Las esquinas de los ojos de Lin Wei continuaban llorosas. Quitándose las lágrimas, se levantó lentamente. Pensó por un momento antes de responder a Tangning.
—El veintiséis. El próximo miércoles.
—¿Todavía te está diciendo Mo Yurou que rechaces todos mis trabajos? —supuso Tangning.
—Sí.
—Toma nota de cada uno de ellos y guarda cada uno de los correos electrónicos de los clientes como evidencia. Los utilizaré el próximo miércoles —ordenó con tranquilidad. Si aún te queda un poco de juicio, entonces sabrás que seguir mi camino es más prometedor que seguir a Mo Yurou. Con sólo el hecho de ser la amante de alguien, nunca tendrá la oportunidad de entrar en el escenario internacional.