Continuamos comiendo sin decir nada, una vez que terminamos comenzamos a limpiar el lugar donde comimos. Entonces sonó el sensor varias veces, así que salí a atender mientras que mis amigos ordenaban la habitación, poco a poco comenzaron a llegar más y más personas que salían de sus escuelas o que tan solo querían leer un libro. Me sentí feliz al ver que había personas que disfrutaban ir a el lugar que mi madre había creado con mucho esfuerzo y dedicación, estuve ocupada caminando de un lado a otro ayudándole a las personas a buscar libros y atenderles. Estaba un poco ajetreada pero me gustaba estar aquí.
***Mientras tanto en la habitación de seguridad de la biblioteca***
- ¿No deberíamos ayudarle a Sasha? - Dijo Alex colocando las sobras en una bolsa.
-Parece que hay mucha gente llegando. - Mateo miro las cámaras que estaban encendidas.
-Si se dan prisa podremos ayudarle. -Dijo Ashley que limpiaba el piso con una aspiradora.
- ¿Qué hacía aquí el presidente de ZYC? - Dijo Alex mientras se sentaba en la cama y se recargaba en sus brazos.
-No creo que haya sido algo del trabajo, si fuera eso me hubieran contactado a mi como el representante de Sash. - Mateo parecía sospechar algo y Ashley decidió buscar ayuda para resolver el problema que había estado atormentado a su amiga toda la comida de ese día.
- ¿No es obvio? - Ashley se sentó en el escritorio mientras sonreía.
- ¿Qué quieres decir? - Alex enderezo la espalda y entrecerró los ojos mientras le veía.
- ¿Por qué un hombre va a buscar a una mujer joven, soltera y linda como Sash? - En cuanto Ashley termino de decir eso Mateo y Alex se levantaron sobresaltados.
- ¡¿Está intentando jugar con Sasha? - Dijeron los dos hombres al mismo tiempo cosa que hizo a Ashley carcajearse hasta llorar.
-Dudo que ese hombre conozca como jugar con los sentimientos de una mujer... - Dijo mientras recordaba a su amiga llorar por él y su rostro palideció por unos segundos, pero se recupero al recordar la cara llena de angustia de aquel hombre.
- ¿Entonces va en serio? - Dijo Mateo con caria seria.
- ¿A ustedes les molestaría que el jefe quisiera tener una relación con nuestra pequeña? - Ashley les observo con cautela tratando de analizar las reacciones de sus amigos, pero los dos se sentaron de nuevo en la cama mientras cruzaban sus brazos para pensar.
-Realmente no me molestaría, pero antes de eso tendría que probar que el hombre que este coqueteándole a Sash sea alguien honesto y decente. - Dijo Alex mientras veía con completa seriedad a su amiga.
- ¿Acaso eres su padre? - Ashley lo vio con burla.
-No, pero soy su amigo. Ella merece a alguien que le haga feliz, después de todo no me gustaría verle triste si un hombre le rompiera el corazón.
-Tiene razón Alex, Sasha debe ser feliz. - Mateo miró a Alex y en sus ojos se veía la decisión por hacer feliz a su querida amiga.
- ¿A ninguno les gusta Sasha? - Ashley quería confirmar su teoría de que los tres competirían por su amor.
-No. - Alex negó con la cabeza. -Crecí con ambas y yo solo los veo como mis hermanas pequeñas, así que en ningún momento las he visto con otras intenciones.
El rostro de Ashley decayó, en este se notaba la decepción, al parecer la novela que creía que se desenlazaría ante sus ojos era una simple ilusión… pero en cuanto recordó que Mateo no había dicho nada una luz de esperanza llegó a su corazón.
- ¿Y tú? - Dijo mientras miraba con gran emoción a él joven de piel morena que estaba junto a su amigo de infancia.
-Mmm… No, antes me gustaba ella, confesé mis sentimientos, pero me rechazo. Poco después me di cuenta de que no tendríamos un futuro como pareja, pero si como amigos porque teníamos demasiadas cosas en común.-
- ¿Entonces le mentí al jefe? - El rayo de esperanza que tenía se apago por completo, todo había sido una fantasía que había creado, además tendría que enfrentarse a otro gran problema si el pretendiente de su amiga descubría su mentira. Ashley suspiro y miro con tristeza el suelo tratando de buscar una forma de resolver la situación que había creado.