─ Hola, señor Carter.
Rhode levantó la vista, saludó al hombre que tenía en frente y sonrió.
─ Gracias por su ayuda.
─ No se preocupe. No fue nada.
Carter tenía un cuerpo alto y fuerte, y cabello rojo brillante peinado hacia atrás de forma casual. Por sus rasgos, debía haber nacido al noroeste de Lygatto. Una espada corta y otra larga colgaban en silencio a ambos lados de su cintura, y su rostro anguloso revelaba su fortaleza y escrutinio. Por su apariencia, claramente no era un mercenario común.
Mientras Rhode observaba al hombre que tenía delante, Carter también lo miraba en silencio.
A juzgar por la apariencia de Rhode, era fácil concluir que era algún noble joven y arrogante. Por su delgado físico, piel pálida, rostro femenino, y vestimenta, sin importar como lo vieran, no se veía como un aventurero. Parecía más un niño rico de segunda generación.
Sin embargo, Carter creía que ese joven no era tan normal como aparentaba debido al misterioso círculo en su mano derecha. Como era una clériga, Lize podía detectar el rastro de magia del círculo misterioso, lo cual indicaba que él no mentía. Pero en base a los años de experiencia de Carter, era raro ver a alguien con magia directamente incrustada en su propio cuerpo. Desde ese punto, él sospechó que ese hombre no era alguien normal.
Previamente, en su breve conversación, Carter pudo sentir que ese joven no era ni arrogante ni humilde; su expresión era muy calmada. Carter oyó decir a Lize que aunque se había despertado de un coma en solo diez minutos, fue capaz de comprender su situación. A juzgar por eso, estaba seguro de que Rhode era mucho más fuerte que esos jóvenes y arrogantes nobles.
─ Oí que usted viene de la Pradera Este.
─ Si ─afirmó Rhode y asintió con la cabeza.
─ Entonces, ¿a dónde iba?
─ Solo viajaba por ahí─dijo Rhode, encogiendo los hombros.
─ Soy un aventurero; aventurarme libremente es parte de mi vida. Desde luego, por favor, quédese tranquilo. No le traeré ningún problema.
─ Muy bien.
Como Rhode estaba siendo honesto, no necesitaba preguntarle nada más. En ese momento estaban en una misión; naturalmente, no querían sumarse otro problema más. Así que, luego de decir unas pocas palabras, algo así como «descansa un poco», decidió no decir nada más y se fue. Después de todo, él era el líder del grupo mercenario. Tenía muchas cosas que hacer; no podía desperdiciar su tiempo ahí.
Al poco tiempo, Rhode estaba bastante aburrido. Sin embargo, disfrutó cuando Lize le trajo comida. Aunque no eran más que pan y carne ordinaria que ya había comido un sinfín de veces en el juego, solo eran comidas «falsas» y nada más lo hacía para restaurar su HP y MP. Además, no tenían sabor y solo llenaban el estómago. Sin embargo, ahora estaba experimentando su verdadero sabor en carne propia; podía considerarlo como una buena experiencia.
Tenía que admitirlo, el sabor no era tan bueno como decía en la descripción del producto.
─¿Cómo te sientes? ¿Todavía te duele la herida?
La chica rubia sentada a su lado tenía una expresión seria y preocupada. Mientras miraba su hombro, sus ojos se veían ligeramente inquietos. Simplemente no aguantaba verlo.
─ Ahora está bien ─dijo Rhode, moviendo su mano izquierda. El dolor en su esternón no era tan fuerte como antes. Al principio, hasta le dificultaba la respiración, pero ahora había mejorado mucho.
─ Qué bien.
Al oír la respuesta de Rhode, la expresión nerviosa de Lize se relajó mucho.
─ Pero aún tienes que descansar. Estarás mejor después de que lleguemos a la Ciudad Piedra Profunda. Tal vez puedas recuperarte más rápido allí─dijo sinceramente la chica. Aunque la persona acostada frente a ella no era más que un extraño al que apenas conocía, viendo su expresión, era aparente que eso no le importaba.
─ Gracias.
─ De nada. Es lo que se supone que debo hacer.
Entonces, se levantó. Su rubio y sedoso cabello siguió todos sus movimientos. Se balanceaba de izquierda a derecha, dándole alegría y ánimo a los otros.
─ Entonces…
Antes de que pudiera terminar, el barco se sacudió bruscamente.
Lize perdió el equilibrio y casi cayó sobre la cama. Por suerte, se las arregló para estirar el brazo a último momento y sujetar la cabecera. Se miraron a los ojos antes de esquivarse la mirada rápidamente.
El barco flotante navegaba gracias al viento; el cielo no era como el océano, donde había arrecifes y torbellinos. Sin embargo, eso no quería decir que no hubiera peligro. Era obvio que la situación no era normal.
