- Está mañana vino a pedirme información sobre la familia Flórez, también pidió una prueba de ADN, él ya tiene sospechas sobre su origen, no podrás ocultarlo más tiempo.
- ...
Lorena estaba estupefacta, jamás hubiera creído que la amnesia de su hermano desaparecería apenas llegar a su ciudad de origen, esto le daba otra perspectiva a las cosas, la dejaba con opciones limitadas... aunque, pensándolo mejor, esta situación le daba un giro de 180° a las cosas, pero tenía que encontrar una forma de usarla a su favor.
- Johana, ¿sigues ahí?
Lorena suspiró suavemente, después respondió con su voz algo más seria:
- Si... ¿Sabes qué? Deja que lo descubra, por favor, ayúdale a saber la verdad, ¿de acuerdo?
- Si es lo que quieres, lo haré. Debo colgar, se me hace tarde.
- Está bien, búscanos a tu hermana y a mi en el Seven Flowers Park en tres horas, a las cinco, ¿esta bien?
- De acuerdo, hasta luego.
- Adiós.
La llamada fue terminada, Lorena bajo lentamente el teléfono, en su rostro se reflejaban la mezcla de emociones que sentía.
- ¿Estas bien? ¿Pasó algo malo? - preguntó Carol acercándose a ella.
Lorena suspiró y respondió:
- Estoy bien. Vamos.
- ¿A donde? - preguntó Carol sorprendida e intrigada.
- Iremos a la villa de la genetista Herrera.
- ¿Viviana Herrera? ¿a ella te refieres?
- Si. Vamos, te explicaré en el camino el por qué.
Carol asintió y no dijo nada, en el corto tiempo de su convivencia, había aprendido a confiar ciegamente en ella.
Ambas salieron de la empresa, se subieron a un taxi y se dirigieron al extremo sur de la ciudad, por la distancia y el abundante tráfico demorarían alrededor de una hora en llegar a su destino, en el trayecto hablaron de diversas cosas para conocerse mejor y Lorena le explicó en detalle a Carol las razones para visitar a la genetista, el trayecto no pareció tan largo como en realidad era.
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Viviana Herrera era una mujer de piel morena, cabello ondulado y negro, ojos color aceituna, de alrededor de 39 años, su cuerpo bien proporcionado y levemente robusto, era una mujer sería e inteligente, llevaba diez años de casada y tenía un par de gemelos de siete años de edad, un ejemplo de una madre amorosa y una esposa fiel.
Viviana estaba leyendo unos informes de trabajo en su estudio, vivía con su esposo, sus dos hijos y su hermana menor, Vanesa Herrera, su casa no era muy grande, tan solo tenía una planta y un jardín de tamaño mediano, pero aún así era acogedora.
Mientras leía el informe, escuchó que el timbre sonaba. Se levantó y se dirigió a abrir la puerta, cuando la abrió dos mujeres estaban en la puerta, una de cabello rojo y otra de cabello castaño claro, Viviana reconoció a la mujer de cabello rojo, era Carolina Narváez, la hija de una amiga suya, la otra mujer también la había visto, era una amiga de su hermana menor.
- Señora Viviana, buenas tardes - saludo cortésmente la mujer de cabello castaño - disculpe si la molestó, ¿podríamos hablar con usted?
- Por supuesto, adelante - respondió Viviana con su voz aguda y ronca, pero que a ella le daba un aire de bondad.
Carol y Lorena entraron a la acogedora casa, recibieron el té que amablemente les ofreció Viviana y miraron discretamente la casa mientras se sentaban en los sofás de cuero blanco.
- Bien, ¿de que querían hablarme? - preguntó Viviana mientras revolvía el azúcar en su té.
- Quería hacerle una consulta acerca de algo médico - dijo Lorena tomando la delantera.
- Por supuesto.
- Señora Viviana, ¿usted también estudió psicología? ¿Verdad?
- Fue temática básica, pero creo que podré responder a algunas dudas.
- ¿Qué opina sobre la recuperación de la amnesia total? Quiero decir, si alguien sabe de su pasado, ¿debería interferir en la recuperación de un afectado?
- No es recomendable interferir en este caso, sería mejor dejar que el paciente recupere por si mismo los recuerdos.
- Entiendo...
- Señora Viviana, ¿qué tanto margen de error existe en una prueba de ADN? - preguntó Carol, guiñandole discretamente un ojo a Lorena, gesto que ella entendió inmediatamente.
- No es muy grande, aunque existen ciertas excepciones impresionantes, aunque también depende del personal médico que lo haga.
- Es interesante. ¿Cree que podría ayudarnos con una prueba de ADN para comprobar el parentesco entre dos personas? Esto es muy importante para nosotras.
- No veo porque no. Disculpen mi intromisión, ¿qué quieren comprobar exactamente con la prueba de ADN?
Carol miró a la genetista, después miró a Johana, que parecía estar luchando internamente, se sintió impotente al no poder ayudarle a ganar en su batalla.
Lorena lo pensó por un tiempo antes de responder:
- Mi hermano mayor tiene amnesia total, mi madre sabe de su origen familiar pero jamás quiso ni me ha permitido contárselo, creo que oculta algo. Recientemente parece que mi hermano tuvo una ráfaga de recuerdos, lo único que sé es que una familia se le vino a la mente y quiere comprobar si provino de esa familia. Para eso es la prueba de ADN, ¿cree que podría ayudarnos con ella? No quiero que la fragilidad mental de mi hermano empeore por un resultado falso, he escuchado que usted hace un excelente trabajo en cosas como está... y me pareció que... valía la pena el intento...
Viviana miró fijamente a las mujeres, parecían tener frustración en sus miradas, ella había oído y visto algunos casos similares, pero no sé imaginaba como se sentían las víctimas de este padecimiento, ni mucho menos la impotencia que sentían los allegados a los afectados, una luz de tristeza e impotencia cruzó sus ojos aceituna y, por alguna extraña razón, quiso ayudar desesperadamente a estas dos jóvenes mujeres.