Anna entró en el aeropuerto y fue directo al mostrador de facturación, no quería mirar a nadie, no quería pasarse en ningún lado, sabía que si paraba no podría aguantar las lágrimas, su corazón se desgarraba a cada paso que daba, era demasiado parecido a ese viaje anterior.
Aquella vez se mantuvo fuerte hasta llegar a aeropuerto, solo cuando llegó a su asiento en el avión dejó que las lágrimas rodaran por su rostro...
"Cuando se sentó en su asiento, no se quitó las gafas de sol, mantuvo la expresión relajada, y dejó que las lágrimas cayeran, su cuerpo adolorido le recordaba perfectamente lo que había pasado la noche anterior, de alguna manera se había sentido amada, y aquello hacía mas duro el irse, el huir de todo, sabía que su decisión no era fácil, sabía que después de esa noche no quería ser mas invisible para él, al principio solo fue admiración, después de seguirlo e ir conociéndolo desde lejos le amo, le entregó su alma, pero entre mas pasaban los años mas codiciosa se volvía, quería estar mas cerca de él, pero también vio que no tenía nada que ofrecer, no era hermosa, como muchas que lo seguían, no tenía una familia pudiente, no eran pobres eso desde luego, pero tampoco era una niña de papá, que si pedía que la casan con él, se iba a mover viento y marea por cumplir su deseo, pero tampoco quería que él fuera obligado, ella quería que la amara como ella lo amaba a él, pero como la iba a amar si no sabía que existía en su mundo.
La noche anterior se había convertido en alguien que no era, en un personaje ficticio para acercarse a él, pero aun así él seguiría sin saber quien era ella realmente, no se arrepintió de nada de lo que hizo, le entregó no solo su virginidad, sino su alma con ella, no sabía si algún día amaría a otra persona, pero estaba segura de que olvidarse de el iba a ser el trabajo mas duro que haría nunca.
Lloró hasta que el cansancio la hizo dormir en el avión, no articuló una sola palabra durante todo el viaje, en ese momento se sentía como una cáscara vacía, un ser sin vida, rota por dentro, pero sabía que al lugar donde iba al menos no tendría que verlo cada poco tiempo, no lo tropezaría por la calle, y tampoco oiría hablar a nadie de él.
Se alegró que su padre hubiera preparado todo para ella, la recogió un empleado de su padre y la llevo al piso que le habían conseguido muy cerca de donde iba a estudiar, no dijeron nada de su rostro demacrado, lo achacaron al cambio horario, y ella tampoco dijo nada, solo durmió durante 2 días seguidos, y cuando por fin salió de su habitación sacó la fortaleza de donde no tenía y se dedico en cuerpo y alma a estudiar, estudió el idioma y la universidad, dedico todas las horas que tenía el día a eso, se negó a pensar en nada.
Se volvió una persona muy solitaria, pero tampoco quería a nadie a su alrededor, lloró durante muchas noches, tenía el corazón roto y nadie con quien compartir sus sentimientos, hasta que después de un tiempo dejó de llorar, y por fin pudo relacionarse poco a poco con las personas de su clases..."
Ahora no se sentía como en aquel entonces, pero había sido demasiado duro, y no quería pasar por ello de nuevo, era verdad que ahora no parecía invisible a Ryo, pero tampoco tenía su amor, así que para ella estaban en lo mismo, era un repetir de la historia, lo único es que ella era más fuerte, había madurado con los golpes de su vida y estaba ya menos dispuesta a arriesgar, ya no quería jugar a el amor y el desamor, quería centrarse en trabajar y en lograr sus objetivos.
En cuanto se pusó a pensar en que tenía que hacer al llegar, su mente borró todo de su mente, su mecanismo de defensa funcionaba bien, y pudo centrar su cabeza en establecer un plan, con ella iba un buen pedido de las telas que necesitaba para sacar adelante un pedido que se había retrasado por culpa de una mala jugada, pero ella no iba a dejar que nadie se burlara de ella, y iba a entregar un trabajo perfecto, aunque ella misma tuviera que coser día y noche.