Mo Ting y Tangning iban a reunirse con el director en su mansión, entonces, él la llevo ahí en un vehículo de bajo perfil. Sin embargo, en camino a la mansión, descubrió que un coche negro los seguía.
No era difícil confirmar quienes eran, su equipo de cámaras reflejaba el sol, pero él fingía no notarlo mientras sus labios se curvaban en una sonrisa. Aceleró el coche y pronto llegaron al garaje de la mansión.
Al ver al hombre, Tangning se percató de que habían ido a ver al director francés Coque.
En los círculos internacionales, él era extremadamente conocido y había ganado el Oscar al mejor director. Sin embargo, después de casarse y dedicarle más tiempo a su hija, sus producciones disminuyeron en cantidad.
Tal vez fuera porque su esposa estaba en el extranjero y tenía que cuidar a su hija él solo, pero se veía muy cansado. La pequeña malcriada estaba colgada de su pierna negándose a desayunar.