—La bestia de la criatura de sangre sagrada ha muerto. Ninguna alma de bestia obtenida. Come su carne para ganar de cero a diez genopuntos sagrados.
Han Sen tenía poco interés en escuchar la voz. Estaba mirando la carne cocinándose en la olla con agua en la boca. Su estómago retumbaba mientras se moría de hambre.
Pero Han Sen seguía siendo paciente. Esperó hasta que el estofado de carne estuvo listo y comenzó a engullirlo directamente de la olla.
—Se comió carne de bestia de sangre sagrada. Se ganó un genopunto.
—Se comió carne de bestia de sangre sagrada. Se ganó un genopunto.
…
Han Sen se engulló y devoró casi nueve kilos de carne y sopa, cosa que incluso a él lo sorprendió.
Pero a medida que el calor se extendía en su cuerpo, se sentía tan cómodo como si fuera una esponja que estaba llena de agua. Se tendió en el suelo y casi gimió en voz alta.