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Chapter 28 - Capítulo 28: Vienen Los Problemas

Bajo el matorral, Orlando frunció el ceño cuando notó que los guardias habían bajado la cabeza.

—¿Estás seguro de que ese es el carruaje? —le susurró a la persona que estaba a su lado.

—Sí, mi señor. Los habíamos estado siguiendo desde que llegaron al pueblo de Riverwood. Tenga por seguro que la Srta. Helen de la familia Keller está en este carruaje.

—Entonces explícame por qué la cantidad de personas en ese coche parece ser inconsistente con tu informe inicial.

—Mi señor, los otros tres que están en el carruaje son unos viajeros. Aunque no conocemos su identidad, no deberían estar relacionados con la familia Keller, y su fuerza no es nada espectacular.

—Muy bien. Recuérdales a los demás que estén en guardia y listos para atacar. El fracaso es inaceptable.

Orlando no siguió hablando después de eso. Cuando recibió información sobre la partida de Helen de la ciudad, se llenó de alegría. Finalmente tenían la oportunidad de capturarla viva. Para Orlando, esta tarea no era para nada difícil.

—Sí, mi señor.

El hombre se dio la vuelta y desapareció rápidamente en el follaje. De vez en cuando, Orlando se asomaba por el arbusto y veía el coche, pero esta vez, la puerta del carruaje se abrió y un joven salió de él.

«¿Ese es él?». Orlando frunció el ceño. No podía entender por qué sentía que iba a suceder algo malo.

Rhode salió del carruaje.

Bajo la luz, el bosque distante se veía más oscuro de lo habitual. Miró en dirección al ruido y su rostro se puso serio.

«Hay gente escondiéndose allí».

A decir verdad, cuando descubrió que lo estaban espiando, los primeros sospechosos que le vinieron a la mente fueron aquellas personas del Bosque Crepúsculo. Pero después de pensarlo bien, si fueran esas personas, no sería capaz de detectarlas tan fácilmente. Después de todo, la del espía era una profesión avanzada. Sin importar cuán altos fueran sus atributos iniciales, no podía compararse con una profesión avanzada. La única posibilidad en la que podía pensar era que fueran descuidados.

Después de salir del carruaje, Rhode confirmó su conjetura. Como sus sentidos pudieron precisar su ubicación sin ningún problema, revelaron que la emboscada no había sido orquestada por un espía, o al menos por otra profesión de alto nivel.

Pero igual era una situación extraña. Desde que Rhode había aparecido en este mundo, no había provocado a nadie a propósito. ¿Tal vez el objetivo no era él?

—¿Qué ocurrió, Sr. Rhode? —En el momento en que Rhode salió del carruaje, Lize abrió los ojos. Al ser una mercenaria veterana, había desarrollado una intuición natural para mantener cierto nivel de vigilancia.

—Solo son unas ratas —respondió Rhode serenamente.

A Lize le sorprendió un poco lo tranquila que estaba la voz de Rhode.

—¿Son las personas que nos persiguieron antes?

Rhode negó con la cabeza—. No, parece que estas personas no nos buscan a nosotros.

Lize se sorprendió, pero antes de que pudiera responderle a Rhode, un guardia se acercó a ambos y les preguntó:

—Hola, señor. ¿Cuál es el problema?

Después de viajar por un día, Rhode naturalmente reconocia al capitán de la guardia de la guarnición de la Srta. Helen, llamado Ben. Aunque el puesto de capitán de la guardia debería ser ocupado por una persona capacitada, estaba claro que Ben no era muy hábil. De acuerdo con los estándares de este mundo, sería calificado como un espadachín de nivel 7 que acababa de subir de aprendiz de espadachín. Habia logrado alcanzar esta posición gracias a su familia, que había servido fielmente a la familia Keller durante muchos años. Por ende, en vez de cumplir el papel de guardia de la señorita, se podría decir que era su seguidor.

Para Ben, Rhode era una figura respetable. Aunque su primera impresión había sido negativa por su hermoso rostro, que le había hecho concluir que en realidad era un donjuán, la demostración de fuerza de Rhode le había dejado sin palabras. A su edad, era cultura general saber que la mayoría de los jóvenes nobles ni siquiera podían sostener una espada, y ni hablar de pelear con ella. Pero Rhode había hecho volar a dos guardias sin tener nada en las manos. No importaba cómo lo hubiera hecho, pero el poder de este joven superaba su imaginación. Incluso después de haber vivido en Ciudad Piedra Profunda por 20 años, aparte del joven heredero de la familia Félix, nunca había visto a una persona tan hábil como Rhode.

En el fondo de su corazón, todo hombre soñaba con ser poderoso y fuerte. Y Ben, sin duda alguna, no era la excepción. En el continente Dragon Soul, solo los poderosos eran respetados. Por lo tanto, aunque no estaba feliz debido a la disputa con Rhode, después de experimentar su abrumadora fuerza, su actitud cambió de inmediato y se volvió respetuoso.

Al presenciar el educado comportamiento de Ben, Rhode solo movió la mano para indicarle que dejara de hablar. Podía sentir que había siete personas husmeando en los alrededores, dentro del denso follaje.

Dos a la izquierda, derecha y al frente. Uno atrás.

Rhode reveló sus posiciones de emboscada con facilidad. Pero le era un poco difícil rastrear los movimientos de la persona que estaba atrás. Sus acciones eran algo erráticas, como si pudiera desaparecer en cualquier momento. En cuanto a los otros, podía precisar sus ubicaciones sin esfuerzo alguno cuando se movían.

