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Chapter 11 - 10.Llega Daniel

Pasamos unos días con la rutina de siempre, por la mañana iba con Adam a hacer los recados al pueblo, después íbamos a la playa con los amigos, comíamos, veía la tele hasta la hora de salir, quedábamos en casa de alguno, pasábamos el rato haciendo lo de siempre y a la hora nos íbamos a cenar. El martes siguiente al llegar a la playa vi a María y a Daniel, me sentí muy contenta de verlos, así que les grite muy emocionada:

-¡María!, ¡Daniel!, ¡Hola!- Ellos se giraron y me saludaron con el mismo entusiasmo. Daniel tenía un balón en los pies y llevaba la toalla de un equipo de futbol en el cuello. María llevaba la toalla de una película en una mano y en la otra la crema solar.

Al llegar a ellos les presente a Adam, después cuando llegaron los demás los presente de nuevo y nos fuimos al agua. Estuvimos jugando a pasarnos el balón, tomando el sol y también fuimos a dar un paseo mientras charlábamos de chorradas.

A la hora de comer quedamos en vernos en casa de Will por la tarde, para jugar al futbolín que tenía en su garaje. Will les explicó cuál era su casa ya que ellos veraneaban justo enfrente.

A las cinco Adam me estaba esperando para irnos, fuimos a pie charlando sobre que Daniel y María, que por suerte habían caído bien a todos. Al llegar allí ya estaban Dolly, John, Anthony, Daniel y María. Dolly nos saludo y empezamos a charlar, ella es una chica bajita, un par de años menor que yo, morena, con el pelo corto, ojos marrones, y un poco fornida. Es una apasionada de los deportes, tiene todo su cuarto con posters de equipos de todas las modalidades. Después vino Lili con Peter, faltaba Gina pero como nunca es puntual, los chicos quisieron jugar mientras ella llegaba.

Gina es la clase de chica popular entre los chicos, pelo largo rubio, ojos azules, delgada, alta, pero es un tanto creída y un poco pesada, si no sabes como aguantarla te resulta un incordio. Peter es el típico buenazo, es un chico moreno, con pecas, ojos marrón claro, alto y algo flacucho. Peter me cae muy bien siempre congeniamos en casi todo y es muy bueno dando consejos.

Como a mi se me da mal el futbolín hacia de arbitro mientras los chicos jugaban por turnos. En medio de un partido llego Gina, saludo y se sentó con los demás. Daniel se giro al oírla y la miró, no paso mucho tiempo pero ella se dio cuenta y le sonrió. Nervioso se volvió hacia el juego haciendo un gran error a favor del equipo contrario. Nunca quise hacerme ilusiones pero si las tenía ahora se me habían caído todas de golpe. Pues parecía que a Daniel le había hecho algo de gracia Gina y eso me deprimía. Después del futbolín pasamos a jugar al voleibol, se me da bien pero me pusieron con un mal equipo. Jugábamos: Daniel, Will y Dolly contra John, María y yo. Los demás no quisieron jugar y Peter hacia de arbitro, me lo pasaba bien jugando con ellos. Al rato Gina dijo con gracia:

-Daniel, ¿Me acompañas a casa?- Eso sonó a invitación para estar a solas y conocerse mejor pero Daniel le dijo un poco avergonzado:

-¿Por qué tengo que ir yo?- Eso me dijo mucho de él, no era de los que picaban por una sonrisa. Al final fuimos todos juntos, mientras por el camino Daniel gastaba bromas y todos nos reíamos. Siempre me pareció que tenía buen sentido del humor, sus bromas no eran pesadas y encima era bueno con los demás.

Como siempre y en todos los veranos Peter y yo íbamos charlando juntos, después de Adam, Peter era la persona en quien puedo contar cuando tengo un problema.

Uno de los días más importantes del verano fue el día en que jugando a quitar el balón cambiamos los equipos. Jugamos chicos contra chicas gracias a el capricho de Gina, en un principio a mi me tocó cubrir a Adam cosa que no me molestaba, pero al retirarse Gina que estaba molesta por no cubrir a Daniel y John que se canso de jugar me tocó cubrir a Daniel.

