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Chapter 19 - Capítulo 19 – Una Muestra De Desprecio.

Durante altas horas de la noche, la Mansión Yu continuaba iluminada.

El médico de cabecera de la familia había llegado apresuradamente a la casa para verificar la condición de Xiao Liuliu.

—La Pequeña Señorita se emocionó demasiado y gritó por largo rato. Hay una pequeña infección en la herida, pero le he cambiado su vendaje. Es sólo que ella está hirviendo por una fiebre, pero se niega a tomar cualquier medicina. Tenemos que pensar en la forma de bajar su temperatura —El doctor se levantó de la cama y explicó la situación con una expresión lúgubre en su cara.

—Le voy a dar a probar —Al oír las palabras del doctor, Yu Yuehan se dispuso a tomar la medicina y sacó a Xiao Liuliu de la cama.

La niñita sintió su cabeza ardiendo incómodamente y se despertó aturdida.

—Xiao Liuliu, estás enferma. Toma tu medicina —Yu Yuehan la exhortó pacientemente.

—No quiero tomar medicina…Quiero Hermana Bonita…—Ella hizo pucheros con su boquita mirando a Yu Yuehan; Al pensar que perdería a su Hermana Bonita se sintió tan abatida que quiso llorar.

—…

Hirviendo como estaba, ¿igual extrañaba a Nian Xiaomu?

¡¿Qué le hizo Nian Xiaomu para hechizarla?!

—Toma tu medicina primero. Cuando baje tu fiebre, hablaremos de esto nuevamente —Yu Yuehan observó su carita que se sonrojaba más cada minuto que pasaba. Sus ojos no podían ocultar la preocupación que sentía, y su tono de voz se suavizó.

—¡Odio a Papi malo! No Hermana Bonita, no tomo medicina…—Xiao Liuliu comenzó sorber un poco y lo empujó con su manito. Luego su cuerpo suave y blando se apartó de él, y ella se acurrucó en la manta.

Se volteó y se negó a volver a mirarle.

Yu Yuehan: —…

Esta vez estaba muy enojada.

Su cuerpecito se enrolló en la manta como un cachorro herido lamiéndose sus propias heridas.

Cualquier persona sentiría dolor en el corazón al verla así, sin poder hacer nada al respecto.

—Amo Han, todavía hay heridas abiertas en el cuerpecito de la Pequeña Señorita, ¡Por lo que tiene que tomar su medicina! —Le recordó ansiosamente el doctor, quien se encontraba a su lado.

—¿Usted cree que yo no quiero que ella la tome? —La voz de Yu Yuehan se oyó con un tono fuerte.

Ella era su princesita. Se sentía peor que cualquier otra persona al verla sufrir así.

No obstante, conocía muy bien a su hija.

Xiao Liuliu no tenía defectos, pero el único mal hábito que no cambiaba era su negativa a tomar la medicina cuando estaba enferma.

Anteriormente, cuando los otros no podían lograr que ella colaborase, Xiao Liuliu escuchaba obedientemente a Yu Yuehan cuando lo veía.

Sin embargo, en éste momento, ella estaba enojada con él por echar a Nian Xiaomu. Enonces ni siquiera podía hacer algo al respecto.

¿Era éste el sentimiento de desprecio de su propia princesita?

Finalmente lo sintió.

—Amo Han, ¿por qué no me deja hacer el intento? —Fang Zhenyi había estado parada en el marco de la puerta esperando. Cuando ella vio que quizás Yu Yuehan sucumbiría ante Xiao Liuliu, inmediatamente habló.

No había sido fácil ahuyentar a Nian Xiaomu. Definitivamente, no le iba dar el chance a que regresara.

Hasta el momento, nadie había logrado que Xiao Liuliu tomara su medicina. Si Fang Zhenyi lograba que Xiao Liuliu lo hiciera, no sólo eliminaría cualquier oportunidad de retorno de Nian Xiaomu, ¡Sino que también, Yu Yuehan la miraría favorablemente!

El sólo hecho de pensar en ello la llenó de regocijo.

Casi podía imaginar el gran futuro que le aguardaba…

—¿Tú? —Yu Yuehan escuchó su voz, y sólo en ese instante recordó que ella estaba cerca.

Lanzó un vistazo a la persona parada en el marco de la puerta.

Al escucharle hablar, Fang Zhenyi rápidamente asintió. —Sí. Anteriormente he cuidado a otros niños y sé manejarlos. Quizás podría persuadir a la Pequeña Señorita a que ingiera su medicina.

—Amo Han, podríamos intentarlo. ¡Es mejor que la Pequeña Señorita tome su medicina lo antes posible! —Le recordó el doctor.

Yu Yuehan miró detenidamente a Fan Zhenyi con sus oscuros y profundos ojos. Era imposible leer su mente.

No dijo ni sí, ni no.

Al sentir su posición de indecisión, Fang Zhenyi estuvo ansiosa por probarse a sí misma y avanzó, tomando ese silencio como un permiso.

—Xiao Liuliu, soy la Hermana Fang. Nosotras nos conocemos…