«Parece que la persona que está en la retaguardia es la más poderosa de los siete».

Rhode pensó durante un momento y, de repente, se le ocurrió una idea.

—Dígale a su gente que se retire.

—¿Perdón? —Ben escuchó las palabras de Rhode alto y claro, pero no pudo reaccionar a tiempo antes de que Rhode desenfundara su espada.

La Marca de la Estrella ya había aparecido.

Una luz divina de color blanco desgarró el oscuro cielo, y un ataque con forma de luna creciente descendió de ella. Ben sintió cómo un rayo de luz lo atravesaba antes de inundar las profundidades del oscuro bosque. En una fracción de segundo, las hojas de los árboles cercanos se revolvieron violentamente, como si un torbellino pasara por el área.

Los dos pobres hombres vestidos con capas negras no anticiparon que el enemigo lanzaría un ataque preventivo. Cuando recuperaron su claridad, ya era demasiado tarde y los Rayos Lunares pasaron por sus cuerpos congelados.

Con la suavidad de una brisa primaveral, los Rayos Lunares los atravesaron sin hacer ruidos y desaparecieron en las profundidades del bosque.

Dos sombras cayeron otra vez en los arbustos, como si fueran marionetas a las que les cortaron las cuerdas.

Un ensordecedor silencio cayó sobre el bosque. Orlando, que acechaba desde la retaguardia, se había quedado sin palabras por el ataque.

¿¡Su oponente era un espadachín avanzado!?

No era fácil lidiar con alguien que podía condensar la energía de su espada para lanzar un ataque. Normalmente, los que utilizaban este tipo de habilidad eran gente de alto nivel, gente suficientemente fuerte como para entrar a la etapa avanzada. Por ejemplo, los nobles de esas grandes familias. Daba igual de cuál fuera, y sin importar lo que pasara, no era alguien con el que pudieran darse el lujo de provocar.

Múltiples escenarios pasaron por la mente de Orlando mientras se rompía la cabeza para encontrar la mejor solución a este problema. De verdad quería descuartizar al tipo que le había dado información falsa. Hasta se había atrevido a decirle que su fuerza no era «nada espectacular».

«¿Qué demonios? ¿¡Nada espectacular!? Mi trasero es espectacular. ¿Decirme que un espadachín avanzado no es nada de lo que debería preocuparme?»

No era que Orlando estuviera exagerando. Después de todo, los NPC y los jugadores eran fundamentalmente distintos en el continente Dragon Soul. Cuando NPC llegaba al nivel 10, desbloqueaba sus habilidades de nivel 10, pero era distinto con los jugadores. Ellos podían usar puntos de habilidad para mejorar su competencia con las técnicas. Si un jugador de nivel 10 trabajaba extremadamente duro, podia conseguir una competencia avanzada. Incluso existían algunos jugadores empedernidos que habían alcanzado una competencia avanzada y habilidades de nivel maestro. Ahora, en todas partes se sabia que, cuanto más alto fuera el nivel de la habilidad, más poder consumiría. Por eso era que cuando la gente lograba obtener una habilidad nivel maestro, pero no tenía suficiente poder para usarla, harían el ridículo enormemente.

El desvío de la situación hizo que el plan original de Orlando se derrumbara. Inicialmente planeaba mandar a su gente a que matara a los tres débiles guardias, y secuestrar a la Srta. Helen antes de escapar sin dejar rastro. Pero ahora, antes de que pudiera siquiera moverse, había perdido a dos de sus hombres. Y para empeorar las cosas, su oponente era un espadachín avanzado. Aunque él mismo no era débil, aún no había llegado al umbral del nivel avanzado, así que las acciones de su oponente hicieron que empezara a sudar frío.

«Pero...»

—¡Ahh, qué demonios! ¡Voy a pelear! —Orlando se mordió el labio y se puso dos dedos en la boca, dejando escapar un largo silbido.

Inmediatamente después, ¡varias sombras saltaron de los arbustos y corrieron hacia el carruaje!

—¡Protejan a la señorita! —gritó Ben a sus hombres.

Aunque la extraña orden de Rhode lo había tomado por sorpresa, al darse cuenta de lo que estaba pasando, Ben actuó de inmediato. Gritóórdenes y desenfundó su espada, y los otros dos guardias corrieron hacia el carruaje a toda velocidad. Lize no vaciló y respondió velozmente lanzando un escudo para proteger a esos tres guardias.

¡Sss!

El escudo protector de Lize envolvió a los tres hombres. Poco después de que lanzara el escudo, cinco o seis flechas salieron volando de los arbustos y chocaron con los indefensos guardias. Pero antes de que pudieran penetrar sus cuerpos, los proyectiles tocaron el escudo protector dorado y, al instante, desaceleraron y cayeron al suelo.

—¡En guardia! ¡Tengan cuidado con los arqueros escondidos! —Ben estaba nervioso aunque gritaba con fuerza. Esta era la primera vez que Ben se encontraba con una emboscada enemiga en el desierto. La Srta. Helen estaba en Ciudad Piedra Profunda la mayoría del tiempo, así que nunca temió que algo como esto pasara. Y cuando viajó fuera de la ciudad, se encontró repentinamente con este tipo de situación. ¡Qué mala suerte!

Pero quejarse de su situación actual era un acto inútil. Vio a los agresores de capa negra que corrían hacia él.

Ben apretó los dientes y gritó mientras también corría hacia ellos.