Cuando Davi abrió los ojos, el sol ya había salido y la luz estaba fluyendo por la habitación gris. Sentía los ojos pesados, por lo que pasó unos minutos bostezando y pestañeando sin darse cuenta de que estaba abrazando a alguien.
Al momento que decidió levantarse, sus ojos se abrieron y sus nervios se descontrolaron cuando vio la situación en la que se encontraba. Estaba abrazando a Sei con un brazo y una pierna, una posición bastante vergonzosa, al menos para ella.
Su corazón se revolucionó, pero al pensar que Sei podría seguir dormido, se forzó a mantener la calma. Aún no podía mover la cabeza porque temía despertarlo. Así que luego de respirar profundo silenciosamente, se comenzó a mover. Con lentitud quitó su pierna y luego su brazo, tan suave como pudo. Pero al momento que levantó la cabeza, sintió como si toda la sangre se le fuera al rostro. Debido a que Sei ya estaba usando su máscara, lo que solo podía significar una cosa: que había estado despierto todo este rato. ¿Eso significaba que todo este tiempo estuvo esperando a que despertara?
Davi se levantó abruptamente y se enderezó mientras ponía distancia entre ellos y cuando vio el reloj de la pared, sus ojos se abrieron al mirar a Sei.
—T-te vas de nuevo hoy, ¿verdad? —preguntó ella, entrando en pánico.
—Sí.
La respuesta de Sei causo que Davi se aferrara fuerte a la manta. En su rostro se reflejó una disculpa.
—Perdón... —dijo mientras se mordía el labio. Sabía que Sei cada vez que viajaba se iba temprano, ¡y ya era pasado las diez de la mañana! ¿De verdad esperó a que despertara? ¿Por qué no me despertó?
—No, está bien. No estoy apurado.
—¿De v-verdad?
—Sí.
Al oír la confirmación del hombre, Davi finalmente sonrió y suspiró con alivio.
Pero la verdad era que Sei se había despertado hace una hora. Incluso más tarde que la última vez, por lo que concluyó que la chica en sus brazos era demasiado contagiosa.
Estaba consciente de que ya estaba muy atrasado, pero aprendió la lección de la vez pasada: que Davi despertaría si trataba de mover su brazo o su pierna. Pensó en que se había quedado estudiando y trabajando duro hasta tarde y simplemente no tenía corazón para despertarla. Por lo que lo único que podía hacer era esperar sin moverse a que ella despertara, sin prestarle atención al chico al otro lado de la puerta que se estaba volviendo loco.
…
Cuando Davi salió de la habitación, el mayordomo le comunicó que ambos hombres ya se habían ido y que volverían al día siguiente. Davi solo pensaba en que era su culpa después de todo, pero considerando que tenía que ir a Blue city de nuevo, se abrigó rápidamente y abandonó la casa.
Después de un día cansador, Davi se dirigió directamente al nuevo departamento de lujo en Sky Town, donde se trasladó su hermano luego de que le dieran en alta en el hospital. Era de hecho, el departamento del que le habló el Sr. Chen cuando su hermano estaba en el hospital. La primera vez que fue a verlo, no lo puedo creer, por lo que trató de conversar sobre ello con el Sr. Chen, pero el hombre le dijo que ya estaba a su nombre. El departamento simplemente era demasiado, le dolió la cabeza de solo pensar cuánto costaba un lugar como ese.
Sin embargo, ella no se haría cargo de nada. Sabía que no tenía derecho a negarse tampoco, porque ya estaba en el contrato.
Al momento en que se abrió la puerta, Davi abrazó a su hermano menor de inmediato, apretándolo como si fuera una pequeña almohada blanca. —Haru... te extrañé.
—Yo también, hermana. ¿Te quedarás acá esta noche?
—Ajá. Mira, traje una cacerola para nosotros. Tengamos un festín, solo los dos. Jaja.
—Guau, me encanta. Me trae recuerdos.
—Jaja. Tienes razón. ¡Vamos! Preparémoslo rápido.
Ambos hermanos se dirigieron a la cocina y empezaron a cocinar felices. Hablaron como si fueran mejores amigos que estuvieron separados por años y finalmente se les presentó la oportunidad de ponerse al día.