Llegaron los temidos finales, con ellos las notas, recuperaciones y final de curso. Como mis padres habían visto que las visitas a casa Daniel eran productivas para mis notas, me dejaban ir casi todos los días. La rutina era la misma mientras Daniel estaba en el entrene hacíamos los deberes, después cuando llegaba nos poníamos a estudiar. A continuación cuando el terminaba nos hacia un par de exámenes orales, si aprobábamos nos hacia repasar y si suspendíamos nos obligaba a copiar lo que no nos sabíamos. Un día mi tutora llamo a mi madre a una reunión, para mi sorpresa podía estar presente.
La tutora le dijo que los profesores estaban contentos con mis notas que habían subido considerablemente. Querían felicitarla por mi progreso, después la tutora me pregunto:
-¿Te ayuda alguien a estudiar, normalmente?- Le dije que si y ella quiso saber quien era, así que le dije:
-Se llama Daniel y es el hermano de María, nos hace de tutor a las dos y nos ayuda en lo que no entendemos. Nos lo explica con tanta facilidad que resulta difícil no acordarse.- La tutora me dijo que estaba contenta por mi y que esperaba que siguiera así.
Mi padre al oírlo cuando mi madre le conto todo me dijo que le preguntara a Daniel si le podían compensar con algo por sus esfuerzos. Cuando le pregunte a Daniel él me dijo:
-No quiero nada, lo hago porque quiero. Pero me alegro de que tus profesores estén contentos, así podrás venir más a menudo.- Después como estábamos solos me beso intensamente aunque se separo rápido y dijo:
-Esta será mi recompensa, es algo por lo que si que seguiría dándote clases.-Sorprendida y sonrojada le mire y le dije preocupada:
-¿Este también es secreto?- Daniel riéndose se acercó y muy bajito me dijo en el oído haciendo que me sonrojase aun mas:
-Todo lo que tú y yo hacemos es secreto. ¿Vale?- Iba a añadir algo más pero su hermana nos interrumpió. Así que fingió que me estaba hablando de una estupidez y se fue a la ducha. Los siguientes días fueron iguales, aunque con su hermana delante, no volvimos a besarnos.
Un miércoles fui a estudiar ya que era el final de historia el que se nos ponía delante. Ese era mi gran reto, fechas, acontecimientos, teoría y más teoría. Ese examen estaba hasta en mis pesadillas, no quería que llegara pero no se podía evitar. A las 7 y veinte llego Daniel con sus amigos, María y yo no nos dimos cuenta. Estábamos muy concentradas, solo me di cuenta cuando Daniel dijo bromeando:
-¡Que silencio!, ¡cuidado chicos esto es grave! ¿De que es el examen?- Las dos respondimos a la vez y sin levantar la cabeza:
-¡Final de Historia!- Para no molestarnos se callaron y se pusieron ellos también a estudiar y repasar. Como María y yo nos habíamos sentado la una frente la otra a mi derecha se sentó Daniel y a la izquierda Carlos. A la derecha de María estaban Roberto y a la izquierda David. La madre de María llego a las 8 y como nos vio concentrados no nos dijo nada. Solo nos saco unos sándwiches y los dejó en la mesa. No nos dimos cuenta hasta que nos dijo:
-¿No tenéis hambre?- Poco a poco fuimos cogiendo hasta que no quedo ni uno. Después nos bebimos unas colas y seguimos estudiando. Estaba por el final del tema cuando caí en la cuenta de que no tenía esquema de ese tema. Busqué una hoja en blanco y revise el tema como me había enseñado Daniel pero seguía sin saber que poner le pregunté a María y ella me dijo:
-Yo lo tengo, lo hice ayer pero no esta acabado si quieres lo terminamos juntas.- Daniel levantó la cabeza y nos miró, después me dijo en voz baja acercándose:
-¿Qué sucede?, ¿Ya no te acuerdas de cómo hacer un esquema?- Le mire directamente a los ojos y le dije bajito muy enfadada:
-Si que me acuerdo, lo que pasa es que hay demasiada información, odio la historia. Me esta costando por que no se como especificarlo, por eso se lo pregunto a ella. ¡Estoy atascada!- Al ver mi cara de pena, cambio el tono de voz y ante la mirada de los demás me cogió el libro y la hoja. Después subrayo unas cosas y escribió otras en la hoja. Su letra era tan clara y bonita que no podía dejar de mirarla. Cuando finalizo me lo pasó y dijo mientras se acercaba para explicarme bajito:
-Acércate y mira, algunas fechas no hacen falta pero las principales son estas que te he escrito en la hoja. Después los hechos hay algunos que se repiten así que solo relaciónalos con las fechas...….- Después me dijo casi susurrando en mi oído:
-La historia puede hacerse muy pesada pero si en vez de calentarte la cabeza me pides ayuda ser hará ligera. Así que pídeme ayuda cuando la necesites, ¿vale?- Le dije un vale bajito. Cuando termino de explicarme lo que no entendía de los otros temas, todo me parecía más fácil.
