Los objetivos eran claros, tenia que detener a la corrupción de mi país.
Al salir del entrenamiento fui directo a mi casa. Todo se había nublado y empezó a llover, me puse el gorro de mi chaqueta y proseguí a seguir caminando.
Las calles estaban vacías.
De repente todo se llenó de neblina, no podía ver mucho, no había nadie en los alrededores y mis músculos me empezaban a doler, era muy insoportable, terrible el dolor. Tenia mi cabeza en alto y fijamente observe que entre la neblina se formo una silueta de mujer.
Efectivamente, era una mujer, ya notablemente la logre ver perfectamente. Sus ojos eran verdes fosforescentes, una chica realmente atractiva.
—Hola Einar.
Yo quede atónito, sabía mi nombre ¿tenía que preocuparme?
—Ho- Hola ¿Me conoces?
— No mucho, aunque lo suficiente para lo que te requerimos.
—¿Quienes? ¿Qué? —Incisti.
—Debes cooperar, no tienes alternativa.
Por momentos tuve miedo, ella se veía que tenia poderes, quizás esa neblina fue creada por ella.
—Esto ¿lo creaste? —Pregunte temeroso.
—Sí eso es lo que quieres creer, por mi esta bien.
Mi aura salió de mi cuerpo, trate de encerrarla pero fue inútil, no me lo permitía, definitivamente ella era muy fuerte.
—Ninguno de tus intentos funcionará —lo dijo con una sonrisa en los labios—. Mejor date por vencido
Baje la cabeza y moví un poco los brazos.
—Supongo que tienes razón.
La neblina me cubrió por completo. Después esa misma cosa empezó a cambiar de color, de blanco a un rojo sangre. eso si me dio miedo.
—¿Qué rayos haces?
—Callate, falta poco.
Pasaron aproximadamente 25 minutos y empecé a vomitar sangre.
La neblina dejo de cubrirme, ya pensando que estaba a salvo llegó la chica, de nuevo.
—Esto dolerá un poco —Se puso de cuclillas en donde yo estaba.
Ella tenía una jeringa en su mano izquierda, me miro fijamente y termino por inyectarme en la pierna del lado derecho.
Grité mucho, el dolor ya era peor que el de hace un rato.
—Tu eres el que evitara la siguiente guerra mundial, confiamos en ti.
Al decir eso ella empezó a desaparecer y también la neblina.
Me quedé en el suelo por un rato, apenas si podía moverme.
¿por esto mis padres siempre me han prohibido salir? Todo me empezaba a dar vueltas.
Me desmaye.
(***)
—¡Sabíamos que no teníamos que dejarlo salir, todo por cosas cómo éstas!
¿Papá?
—Es muy peligroso el exterior.
¿Mamá?
—Lo entiendo, pero yo no sabía nada, el llego y yo lo ayude.
¿Jóe?
Me trate de levantar de la cama, parece que seguía en casa de mi Sensei.
Todos los gritos se escuchaban detrás de la puerta.
—¡Deja pasar!
—Claro, señor.
Mis padres entraron de una forma desesperada.
Viéndome en cama mi madre casi se va al suelo, pero mi padre le ayudo para incorporarse.
Jóe estaba también un tanto preocupado, pero por tranquilizar a mis padres.
—Einar, tenía una junta en España, pero ahora por estar aquí no podré ir ¿en que estabas pensando?
—Lo siento pero...
Mi padre me interrumpió
—¡No me vengas con excusas! ¡No vuelves a salir! Si te vuelvo a ver afuera, te castigare peor.
—Papá ¿te sientes bien?
—¡Callate!
—Señor ¿No cree que esta siendo muy duro con Einar? Él es joven y seguro quiere ...
Mi padre volvió a interrumpir, pero esta vez a jóe.
—¡Tú también callate!
Ambos nos quedamos con la boca cerrada, no podíamos hacer nada.
Todo era muy incomodo, mi padre estaba furioso.
Salimos ya cuando me recupere y fuimos a la casa.
Mi padre me obligo a ir al cuarto.
Me acosté en la cama, mi pierna aun me incomodaba, me revise y para sorpresa mía me di cuenta que tenia un moretón gigante, sentía un leve cosquilleo y me dolía un poco la cabeza. Me toque un poco en el moretón, dolía horrible.