Yo me queje diciendo que no era justo, Daniel media casi dos cabezas más que yo. Daniel dijo:

-¡Vale! Pues te subo a los hombros y ya está. ¡No te quejaras!- Sin dejarme responder se sumergió y paso la cabeza entre mis piernas. Cuando me quise dar cuenta estaba encima de sus hombros, mientras que sus manos estaban en mis muslos. Avergonzada le dije:

-¡Bájame! Que si me caigo me puedo hacer daño.-Él dijo que lo solucionaba enseguida, entró hasta donde el agua le llegaba al pecho, levantando la cabeza dijo:

-¡Ya! Ahora si te caes no pasara nada.-Todos empezaron a jugar, cuando le pasaron la pelota a Daniel, intente cogérsela y al hacerlo me resbalé arañándole sin querer la espalda. Cuando salí a la superficie le vi el arañazo, me sentí mal y le dije preocupada:

-Daniel, ¡Lo siento! ¿Te escuece?- Él extrañado pregunto:

-¿El que?- Le hice una señal para que se girara y le señale donde tenía el arañazo, sin preocuparse me cogió la mano y dijo mirándola:

-Pues no tienes las uñas largas, ¡menos mal!-Cuando dijo esto su madre le estaba llamando para ir a casa. Sin soltar mi mano me llevo hacia fuera, cuando faltaba poco para llegar a la orilla me soltó diciendo:

-Te veo esta tarde, jugaremos un rato al pingpong en mi casa. ¡Haremos un torneo!- Los demás no le habían oído pero quedamos en vernos todos allí. Al salir fue a coger su toalla, cuando se agacho Gina le dijo con cara molesta:

-¿Quién ha sido la gatita?- Daniel le dijo sonriendo divertido que no sabía quien había sido, ella le dijo:

-Habrá sido Emily, quiere marcarte como si fueras su chico.- Él riéndose le dijo bajito para que nadie más lo oyera:

-¿Y? ¡No tengo problema con eso!-Después se fue a casa, la mayoría nos quedamos mirando la cara de Gina que estaba enfadada pero ella solo me miraba a mí. A las cinco Adam nos esperaba a Natalie y a mi, mi prima tiene dos años menos que yo. Es morenita de piel, pelo claro, ojos marrones y delgadita. Cuando llegamos Daniel estaba jugando con dos niños pequeños. Eran sus vecinos, estaban entre ambos intentando quitarle el balón pero sin éxito. Cuando nos vio les dejo el balón y vino hacia nosotros, nos dijo que le siguiéramos con la mano hacia el garaje. Allí tenían una mesa de pingpong, como los otros no tardarían jugamos una partida rápida. Al principio no di ni una, al final Daniel que hacía equipo con mi prima me dijo:

-Emily, ¡juegas de pena! ¡Ven! Mira se hace así…..-me acerque a él y para mostrármelo mejor me cogió la mano donde tenia la raqueta. Después se coloco detrás de mí y cogiéndome de la cintura me dirigió. La cuestión fue que conseguí darle a la pelota, aunque mi corazón latía a 1000 por hora. Al conseguirlo grite un "Bien" y Daniel riéndose volvió a cogerme diciendo:

-Ahora intenta que caiga en el otro campo, no le des muy fuerte que si no se irá lejos y no contara.- Lo volvimos a intentar y lo conseguí, en ese momento sentía a Daniel muy cerca de mí. Su cuerpo estaba pegado al mio, casi me costaba respirar hasta que Gina que entraba dijo:

-¿Me enseñas a mí ahora o te duele la espalda?- Al oírla me separe un poco, pero Daniel seguía cogiéndome de la cintura mientras le decía señalando con la otra mano a John que estaba detrás de ella:

-Que te enseñe él que juega mejor que yo, seguro que así ganáis. Me lo ha demostrado esta tarde, he perdido contra el por varios puntos.-Los demás vinieron y María entro, había estado ayudando a su madre con las tareas. Los equipos se hicieron por experiencia en el juego. Estaban formados por uno que sabía jugar y otro que no, por turnos los equipos eran:

1. MARIA Y DOLLY. 2. ADAM Y WILL. 3. NATALIE Y PETER

4. GINA Y JOHN 5. LILI Y ANTHONY 6. DANIEL Y EMILY.

En el primer partido jugarían el número 1 y el 2, mientras los demás nos sentábamos. Para ver mejor me quede de pie, también fue por que no habían suficientes sillas. En el primer partido se perdió una pelota y como quedaba una Daniel dijo que mientras jugaba el segundo grupo que el iría a por más. Mientras se levantaba me dijo:

