"Por cierto, una vez que su HP llegue a 0, ustedes morirán." – dijo Dieciocho seriamente, mientras posaba sus dos manos sobre su mentón, sus ojos color avellana destellaban, y se veían como los ojos de un cazador mirando a su presa.
El aire alrededor empezó a descender, y algunos de las veinte personas de la séptima generación empezaron a temblar, incluido Theo que cuyo sudor se sentía frio, y no podía todavía creer lo que oyó.
'¿Eh? ¿Morir?'
Pero antes de que todos descendieran en el miedo aún más, Dieciocho siguió hablando.
"Ah, pero no se preocupen, pues tenemos tres vidas." – dijo con una voz más alegre.
'¡¿Qué demonios?!' – Theo no podía procesar del todo lo que acababa de escuchar.
"Así es, todo lo que les he dicho es cierto, poseemos tres vidas, sí nuestro HP llega a 0, moriremos, nuestros cuerpos se desintegraran, pero reaparecerán en la Sala del Retorno, y solo cuando mueran tres veces, ya no podrán regresar."
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Pasó cinco minutos desde que Dieciocho habló, dejando que los veinte procesaran la información, y entonces asintió a Diez, quien entonces tomo unos papeles que había en unas mesas.
Mientras Diez daba a cada uno de los veinte uno de los papeles junto con una pluma, Dieciocho volvió a hablar.
"Verán, todo lo que les he dicho, es apenas la punta del iceberg, como por ejemplo, que nos encontramos en un castillo en el planeta Mercurio, acaso eso no es impresionante y muy difícil de creer, es imposible que una construcción humana pueda existir en un mundo como Mercurio, pero claramente esto no es una construcción humana, sino que fue otorgada a nosotros por los Dioses, y estamos protegidos de los poderosos rayos solares, el ambiente del planeta y demás gracias a un domo que cubre el castillo y los alrededores, dándonos protección, permitiéndonos respirar, y residir aquí."
En el papel que Diez le dio a cada uno de los veinte, pedía que rellenaran cierta información:
Nombre: __________ Edad: ____ Género: _______ Nacionalidad: _________ Poder Principal: ________
"Lo sé, ya anotamos sus nombres y edades, pero esto es solo para confirmar la información." – entonces Dieciocho les pidió que rellenaran la información.
Dieciocho miraba a las veinte personas que se encontraban escribiendo, con ellos veinte junto con los demás que ya pasaron por todo esto, sumaba un total de 440 personas de la Séptima Generación, una cantidad para nada baja.
Una vez todos terminaron de rellenar la información, Diez recogió los papeles y se dirigió de nuevo hacia el pizarrón.
"Por cierto, este no es el único mundo donde podemos viajar, Mercurio es nuestro Mundo Hogar, y además de la Tierra, también podemos viajar a los otros mundos de nuestro Sistema Solar, aunque requieren ciertas medidas, al menos que queramos morir, o estar al borde del peligro. Y, no solo podemos viajar a los mundos de nuestro Sistema Solar, sino a otros mundos lejos de aquí."
'¿En serio? Creo que ya nada me sorprenderá tanto, después de todo lo que nos has contado.' – pensó Theo mientras Dieciocho seguía hablando.
"Como experimentaran después, nosotros los Salvadores podemos viajar a otros mundos fuera de nuestro Sistema Solar, y el Primer Mundo es el Mundo de Aria, un mundo donde podrán subir de nivel y obtener muchas más cosas."
"El Mundo de Aria, es un mundo del mismo tamaño que la Tierra, pero solo posee un continente, el Continente de Terra. En el Continente de Terra solo existe cinco naciones: El Imperio de Kane, el Imperio de Feng, el Imperio Ancestral, el Imperio de Rowing y el Imperio Marino. Y, además de estos cinco imperios, existen miles de ciudades-estado."
'Oh.'
"Los Imperios son poderosos, y poseen ochenta por ciento de la población y cubren el noventa por ciento del territorio del Continente de Terra, el resto siendo distribuido por los miles de ciudades-estado."
Dieciocho explicó un poco acerca de cada uno de los imperios, luego siguió explicando lo siguiente:
"Cada Imperio posee una alianza con alguna Orden, el Imperio Ancestral posee una alianza con nuestra orden al igual que con la Orden de Acuario, y, además, tenemos una buena relación con el Imperio de Feng que tiene alianzas con la Orden de Aries y la Orden de Libra, y con el Imperio Marino que posee alianzas con la Orden de Capricornio y la Orden de Piscis."
Tres imperios y seis ordenes, eso quería decir…
"Eso quiere decir que los dos imperios y sus respectivas alianzas con las otras seis ordenes, en el Mundo de Aria son nuestros enemigos." – una vez dijo eso, miro de nuevo a cada uno de los veinte, Theo se puso nervioso cuando vio como Dieciocho lo miró fijamente. – "Por cierto, salgan de la Ventana de Atributos y del Menú."
'¡Ah!' – Theo y los otros se dieron cuenta que las ventanas seguían a la vista. – 'Celina, por favor.'
[Entiendo.]
Antes de que Theo o los demás pensaran en preguntar acerca de las otras opciones del Menú, Dieciocho habló primero.
"Actualmente no ocupan saber acerca de las Ventanas de Inventario, Títulos, Habilidades, Mapa, Lista de Amigos, Chat, Misiones y Logros, eso se los dirán el día de mañana."
"¿El día de mañana?" – preguntó finalmente alguien, era un joven hombre de casi la misma edad que Theo.
"Tú eres Dustin, ¿Verdad?"
"Si." – dijo sorprendido Dustin de que Dieciocho recuerde su nombre de forma tan rápida.
"Bien, el asunto es que por hoy hemos terminado la charla de bienvenida, Diez le dará un libro a cada uno, en la que podrán acceder a más información al respecto, además de un pequeño itinerario para los siguientes días." – dijo Dieciocho. – "Por cierto, respondiendo a la última pregunta, los demás regresaron a la Tierra."
"…" – Nadie dijo nada, esperando a que Dieciocho aclare la duda que todos tenían.
"Ja, para regresar solo deben decirle a la voz en sus cabezas que los regrese de vuelta a la Tierra, específicamente al lugar en el que estaban antes de llegar aquí, no se preocupen, nadie notara vuestra llegada repentina." – Dieciocho empezó a estirar su cuerpo. – "Por cierto, ya ha pasado ocho horas en la Tierra."
Una vez dicho eso, muchos se sorprendieron, y empezaron a regresar a la Tierra, uno de ellos era Theo, quien regreso de inmediato a la Tierra.
Una vez todos se fueron, Dieciocho, suspiro y se volvió a sentar.
"¡Finalmente!" – Grito mientras estiraba sus brazos. – "Última vez que explicó."
Entonces miró a sus dos amigos.
"Bueno, regresaré a mi cuarto, me leeré el nuevo capítulo de Sobrevivientes del Final, nos vemos." – y se marchó.
Diez miro a Veinte, y entonces le pregunto: "¿A dónde iras?"
"De regreso a obtener experiencia, ¿Y tú?"
"A avisarle a Uno."