Incluso sentía que la pierna me palpitaba.
Gire mi cabeza para ver fuera de la ventana, estaba empezando a llover. Todo silenció, era como si la vida se fuese de mí y el miedo recorriera mi cuerpo completamente.
¿Por que la vida es tan complicada?
En unos días iba a regresar al colegio y aún recuerdo el terrible bullyng que me hacían mis compañeros.
¡Supongo que ahora me vengaré de ellos!
¡Los destruiré!
¿Eh? ¿Porque pensé en eso tan de repente?
De un momento a otro sentía que me cortaban la pierna a pedazos, empecé a vomitar y eso me hizo retroceder.
—Ni se te ocurra hacer daño a una persona común.
Escuche esa frase y fijé la mirada cercas de la puerta, era ella, la chica que me inyecto.
—¿Que haces aquí? —grite y acto seguido tape mi boca.
Mis padres podían correr peligro con ella aquí, seguramente ya estaban dormidos.
Ella sólo se quedo callada, viendo a un punto por 10 segundos aproximadamente.
Se escucharon ruidos fuera de la habitación. Tanto la chica como yo giramos la cabeza a la puerta.
—Einar ¿¡estas bien!?
Mi padre entra apresurado y observa a la chica loca.
—¿¡Quien es ella Einar!?
—¡No es lo que parece papá!
La chica me empujó y después algo enfrente de mi explotó.
Quede tirado en el suelo, la chica y mi padre estaban frente a frente, sin embargo el rostro y otras partes del cuerpo se le empezaron a deformar.
Todo estaba cubierto de polvo por la explosión y yo seguía aturdido.
El cuerpo de mi padre empezó a sacar púas y cuernos de diferentes tamaños, incremento de tamaño, largos colmillos, su color cambio al rojo y su rostro ya era al de un monstruo terrible.
—Einar, escapa y no mires atrás, pide ayuda con jóe.
—¿Que está pasando?
—¡Haz lo que te digo!
Me levante y corrí por el hueco que había dejado la explosión.
Ya unos metros fuera se escucharon explosiones, la tierra empezaba a temblar y seguía lloviendo.
Mientras corría sentía como mi velocidad incrementaba cada vez más, poco a poco era más rápido que un humano normal.
Llegué a casa de Jóe.
Toque apresuradamente la puerta.
—Jóe ¡Abre por favor!
El chico abrió la puerta, al parecer tenia visitas.
—¿Einar? Lo siento amigo, estoy ocupado, llego mi familia de Noruega y tengo que atenderlos.
—¡Es una emergencia! —Lágrimas salieron de mis ojos y la voz entre cortada— ¡Ayudame!
Jóe se sorprendió, así que acento con la cabeza y cerro la puerta.
—¿A donde vamos? ¿Cual es tu problema?
—Vamos a la casa de mis padres, ya veras cuando lleguemos.
Ambos corrimos a gran velocidad, él claramente era mas rápido, yo aún no me acostumbraba a la súper velocidad.
—Einar, para tener un mejor control maneja tu aura de una eficiente forma ¿ahora ves para que son los entrenamientos?
Me concentre, lo empezaba a lograr, pero de nuevo decaía.
Llegamos a la casa, todo estaba completamente destruido y quemado.
—¿Que paso aquí?
Jóe se acercaba poco a poco, lentamente y en un parpadeo la misma criatura salto de los escombros tratando de atacar a cualquiera que se cruce en su camino.
El monstruo trato de tomar al chico pero reaccionó bien, dándole una patada en el estómago y lo mando de nuevo a la basura.
En dos segundos una mamada de esas criaturas nos rodeo.
—Sabes que son ¿Jóe?
—Duendes malditos, están poseídos, ten cuidado, al igual que nosotros tienen súper fuerza.
Uno de ellos se abalanzó sobre mí.
Le di un golpe en el rostro, pero me corte con una de sus púas.
Y así sucesivamente íbamos sacando del juego uno por uno.
De nuevo otra explosión hizo que nos quedáramos aturdidos y no pudiésemos ver nada.
—¿Ahora qué?
Ambos estábamos ciegos.