-Siéntate tú, ahora vuelvo, cuídame el sitio.- Le dije que si y me senté, mientras jugaban los demás. A medio partido Daniel ya estaba allí con un tubo lleno de pelotas, al verle me intenté levantar pero él me dijo:

-¡No te levantes! Para lo que queda…. somos los siguientes.- Cuando acabo nos toco a nosotros, al terminar quedábamos así. La final de partidos como lo anunciaba Peter:

1. GINA Y JOHN 2. ADAM Y WILL 3. DANIEL Y EMILY

Jugaríamos por orden como antes, al irnos a sentar me senté en una tumbona, esta vez él que se quedó sin asiento fue Daniel. Cuando María y Dolly se burlaron me entró la risa. El sonriendo como haciendo broma me dijo:

-¡Venga! déjame sentarme no seas mala que yo te he dejado asiento antes, después cambiamos.- Cuando iba a levantarme me dijo travieso:

-¡Espera! Tengo una idea que será mucho mejor para ambos.- Diciendo esto se me sentó encima, riéndome empecé a empujarle la espalda diciendo:

-¡Jo! ¡Daniel como pesas! ¡Quita!- Él muerto de risa se levanto, cuando me levante para ponerme bien la falda que llevaba, Daniel aprovechó y se sentó. Me quedé delante de él estirando la falda, sin pensárselo mucho me sentó encima de él. Todos nos miraban divertidos, me puse como un tomate, intente levantarme per él no me dejaba. Había cruzado los brazos en torno a mi cintura y hacia fuerza para que no pudiera levantarme. Después de varios intentos, Daniel me dijo bajito cerca de mi cuello riéndose:

-¡Tengo más fuerza, así que no sigas! Además no me molesta tu peso y me ayudas haciendo que Gina no se haga ilusiones, no me hace gracia que se crea alguien importante.- Me rendí y me apoye en él, oí como decía bajito:

-¡Eso esta mejor!- Mi corazón iba como loco, pero como nadie dijo nada más, me tranquilicé un poco. Aunque mi mente no paraba de repetirme que sus brazos seguían aferrándome por la cintura y mi corazón estaba enloquecido. Aparte también empecé a recordar los besos que me había dado en invierno, eso lo puso peor pero intente que no se me notara. Después nos tocó jugar contra Adam y Will que estaban demostrando ser los mejores. El partido contra nosotros también lo ganaron así que se nombraron campeones. A las ocho María dijo:

-¿Y si cenamos todos juntos?- Como era pronto fuimos a casa a consultarlo y en caso afirmativo volver con la cena. Todos volvimos menos Gina y Lili, que no les dejaron. Propusimos cenar en el garaje, así que tuvimos que bajar de su casa sillas y una mesa. Cenamos con ánimo, riendo y charlando, al terminar fuimos a pasear por la playa que queda cerca de su casa.

Todos iban haciendo la cabra, haciendo volteretas y saltos, Adam, Daniel, Peter y yo charlábamos sobre una serie que hacia poco que había salido. Al dar la vuelta para volver me puse a hablar con Peter los dos solos. Peter me dijo:

-Emily, tienes algo con Daniel, ¿verdad?- Le respondí al tiempo que miraba la espalda de Daniel, que iba charlando con Adam delante de nosotros:

-No, la verdad es que no sé que pensar, no quiero hacerme ilusiones pero me gusta mucho. Encima has visto como me trata, ¿Qué hago? ¿Y si me hago ilusiones y me llevo la decepción de mi vida?- Peter estaba convencido de que Daniel me hacia mucho caso. Él dijo que si solo quisiera ser mi amigo no me trataría con tanta confianza, como por ejemplo como trataba a Lili o a Dolly era bueno con ellas pero no les hacia esas cosas. Seguíamos hablando cuando llegamos a la puerta de casa Daniel, se pusieron a jugar a futbol y me quede sola cuando Peter se apuntó. No podía dejar de mirar a Daniel, de repente cuando marcó un gol ser giró y me guiñó un ojo. Me dio vergüenza pero como nadie lo había visto estaba contenta y bueno intente contener el entusiasmo que estaba sintiendo. Cuando se hizo la hora de volver nos despedimos y nos fuimos a casa, esa noche no pare de darle vueltas a lo que me había dicho Peter.