Theo se encontraba frustrado de la situación en la que se encontraba, él yacía tendido en su cama, mirando la luna por la ventana.
"¿Por qué?"
Algo enojado, y triste de no poder contar la verdad de su situación.
"No puedo creer que este castigado por un mes… sin permisos o salidas al cine… sin internet en casa o poder usar mi consola de videojuegos… maldición…"
[No te lamentes, además, empezarás a pasar menos tiempo aquí, y pronto, todo esto se convertirá en un mero chiste en unos meses, esta vida que posees ya no será la misma que antes, ahora eres un miembro de la Orden de Géminis, un elegido para llegar a ser alguien importante, por lo que deberías dejar de quejarte, y descansar, pues mañana será un día pesado.]
'¿Eh? ¿Pesado? ¿Por qué lo dices Celina?'
[Mañana empieza tú entrenamiento, estoy preparada para decirte cuando comenzará el entrenamiento.]
'Diablos, como le haré, sí vuelvo a faltar en la escuela y a llegar tarde, mi madre me matará con la mirada.'
[Ya tienes dieciocho años, es hora de que les digas que la escuela no es lo tuyo, además, de seguro que sí hablas de esto con alguno de tus superiores, te ayudaran con este minúsculo problema.]
"Ja, ¿minúsculo?" – Theo no podía creer lo que oía, pues él no entendía de todo lo que significaba ser un Salvador, y las enormes posibilidades que venían con ello.
[Duérmete, lo mejor es que estés completamente al cien para el entrenamiento de mañana.]
'Si tú lo dices…'
Y entonces, un par de minutos después, Theo se durmió.
<><><>
Al amanecer del día siguiente, Theo se despertó, fue al baño, uso el retrete, luego regreso a su cuarto, tomó algo de ropa y se duchó, al finalizar, fue a la cocina, se hizo desayuno, miró la televisión, y cuando estaba absorbido en la serie que estaba viendo, una voz le recordó que todo ya no sería de la misma manera.
[Theo, es hora.]
"…" – Theo apagó la televisión, fue a su cuarto y se puso unos tenis blancos, un short deportivo azul, y una camisa blanca. – "Ah, bien, Celina, llévame a donde tenga que ir."
[Entendido.]
Y, entonces, un portal cubrió a Theo, y él no pudo evitar cerrar los ojos, y cuando los abrió, se encontraba en lo que parecía ser un gimnasio enorme.
Había diferente maquinaria que uno ve en un gimnasio, además de otros aparatos extraños.
Cada vez más personas llegaban, y pronto, los 440 miembros de la séptima generación llegaron, frente a ellos, había 44 personas, en frente de esas personas estaban Diez, Dieciocho y Veinte.
"Bienvenidos." – dijo Dieciocho. – "Junto a nosotros se encuentran 41 miembros de la Sexta Generación que nos apoyaran con su entrenamiento. Cada uno de nosotros tomara a 10 de ustedes, por lo que una vez sean nombrados por uno de nosotros, se irán con esa persona al espacio de entrenamiento de cada grupo."
Una vez dicho eso, el nombró a diez personas y se los llevó a una zona alejada de esta habitación, y así, sucesivamente los 41 miembros de la Sexta Generación y Veinte nombraron a 420 personas, quedando solamente 10 a cargo de DIEZ.
"Bien, ustedes, síganme."
Entre esos diez, se encontraba Theo.
Mientras caminaban Diez empezó a explicarles a ellos donde se encontraban.
"Estamos en el segundo piso subterráneo del Castillo, también conocido como el Piso de Entrenamiento #3 o el Piso de Entrenamiento para los Principiantes."
Die fue explicando acerca de las diferentes máquinas y equipos que había en el Piso de Entrenamiento #3, además de cómo usar cada uno, para después hacer un examen físico a cada uno, haciendo que cada uno usara diferentes máquinas para ver el estado físico de todos, al final, Theo fue el peor de todos, teniendo el peor récord entre los diez.
"Bien hecho, tú nombre es Scott, ¿Verdad?"
"Así es señor."
"Espero muchas cosas buenas de ti Scott." – dijo Diez mientras se mostraba feliz al ver los resultados de su examen, Scott logró no solo ser el mejor de su grupo, sino uno de los mejores de los 440 de la séptima generación, su condición física era muy excelente.
Además, había otras dos promesas en su grupo, ellos eran Haruto y Anastasia, que también tenían una gran condición física, ambos estando entre los mejores 20 de toda la séptima generación, Scott estando entre los mejores 5.
Al final del día, los demás regresaron a la Tierra, Theo volvió a su casa, donde de nuevo su madre le regaño por no saber dónde se encontraba, y tratando de saber dónde se encontraba, él no tuvo más opción que irse a encerrar a su cuarto, sin decirle nada a su familia sobre lo que sucedía, lo bueno es que en la orden les dieron de comer.