—Amigo, ¿cuál es tu nombre?— preguntó Lin Beifeng, arrojando un encendedor a Han Sen.
—Han Sen.
Han Sen atrapó el encendedor y prendió el cigarrillo. Hecho del tabaco producido por Schwarzwald, los cigarrillos eran inofensivos al cuerpo y especialmente refrescantes.
Para aquellos que estaban arriesgando sus vidas en Santuario de Dios, los cigarrillos Schwarzwald eran definitivamente una bendición.
—Sen, créeme, cuando volvamos al refugio puedes tener todo el dinero que quieras. Problemas que pueden ser solucionados con dinero no son problemas para mí.
Charlaron por un tiempo, y Han Sen comprendió lo que había ocurrido. Lin Beifeng no sólo era rico, era súper rico. También tuvo la fortuna de ser asignado un refugio donde tenía conocidos muy cercanos. Así que compró muchas almas bestia mutantes: armaduras, armas, monturas, peleadores, etcétera. También contrató a un grupo de gente para que cazara con él, queriendo cazar una criatura de sangre sagrada. Con su gran suerte, capturaron una criatura de sangre sagrada, pero lo que ocurrió luego no fue tan afortunado. La gente que contrató murió o escapó, y él se fue corriendo a las montañas. Luego de todo tipo de peligros, había conseguido sobrevivir, pero perdió casi todas las almas bestia que compró. Si no fuera por Han Sen, hubiera sido aplastado por las bestias momo.
—Sen, ¿qué tan lejos está nuestro Refugio Gloria de aquí?— preguntó Lin Beifeng.
—Es "tu" Refugio Gloria— repuso Han Sen, riendo..
Lin Beifeng estaba estupefacto. —Sen, ¿estas bromeando?
—Yo vine de Refugio de Armadura de Hierro, y toma dos semanas para regresar ahí.
—¡M*erda! Realmente estoy en el rango de otro refugio —se lamentó. Lin Beifeng estaba muy deprimido.
Tenía amigos en Refugio Gloria, y era fácil para él comprar carne y almas bestia. Pero era probable que nadie lo conociese en otro refugio, así que incluso con dinero sería difícil comprar carne avanzada y almas bestia.
—Oye, ¿qué le hiciste a las bestias momo? Están siendo muy persistentes.
Han Sen miró abajo y las bestias momo seguían ahí, rugiendo y parándose en sus piernas posteriores, intentando trepar a la plataforma de piedra.
—Esto...estaba caminando y tenía hambre. Así que vi a una bestia momo joven pastando y…—dijo Lin Beifeng amargamente.
—Fue desafortunado. Parece que estaremos atrapados aquí por un tiempo, así que antes que se vayan, seamos amables entre nosotros. — respondió Han Sen riendo..
— Si, hagamos eso.
Lin Beifeng sonrió amigablemente y se acercó a Han Sen, —Sen, estoy muy sediento. ¿Puedo beber de tu cantimplora?
—Diez mil por vaso —dijo Han Sen, entornando los ojos.
—¡M*erda! ¿Qué pasó con lo de ser amables? — reclamó Lin Beifeng.
—Tú pagas, yo vendo. ¿No es eso agradable?
—Pero tu agua es muy cara. Es aún más cara que agua del planeta Manantial de Nieve. Y diez mil pueden comprar varias botellas de eso. No puede ser que tengas agua del planeta Manantial de Nieve— dijo Lin Beifeng, mirando la cantimplora de Han Sen.
—Aunque esto es solo agua de un estanque, no sabemos por cuanto estaremos atrapados aquí. El agua es vida a estas alturas, y moriremos en una semana sin agua. ¿Y piensas que no vale la pena?— replicó Han Sen sonriente.
—Lo vale…pero perdí mi billetera en el camino. ¿Podrías dármela a crédito y te pagaré el doble cuando lleguemos al refugio? — dijo Lin Beifeng.
—No nos conocemos, y aún me debes la cuota por salvar la vida. Y ahora quieres agua a crédito. Me estás haciendo esto bastante difícil— reprochó Han Sen. Se veía indeciso.
—El triple…no…cuádruple…
—Trato hecho.
Han Sen sacó su propio vaso y le sirvió un vaso de agua a Li Beifeng. Li Beifeng tomó el agua de un trago y le dio el vaso vacío tres veces más para que le sirviera más agua.
—Eso es todo por hoy. No tengo mucha agua y necesito ahorrar. Aún no sabemos cuándo se irán las bestias momo .
Han Sen guardó la botella de agua cuando Li Beifeng la pidió por cuarta vez.
—Sen, eres tan fuerte, tan bravo y tan impresionante que eres capaz de cazar sólo en lo profundo de las montañas.
—¿Qué quieres?
Han Sen no le creía.
Lin Beifeng se acercó a Han Sen y dijo: — Sen, mi mejor alma bestia fue completamente destruida camino a este lugar. Ahora me siento inseguro sin ningún alma bestia. ¿Tienes algún alma bestia extra para vender?
Hablando de almas bestia, Han Sen había matado una buena cantidad de bestias primitivas en los últimos días y no había ganado ningún alma bestia. Quizá había agotado su suerte con las dos almas bestias de sangre sagrada que obtuvo.
—Ningún alma bestia. ¿Te gustaría un corte de carne primitiva?
—Sí, por favor.
—Diez mil por pedazo.
—Sen, ¡este es un pedazo muy pequeño!
Atrapados en la plataforma de piedra por ocho días, aún no parecía que las bestias momo fueran a irse.
—Ya no podemos esperar más. Debemos encontrar una forma de escapar — dijo Han Sen solemnemente a Lin Beifeng.
—Aún tenemos un poco de comida y bebida. Esperemos. Y quizá la manada se está por retirar —titubeó. Lin Beifeng tenía un miedo latente sobre las bestias momo.
—Aún tenemos agua y comida, así como fuerza física. Cuando nos hayamos quedado sin nada, no tendríamos oportunidad — contestó Han Sen.
—¿Pero cómo sería posible con semejante manada? — dijo Li Beifeng con amargura
—Tendremos que trepar más arriba.
Han Sen apuntó al acantilado sobre ellos.
Lin Beifeng miró al acantilado en medio de las nubes y preguntó: ¿Seremos capaces de hacer esto?
—Debemos hacerlo. Es mejor que esperar a morir, y no tenemos que escalarlo todo. Si pudiéramos escalar un poco y encontrar un lugar donde pararnos, podríamos caminar alrededor y bajar en el otro lado del acantilado —dijo Han Sen.
—Sen, estoy de acuerdo —dijo rápidamente Lin Beifeng.
—Genial. Empezaremos a trepar ahora usando las viñas.
Han Sen agarró una liana, se aseguró de que fuera lo suficientemente dura, y comenzó a trepar.