Mirando a la chica vestida de verde que caminaba firmemente hacia adelante, el campo de entrenamiento mantuvo silencio mientras miradas abrasadoras se enfocaban sobre su figura. Desde la elevada plataforma, todos los miembros de la clase alta del clan dejaron de charlar mientras también se centraban en la perla del clan Xiao.
Xiao Zhan, junto con los tres ancianos, tenía un rostro serio con un poco de curiosidad. Realmente querían saber a qué etapa había llegado la persona número uno de la generación más joven del clan Xiao tras un año de entrenamiento.
…
Aquí, todos los ojos se enfocaron intensamente hacia abajo en la chica que estaba caminando hacia el monumento de piedra a un ritmo que no era lento ni rápido. Ella alzó su pequeña mano, revelando su piel blanca como la nieve mientras la manga caía.
Mientras su preciosa mano tocaba suavemente el monumento de piedra, Xun Er acercó sus ojos gradualmente mientras su Dou Qi interno se fortalecía rápidamente.
Aceptando el Dou Qi entrante, el monumento siempre silencioso proyectó rayos brillantes de luz.
¡Dou Zhe de una estrella!
Mirando estas cuatro palabras gigantes que brillaban sobre el monumento de piedra en el centro del campo de entrenamiento, todos estuvieron callados por un momento y, como si despertaran, estallaron en ovaciones.
—¡Señorita Xun Er, Dou Zhe de una estrella!
Sorprendido por las cuatro palabras amarillas brillantes, el operador no pudo evitar sacudir su cabeza.
—Jaja… Dou Zhe de quince años… ella realmente es…
Escuchando el anuncio del examinador, Xiao Zhan inhaló un poco de aire, pero sus últimas palabras fueron murmuradas.
Los tres ancianos asintieron un poco mientras sus rostros mostraban su sorpresa. Aunque aún había una pequeña diferencia con el logro de convertirse en Dou Zhe de Xiao Yan cuando tenía doce años, esta velocidad de entrenamiento suya podía considerarse monstruosa.
En medio del campo de entrenamiento, Xiao Mei, quien había sido admirada por todos, también estaba pasmada por las cuatro palabras brillantes del pilar de piedra. Observando el monumento, sintió impotencia. Solo quince años para convertirse en Dou Zhe de una estrella; esa hazaña la cegó a ella, quien no esperaba tal proeza de Xun Er.
Al final de la multitud, Xiao Yan frunció sus labios con nervios. No esperaba que Xun Er llegara a la zona Dou Zhe y también llegara a una estrella, todo un nivel sobre alguien que acababa de comprimir su ciclón Qi. Esta velocidad de entrenamiento podía compararse incluso con de él mismo, quien había estado usando el elíxir de bases para potenciar su velocidad de entrenamiento.
Xun Er ignoró a las otras personas y arrugó su ceja desaprobatoriamente como si no le gustara la atención. Luego, caminó de vuelta a la multitud y, notando la sorpresa de Xiao Yan, sonrió juguetonamente.
—¡No estés tan orgullosa! Con tu talento, este logro estaba dentro de mis expectativas. Si no alcanzabas el nivel de Dou Zhe, estaría muy sorprendido.
Xiao Yan encogió sus hombros y bromeó.
Escuchando eso, el pequeño rostro de Xun Er se entristeció por un momento, mirándolo.
Halando a Xun Er para que se sentara en la esterilla, Xiao Yan pareció aburrido mientras observaba a los otros miembros del clan que seguían en las examinaciones.
Hablando honestamente, entrenar el Dou Qi hasta el Duan Qi 7 antes de cumplir los quince requería un talento decente para lograrlo. Sin embargo, aquellos con talento decente no eran tantos como uno pensaría e incluso dentro del clan Xiao, solo dos o tres de cada diez de personas lo lograban.
Mientras el tiempo transcurría, más y más personas no eran consideradas aptas, opacando el ambiente del campo de entrenamiento. Aquellos que no pasaron mostraron una cara larga cuando fueron rechazados, pero cuando veían que otros tampoco pasaron, una pequeña sonrisa apareció en sus rostros.
Sentado en el suelo, Xiao Yan siguió observando la prueba. Más de cien examinandos, pero solo dos personas fueron como Xiao Mei y llegaron a Duan Qi 8 y nadie llegó al Duan Qi 9, mucho menos convertirse en Dou Zhe; por supuesto, esto excluía a Xun Er.
En el campo, el número de examinandos disminuyó lentamente y solo estuvo Xiao Yan y unos pocos restantes al final.
Pronto, un funesto examinando se levantó y subió, aunque sabía que no tenía posibilidad de calificar.
Para la última docena de examinandos, todos sabían que estas personas estaban en el fondo del clan y, si no fuera por las evaluaciones justas, era probable que estas personas hubieran sido descalificadas sin ser evaluadas.
—¡Xiao Yan!
De pie al lado del pilar de piedra de abajo, el operador anunció el nombre con dificultad.
—Xiao Yan-gege, es tu turno…
Xun Er dijo gentilmente, sosteniendo levemente la mano de Xiao Yan con sus pequeñas manos suaves.
Levantando su cabeza un poco, Xiao Yan abrió sus ojos e inspeccionó el campo de entrenamiento. ¡No pudo evitar reír cuando vio las miradas llenas de las expectativas de su fracaso!
Levantándose lentamente, Xiao Yan giró su cabeza hacia la plataforma elevada y le sonrió a Xiao Zhan.
Mirando que su hijo avanzaba mientras le sonreía, Xiao Zhan asintió animadamente mientras una mano traía adelante una taza y se recostaba despreocupadamente sobre su silla.
Inhalando silenciosamente, Xiao Yan caminó con confianza hacia el pilar de piedra; sus ojos proyectaban una luz extraña que hizo que los miembros del clan que se reían abrieran bien los ojos.
Bajo las miradas complejas, Xiao Yan llegó al monumento negro finalmente.
Mirando al joven vestido de negro ante él, el examinador suspiró internamente. Ese año, cuando Xiao Yan creó un milagro, él fue el primero en presenciarlo, pero también fue el testigo de los pasos tristes del genio tres años después de ese brillo intenso. Si en ese día no ocurría un milagro, esa también sería la última vez que ese joven sería evaluado.
En el campo de entrenamiento, las miradas intensas se enfocaron sobre Xiao Yan cuyo pecho se alzó lentamente mientras traía su mano hacia adelante y la posaba sobre el frío pilar de piedra rígido.
En este momento, todos enfocaron sus miradas sobre el monumento. Sabían que esta era la última vez que verían al genio que sorprendió a toda la Ciudad Wu Tang una vez en una prueba de Dou Qi.
¡El monumento de piedra guardó silencio por un momento antes de que una luz intensa emergiera!
Sobre el monumento de piedra, había palabras amarillas brillantes, haciendo que los corazones de todos en el campo se detuvieran por un instante.
—Dou Zhi Li…¡Duan 7!