El demonio monstruoso, Dios de la Guerra No. 1, había comenzado a moverse de manera irregular una vez más, tejiendo más allá de los numerosos ataques por un pequeño margen. Todo eso ocurrió dentro del lapso de un solo segundo. ¡Sin embargo, aún no servía de nada!
La diferencia en las capacidades técnicas era demasiado grande.
Todos se quedaron sin aliento de admiración, y algunos incluso sintieron una leve punzada de arrepentimiento. El ataque había sido evitado casi por completo.
A pesar de su vigoroso movimiento, la parte final del ataque de doble onda seguía intentando golpear al Dios de la Guerra No. 1. Mientras éste se balanceaba esquivando la avalancha de ataques, Arcoíris ya se estaba preparando para lanzar otro ataque.
De repente, el Dios de la Guerra No. 1 disparó su rifle láser.
¿Cómo no explotó el Dios de la Guerra No. 1?
¡Eso era imposible!
