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—Pero, ¿qué estupideces estás diciendo?
—Padre, ambos sabemos lo que ocurre de verdad. ¿Por qué actúas como si no estuvieras involucrado en ello, si eres tú quien lo ha dicho?
La voz de Mo Ting no estaba enfadada ni fría, de hecho, era bastante casual. Esto se debía a que sabía que si se mostraba enojado o benévolo, significaría que aún tenía esperanzas con este hombre. Por lo tanto, su postura indiferente significaba una cosa:
—De ahora en adelante, yo ya no tendré padre y tú ya no tendrás un hijo. Si así es como tratas a tu hijo, entonces creo que es mejor que seamos extraños... o incluso enemigos.
Al oír esto, Padre Mo se quedó helado. Nunca esperó que Mo Ting llegara a tales extremos. De verdad había decidido poner fin a su relación padre-hijo por causa de Tangning.
—¿Hablas en serio? —preguntó Padre Mo enojado.
