Después de hacer las llamadas que necesito Anna se acercó a esas dos señoras que con su conversación ya habían hecho que las quisiera a las dos, se acerco a ellas para acabar con esa reunión, todavía tenía que ir a su casa para arreglarse para su cita con Ryo, de la cual por supuesto no iba a comentar nada con aquellas dos señoras, que si se descuidaba la iban a casar antes de que se diera cuenta...
-Bueno, lo siento, pero tengo un compromiso mas tarde y aun me quedan cosas que arreglar, pero estaré encantada de reunirme con usted abuela Mao.
- Claro niña, espero que vengas a verme y tomarnos un té juntas.
- En lo que organice lo que me falta, prometo visitarla.
- Estaré esperándolo y Anna no te olvides de lo que hemos hablado.
-Descuide, lo recordaré. Gracias por venir abuela Mao y señora Ting dígale a su nieto que me llame.
-Si, por supuesto.
Las dos señoras terminaron de despedirse y se fueron, Anna termino de organizar un par de cosas y después de cerrarlo todo se fue directa a su casa, necesitaba algo de tiempo para estar presentable.
Condujo directamente a casa de sus padres, parecía que todos los nervios que podía haber sentido en su vida se habían juntando en ese preciso instantes, ya había salido antes con Ryo, no entendía porque su mente estaba ahora así, sería solo porque ahora sabía que sentía algo por él.
Cuando llegó a casa, saludo a sus padres brevemente y se fue directa a su dormitorio, temía que se le notara en la cara que tenía una cita importante, o que estaba nerviosa, ella nunca demostraba sus sentimientos reales, no porque se avergonzara de ello, sino porque los quería para ella, no quería preguntas incómodas, le gustaba pensar ella sola las cosas y después de valorarlo todo, y tomar una decision, comunicarla entonces, siempre había sido así.
Después de ducharse y sentarse en el espejo, vio lo demacrada que estaba, se notaban la semana de trabajo duro que había tenido y suponía que el largo viaje y el cambio horario se estaba reflejado en su rostro, desde luego hoy tendría que usar mas maquillaje de lo habitual, normalmente en su día a día llevaba muy poco maquillaje o ninguno, pero hoy tendría que parecer mas saludable de lo que realmente estaba, gracias que había aprendido muchos trucos en su tiempo en el extranjero.
Para ella había dos motivos para maquillarse, una era porque te sientes tan bien, que te apetece hacerlo, y otra era justo lo contrario, que te encuentres tan mal, que no te guste lo que ves en el espejo y necesites una máscara para enfrentar el día, hoy no necesitaba una máscara, pero desde luego necesitaba mejorar su aspecto, así que aplicó cuidadosamente su maquillaje, quería algo ligero, que pareciera que no llevaba nada de maquillaje aunque estuviera allí horas... Cuando estuvo contenta con el resultado eligió la ropa, nunca le había costado tanto elegir algo, asi que despues de un rato sin decidirse se rindió, y si iba a tener una conversación complicada mejor con un atuendo cómodo, así que opto por unos pantalones de vestir negros y una camisa rosa suave, le daba un aspecto fresco, y cómodo, además como no sabía a donde iba a ir mejor ir con algo que bien se pudiera adaptar a un ambiente mas formal o mas informal.
Cuando se miró en el espejo estuvo contenta con el resultado, optó por unos bonitos zapatos de tacón negro, no usaba tanto zapatos de tacón, pero aquellos eran cómodos y muy hermosos, era un diseño que la había enamorada desde el mismo día en que los vio, fue una compra totalmente compulsiva, y no se arrepentía de ella.
Como no sabía a donde irían ni a donde tendría que dirigirse le escribió a Ryo, podría haberlo llamado, pero estaba nerviosa y se le notaba, así que mejor no añadir mas nervios en ese momento.
"Hola Ryo, ¿donde nos vemos?, ¿voy a tu oficina a firmar allí?"
A penas pasaron unos minutos hasta que recibió la respuesta, o Ryo justo estaba mirando el teléfono en ese momento, o realmente estaba esperando su mensaje.
" Hola, pensé que te habías olvidado de mí, que ya no recordabas que habías quedado conmigo"
" Lo siento, he estado ocupada todo el día, si no puedes, ya quedamos otro día..."