—…
El rostro de Yu Yuehan se oscureció en un instante.
Antes de que tan siquiera pudiera abrir la boca para hablar, Xiao Liuliu, quien estaba acurrucada en sus brazos, parpadeó con sus grandes ojos y las lágrimas casi cayeron cuando escuchó que su hermana bonita no iba a volver.
—Prometí dejarla volver, pero ella no quiere regresar —Una vez que Yu Yuehan se dio cuenta de que su pequeña princesa estaba a punto de largarse a llorar, dejó de hablar—. Ahora ya ves, la hermana bonita no va a volver nunca más —Xiao Liuliu frunció sus labios y se deslizó dentro de las sábanas luego de decir lo que pensaba.
—…
El vacío en los brazos de Yu Yuehan se sintió como si alguien hubiera hecho un hueco en su corazón.
Una sensación de melancolía cayó sobre ese rostro perfecto.
El aire frío que salía de él podía sentirse a millas de distancia.
La alta figura se puso de pie lentamente.
Con gracia, ajustó el cuello de su camisa con sus dedos largos y delgados. Luego, sus hermosos labios se separaron ligeramente y dijo: —Mayordomo, prepara el auto.
—Joven amo, usted quiere…—Los ojos del mayordomo se agrandaron por la sorpresa.
—¡Estrangular a Nian Xiaomu hasta que muera! —exclamó Yu Yuehan apretando los dientes. Pasó al lado del atónito mayordomo y salió de la habitación.
…
En el apartamento.
Nian Xiaomu acababa de quedarse dormida cuando sonó el timbre de la puerta.
El ruido incesante del timbre hizo que saltara de la cama, rascándose la cabeza.
Apenas podía abrir los ojos mientras iba a tientas hacia la puerta.
Estaba furiosa por haber sido despertada dos veces durante la noche, y usó todas sus fuerzas para abrir la puerta. —¿Ha terminado o no? Le dije, a menos que Yu Yuehan venga aquí personalmente a invitarme, de ninguna manera accederé… accederé…¡ejem! —Nian Xiaomu se ahogó en sus propias palabras a mitad de camino cuando vio al hombre en su puerta. Fue como haber visto a un fantasma.
¡Al segundo siguiente cerró la puerta sin pensarlo!
*¡BAM!*
El sonido ensordecedor de la puerta cerrándose hizo que Nian Xiaomu volviera a la realidad.
Alzó una mano y se pellizcó la cara con fuerza. Luego, miró por la ventana. Aún estaba oscuro, ¿por qué estaba soñando despierta?
¿Cómo podía estar Yu Yuehan aquí para pedirle que volviera?
De ninguna manera. Ella debía estar muy cansada, cansada hasta el punto de empezar a alucinar.
¡Sí, debía ser una alucinación!
Si ella miraba de nuevo, seguramente él ya no estaría ahí.
Nian Xiaomu preparó su corazón y abrió la puerta otra vez.
En ese edificio deteriorado de apartamentos, la figura robusta y elegante de Yu Yuehan hacía que las escaleras se vieran especialmente estrechas y angostas.
Él metió una mano en el bolsillo de sus pantalones y se apoyó casualmente contra el pasamanos de la escalera.
El contorno de ese perfil perfecto era cautivador.
Cuando oyó el sonido de la puerta abriéndose, ladeó su cabeza hacia un costado.
Ese rostro encantador y esos ojos profundos y emotivos… El corazón de cualquier mujer latiría con fuerza y aletearía si él la mirase con un gesto tan enfocado.
Pero en éste momento, Nian Xiaomu sólo podía sentir a la muerte llamando a su puerta.
Pensó en huir, pero sus piernas se sentían como si estuvieran clavadas al suelo.
Intentó actuar como si nada estuviese mal, ¿pero por qué sus manos temblaban así?
Esto se amplificó especialmente cuando vio que Yu Yuehan caminaba hacia ella, mirándola fijo con sus gélidos ojos.
—Yu Yuehan, matar a alguien va contra la ley. Incluso aunque la familia Yu tenga dinero y poder, usted no puede…¡Ah!.
Nian Xiaomu apenas había abierto su boca para hablar cuando Yu Yuehan alargó una mano para agarrarla del hombro y atraerla hacia él.
Luego se giró y la aplastó contra la pared.
Puso una mano al costado del cuerpo de ella, bajó sus ojos para mirar su rostro alarmado y lentamente le alzó la barbilla con sus estilizados dedos. Sus delgados labios se separaron y susurró seductoramente: —¿Acaso no me pediste que viniera personalmente a invitarte, mmm?