarse.
-Vamos a dormir.- Mi amiga caminó hacia mi y tomó mi mano.
Cuando estuvimos listas para descansar apague la luz y me recosté a su lado abrazándola, sabía que ella seguía sin sentirse bien y que no era el momento para que ella me contara lo que pasaba por su mente porque en unas horas ella se enfrentaría a la persona que había querido por varios años.