Después de que la fuerza de su alma estuviera completamente bloqueada, comenzó a acumularse hacia el centro del reino de su alma, juntándose cada vez más. Nie Li continuó consumiendo todo tipo de elixires, lo que aumentaba la fuerza de su alma en forma constante y cada vez más concentrada. Era como si se estuviera comprimiendo el aire en un solo punto, lo que le permitía tener una increíble explosión de poder.
Su fuerza del alma se exprimía constantemente dentro de su reino del alma y era incapaz de encontrar una salida.
Nie Li podía sentir cómo la fuerza del alma se comprimía, su alma se desgarraba y se reconstruía repitiéndose en un ciclo infinito. Este intenso dolor hizo que su rostro se palideciera y que el sudor corriera por su cara como la lluvia.
—¡Urhhh! —gritó Nie Li del dolor.