─ Iré afuera a ver qué sucede. Quédate en la habitación y descansa, por favor ─dijo Lize en voz baja. Inmediatamente se volteó y salió. Lugo de cerrar la puerta, Rhode no pudo evitar mirarla fijamente cuando salía. Estaba sin palabras. Ella parecía mayor que él, pero ¿era necesario que le hablara como si fuese un niño?
Pero tras un momento, se pudo ver una sombra volando desde la ventana. De repente, Rhode se puso serio. Giró un poco su cabeza y miró por la ventana. Pronto, había tres, cuatro figuras verdes volando afuera. Al mismo tiempo, pudo escuchar un leve rugido.
─¡Grrrr!
Al escuchar ese sonido, el corazón de Rhode zozobró.
¡Estaban en gran peligro!
En ese momento, la cubierta ya se había vuelto un caos.
─ No esperaba encontrarnos con estas malditas cosas.
El pelirrojo líder mercenario estaba sosteniendo una espada parado en la vanguardia. Miraba seriamente a esas figuras verdes volando alrededor del barco. En apariencia, eran unas largas serpientes con alas, cerca de un metro de largo. Aunque sus delgadas figuras les hacía parecer frágiles, cuando exponían sus grandes bocas se podían ver filas de colmillos afilados. En poco tiempo, Carter concluyó lo que eran.
Serpientes de Viento.
─ Parece que nos metimos en el territorio de las serpientes.
El gordo comerciante estaba escondido al lado del líder mercenario. Con un rostro pálido, limpió el sudor de su frente con un pañuelo.
─ Maldito sea ese bribón Picco. ¡Lo sabía! ¡Sabía que habría algún problema si ese bastardo estaba dispuesto mostrarme esta ruta por tan poco! ¡Ese sanguinario bastardo! ¡Cuando regrese le haré saber lo poderoso que soy!
─¡Hablemos después de salir de aquí! ─exclamó Carter, interrumpiendo los gritos histéricos del comerciante gordo. A su alrededor, habían cientos de Serpientes de Viento rodeando al comerciante. Al principio, creyó que podía asustar a ese grupo de monstruos lanzando una lluvia de saetas. Pero la naturaleza empedernida de las Serpientes de Viento iba más allá de su imaginación, o podría decirse que la muerte de una de sus camaradas las había inspirado a ser más feroces.
En ese momento, ellas ya ocupaban la cubierta exterior y comenzaban a moverse hacia el centro. Los mercenarios ya habían descartado sus ballestas y desenvainado sus armas de cuerpo a cuerpo para combatir con sus enemigos de cerca.
─¡Tú! Ve y escóndete adentro. ¡Dile al capitán que debemos irnos de aquí lo antes posible!
Carter usó el reverso de su mano para empujar al comerciante gordo hacia la cubierta del capitán, luego dio dos pasos hacia adelante y ágilmente blandió la espada en su mano para cortar a la Serpiente de Viento que se lanzaba hacia él. Pero pronto, dos Serpientes de Viento más reemplazaron a su camarada muerta.
«¡No tenemos suficientes hombres!»
Carter no pudo hacer más que fruncir el ceño. Dio un vistazo por toda la cubierta y vio que solo quedaban seis personas y que eran las que él había traído consigo a esta misión. Aunque el barco mercante tenía guardias propios, su experiencia no era suficiente. De hecho, antes de la primera oleada de ataques, el número de guardias había bajado a un tercio. Mirando a sus expresiones de pánico, supo que no podrían aguantar mucho más. El rostro de Carter endureció al ver esos monstruos espantosos.
El problema no era que él no tuviese experiencia enfrentando Serpientes de Viento, sino que era su primera vez luchando con tantas a la vez, la cual cosa le ponía algo nervioso. Otra vez dio un paso adelante. Su cuerpo se movió flexiblemente, creando un semicírculo. Luego dio una estocada hacia su lado, penetrando el cuerpo de la Serpiente de Viento. La serpiente cayó al suelo ensangrentada, y después de un par de fuertes rugidos, se volvió un cadáver.
Carter miró hacia arriba e inconscientemente miró a su alrededor. Entonces, su corazón se aceleró de repente.
─¡Lize! ¡Cuidado!
La chica fue incapaz de reaccionar por un segundo.
Curar a uno de los mercenarios envenenados la había hecho consumir su poder en exceso y por poco la había hecho perder el conocimiento. Aunque se había precipitado hacia la cubierta hacía unos pocos minutos, ya había sanado a mucha gente herida. Como la única clériga del grupo, Lize, por supuesto, tenía que tomar esa responsabilidad.
Después de escuchar la advertencia de Carter, volteó su cabeza.
Lo que vio en ese instante fue una gran boca con dos afilados colmillos.
En ese momento, solo pudo quedarse congelada. Al ver a la Serpiente de Viento frente a ella, no pudo pensar ni supo cómo reaccionar. Delante de ella, pudo ver con claridad los fríos, afilados, y brillantes colmillos. Incluso pudo ver la carne de adentro, y oler un claro hedor.
Acto seguido, una mano se estiró detrás de ella, sujetó su espalda y la tironeó hacia atrás en el último segundo.