Después del desayuno, era hora de empezar a filmar. Mientras esto sucedía, Lin Qian no tuvo más remedio que sentarse ociosamente a un lado. Sin embargo, al sacar su teléfono, se sorprendió al ver que había recibido un mensaje de Li Jin.
"¿Dónde estás?"
Lin Qian pensó por unos segundos y casualmente le reveló su ubicación, seguro de que no vendría a buscarla. Después de ese mensaje, Lin Qian no tuvo noticias de Li Jin ni intentó contactar con él de nuevo. Por diversas razones, la relación entre ambos apareció lentamente como si no hubiera posibilidad de progreso.
El trabajo era importante para ambos, especialmente para Li Jin. La naturaleza especial de su profesión hacía imposible que Lin Qian estuviera siempre a su lado. Por lo tanto, Lin Qian no tenía grandes esperanzas.
—Xia Hanmo, ¿qué te pasa? ¿Sabes cómo jugar el juego? ¿Cómo se supone que los invitados van a seguir filmando así?