A las nueve y cuarto me fui a casa porque mi madre es estricta con la hora, pero después de cenar volví a concentrarme en los esquemas. Sobretodo en el que tenia la letra de Daniel, lo estudie varias veces y me fui a acostar.
La mañana siguiente no se como me convencieron para participar en el playback de final de curso. La cosa era que salíamos todas las chicas y los chicos se encargaban del decorado y del sonido. Quedaban dos semanas para el final de curso, pero insistieron en que la coreografía era fácil de aprender. Esa tarde después del examen nos quedamos para ensayar, María me contó que cuando me fui de su casa Daniel y Carlos estuvieron hablando sobre mí, pero que no pudo averiguar nada porque estaban susurrando.
Nos quedamos las chicas y los chicos del decorado aunque algunos de sonido se quedaron a ayudar. A las siete nos fuimos a casa María donde nos pusimos a ensayar en su cuarto. Estábamos bailando cuando Daniel entró como siempre sin llamar diciendo:
-¿Has visto el cargador de mi móvil?- Ella enfadada le respondió:
-¡No! No lo he visto y acuérdate de llamar.- Él nos miro y dijo sonriendo travieso:
-¿Qué estáis haciendo?- Ella le conto lo del playback y él dijo que iría a vernos. Cosa que me puso muy nerviosa, después bajamos al salón para comprobar que estaban los de siempre. David nos dijo que ensayáramos delante de ellos, pero ninguna quiso.
Así que Daniel les dijo con guasa:
-¡Venga! Solo faltan dos semanas, iremos a verlas y si se equivocan nos reiremos un poco.- María les dijo rabiosa:
-Si es para eso no hace falta que vengáis, que no os queremos allí.- Después nos fuimos a dar una vuelta por la zona, a la hora de siempre me fui a casa.
Ese viernes como no teníamos deberes ni exámenes nos pusimos a ensayar desde un principio en el salón. Después cuando llegó Daniel con los demás nos fuimos a su cuarto, ellos protestaron diciendo que no se burlarían pero no nos quedamos.
Esa noche cuando llegue a casa mi madre me dijo que me había llamado María para decime que me había dejado el jersey en su casa. Mi madre me dijo que fuera a recogerlo y cuando le pregunte si podía quedarme a cenar me dijo que si, que no pasaba nada por que era viernes.
Al llegar resulto que se quedaban todos a cenar, los padres de Daniel no estarían hasta más tarde. Me había cambiado en casa, llevaba una camisa de manga corta negra con pico y unos vaqueros pegados que me quedaban muy bien, también me puse unos botines negros. Pero no me moleste en deshacerme la coleta y maquillarme. Cuando me abrieron la puerta Carlos y David me miraron de arriba a bajo, pero no dijeron nada solo silbaron y se rieron.
Estaban discutiendo sobre que pedir, al final pidieron pizza carbonara, colas y chucherías varias. Mientras llegaba la comida, nos pusimos a jugar a la consola. Se trataba de pisar las flechas en una alfombra en el momento justo. Al principio no daba ni una, pero a la tercera canción empecé a subir de rango. Roberto iba ganando cuando decidieron hacer equipos. Los equipos los formaban:
EQUIPO A: Daniel, María y Roberto.
EQUIPO B: Carlos, David y yo.
Nos turnábamos para jugar de 2 en 2, mientras los demás anotaban las puntuaciones. Por suerte Carlos era bueno jugando casi conseguimos empatar pero ganaron los otros ya que tenían a Roberto, que era el dueño del juego.
Mientras cenábamos María me pregunto:
-Emily, ¿Vas a venir al viaje de final de curso?-Le respondí que si, mis padres como premio me habían pagado el viaje. Ella me dijo que también iba pero que le faltaban algunas cosas, como el saco de dormir, las botas y la colchoneta. Extrañada le dije:
-¿No tienes saco de dormir y una colchoneta? En mi casa tenemos 4 si quieres te presto lo que te falta, menos las botas que me hacen falta a mí. Vamos mucho de acampada así que ya lo sabes si algún día quieres venir solo tienes que decirlo.- Ella ilusionada dijo que esto le ayudaría mucho, seguíamos comentando las cosas cuando Carlos preguntó:
-¿Dónde es el viaje?- Le explicamos que nos íbamos cinco días y cuatro noches a Teruel, en un campin de Albarracín. Los profesores alquilaban las tiendas y nosotros llevábamos todo lo demás. Las comidas se hacían en un restaurante que estaba dentro del campamento. También había piscina y pistas para practicar baloncesto, frontón y futbol. En broma María me dijo:
-Quizá algún chico se nos declare, he oído que vamos con los mayores, seria divertido. Además hay algunos que van detrás de ti, seguro que alguno se atreve en el viaje, ¿Qué harás?- Riéndome le dije siguiendo la broma:
-Todo depende de lo guapo que sea, pero seria divertido que se nos declararan en medio de la naturaleza. ¡Que romántico! Aunque a mi me encanta la playa es mucho mejor que la montaña.- Al decirlo las dos rompimos en carcajadas, pero Daniel y Carlos no.