—No creo que Xi Lin quiera admitir que eres su madre. No me hables de orgullo, lo que más necesitas ahora es dinero, así que toma mi dinero y cállate. Esta es la última vez que Mubai y yo te veremos, no mereces más que eso. Y por cierto, me voy a casar con Mubai pronto, no te preocupes, voy a cuidar muy bien a ese hijo tuyo.
Después de dar su discurso, Tianxin giró para irse.
—Detente.
Xinghe la llamó.
Tianxin había estado esperando que Xinghe se enojara. Ella se giró y dijo regocijándose: —¿Por qué? ¿Estoy equivocada?
Xinghe dejó caer su tarjeta de crédito a sus pies y dijo: —¡Toma tu porquería y vete!
—Xia Xinghe, estoy tratando de apoyarte, eres tan pobre como una mendiga, ¿por qué eres tan terca? ¿Por qué no aceptas nuestro obsequio? Sé que no podías tragarte tu terco orgullo, pero piensa en el pobre de tu tío. ¿Cómo vas a proporcionarle el tratamiento que necesita sin dinero? ¿O quieres que se muera?
Tianxin apuntó a propósito lo que ella asumía que eran los puntos débiles de Xinghe.
Xinghe tendría que agacharse y tomar la tarjeta de crédito de sus pies, porque ella sabía que Xinghe no podía dejar morir a su tío. Apenas podía contener su alegría con sólo imaginar eso.
Para su sorpresa, Xinghe no movió ni un músculo. Ella dijo: —Chu Tianxin, ¿quién crees que eres para sermonearme? Lo repetiré de nuevo, porque creo que eres muy tonta para entender las palabras, toma tu basura y vete, estás contaminando el hospital.
—Tú…
Tianxin estaba más que furiosa.
—¡Xia Xinghe, no muerdas la mano que te da de comer! ¿Realmente crees que quiero ayudarte? Estoy haciendo esto porque eres la ex-esposa de Mubai y la madre de Xi Lin, así que no pienses muy bien de ti misma.
—¿Por qué están haciendo tanto escándalo? ¡Esto es un hospital!.
De repente, el doctor principal de Chengwu se acercó y reprendió a las dos.
Tianxin sonrió cuando vio al doctor.
—Tanto tiempo sin verlo, doctor Wong.
El doctor Wong dudó un segundo antes de sonreírle de vuelta.
—Así es, señorita Chu, pero ¿por qué está aquí? ¿Le pasó algo a un familiar suyo?
Tianxin no se olvidó de lanzarle una mirada de regocijo a Xinghe antes de seguir su conversación con el doctor Wong.
—Oh no, pero gracias por preguntar. Estoy aquí por Xinghe, es una vieja amiga. ¿Cómo está su tío?
El doctor Wong pensó que ellas realmente eran amigas, así que le respondió sinceramente: —No se ve muy bien para el paciente, necesita un trasplante de riñón o su condición va a empeorar.
—Oh, no, no sabía que era tan serio que requería un trasplante. La operación debe ser costosa, ¿cierto? —dijo Tianxin mientras fingía preocupación, frunciendo el ceño.
El doctor asintió y explicó: —De hecho, no es barata. La operación cuesta 300.000 Renminbi.
Tianxin casi estalló, regocijada de risa.
Contuvo una sonrisa y dijo: —Doctor Wong, como le he dicho, la señorita Xia es una vieja amiga mía, yo pagaré las cuotas de la operación de su tío. No importa cuánto sea, estaré dispuesta a pagar, no les haga pasar por un mal momento. Es lo menos que puedo hacer como su amiga.
El doctor Wong respondió con un tono de sorpresa: —Pero las cuotas del paciente ya han sido canceladas.
La sorpresa se vio reflejada en Tianxin cuando dijo: —¿Qué acaba de decir?
—300.000 Renminbi es la tarifa de la operación, han pagado la cifra total. ¿No le han informado, señorita Chu?
Tianxin sonrió incómodamente
Le lanzó a Xinghe una mirada increíble y agregó: —¿Cómo es posible? Ellos no tienen dinero, ¿dónde obtendrían 300.000 Renminbi?
Tianxin sabía que 300.000 Renminbi era una cifra gigantesca para los mendigos de la Familia Xia.
El atuendo de Xinghe era armado en una tienda de segunda mano y ellos vivían en un barrio pobre, por lo que no tenían de dónde sacar 300.000 Renminbi para pagar las facturas médicas de Chengwu.
El doctor Won repitió: —Pero realmente han pagado la cantidad total, no tengo razón para mentirle.
Tianxin miró a Xinghe sospechosamente. Inmediatamente, pensó que Xinghe había hecho algo indebido para reunir los fondos necesarios.