"Bueno, es hora de comenzar con lo serio." – dijo Dieciocho mientras miraba a cada una de las veinte personas que se encontraban en frente de él, tratando de poder memorizar sus rostros. – "Y para eso, os debo decir que se queden callados y me dejen hablar, una vez termine de hablar, podrán decir lo que quieran."
Él entonces se acercó a ellos con su silla, sentándose a pocos centímetros del grupo de veinte personas, Dieciocho no apartaba la mirada de ellos, y de igual forma, Diez y Veinte miraban con atención a cada una de las 20 personas que había en el lugar.
Diez que seguía a un lado del pizarrón, sonreía al disfrutar del momento, era bueno la llegada de estas nuevas 440 personas, y, Veinte quien se puso a un lado de la puerta, pensaba sí alguno de ellos sería un Elite en un futuro.
"Este lugar," – Dieciocho finalmente comenzó a hablar – "es el Castillo de la Luz de la Orden de Géminis, el hogar, sede, y santuario de los Salvadores del Signo Zodiacal de Géminis, y este castillo se encuentra en el mismísimo planeta Mercurio."
'¡¿Eh?!'
Thor al igual que los otros no podían creer lo que escuchaban, incluso algunos pensaron que esto era una idiotez, pero nadie dijo nada, y Diez disfrutó las caras de las 20 personas, algunos mostrando sorpresa, otros mostraban incredulidad, otros al borde de decirle idiota a Dieciocho, algunos confundidos, no entendiendo todavía o procesando lo que Dieciocho dijo, y, mientras él miraba los rostros de las 20 personas, borró una pregunta más.
"Así es, aunque no me crean, aunque piensen que es una tontería lo que he dicho, nos encontramos en el Planeta de Mercurio, y todos llegaron aquí al aceptar la Invitación." – al decir eso, Diez borró otra pregunta, mientras Dieciocho siguió. – "Nosotros tres somos parte de la Primera Generación de la Orden de Géminis, y ustedes junto con los otros que ya pasaron por esta habitación, sois miembros de la Séptima Generación, nosotros fuimos invitados en el año 2012, y cada año una nueva generación es invitada y llega a la Habitación de la Bienvenida."
'Oh, eso quiere decir que esto ha pasado ya por un rato…' – pensó Theo, mientras Diez borraba otra pregunta.
"Como os dije, llegaron aquí por medio de la Invitación, ustedes llegaron por vuestra propia decisión, de la misma manera que hace siete años yo junto a la primera generación lo decidimos." – Dieciocho dijo, mientras recordaba aquel momento, cuando apareció junto a los otros, aquella vez fue tan diferente a lo que la Séptima Generación experimento, muy diferente.
"Al igual que nosotros, existen otras once ordenes, cada una representada por un signo zodiacal, las Doce Ordenes del Zodiaco." – mientras él dijo eso, Diez, dibujo en el pizarrón los doce signos zodiacales. – "Nosotros somos apenas una de las Doce Ordenes, por lo que hay muchos más salvadores además de nosotros."
"Otra cosa que no preguntaron, y que tal vez no se dieron cuenta, o tal vez porque no les importó, es que nosotros, todos los que estamos en esta habitación, provenimos de diferentes partes del mundo, y hablamos diversas lenguas entre nosotros, y, aun así, todos pueden entenderse y hablarse entre ustedes."
'¡!' – en ese momento, Theo y los otros se dieron cuenta de eso, a Theo no le había parecido extraño, pensando que todos eran latinos o españoles, pero, ahora que veía a los otros, claramente tenían muchas diferencias étnicas entre ellos.
"Por ejemplo, yo soy francés, y ahora mismo estoy hablando en mi idioma, y cuando os oigo hablar, escucho francés, y, tal vez ustedes me escuchen hablando inglés, español o cualquier otro idioma, pero la verdad es que no es así." – Dijo Dieciocho. – "Esta es una de las características que tenemos los Salvadores, podemos hablar, escuchar y entendernos a la perfección sin importar sí hablamos diferentes idiomas, por alguna razón, nos podemos comunicar de esta manera a pesar de hablar diferentes idiomas."
Y, así empezó a responder otra pregunta.
"Hablando de características que poseemos, una muy importante y esencial, es que poseemos seres que nos ayudan, nos aclaran dudas que tenemos, nos dan consejos, y nos acompañan, y nos podemos comunicar mentalmente, esos seres nos hablan en nuestras cabezas, y son los mayores aliados que cada uno de nosotros poseemos." – Diez borró otra pregunta del pizarrón. – "Y no, no sé quiénes son ellos realmente, o porque nos ayudan, lo único que sé es que a la voz en mi cabeza le debo demasiado…"
Siete preguntas respondidas, quedaban dos.
"Lo que sucede es muy simple, todos ustedes aceptaron una invitación, y ahora son parte de los Salvadores, más específicamente, sois parte de los Salvadores de la Orden de Géminis, y son aliados míos a partir del momento en que aceptaron, puede que algunos lo hicieron solo para ver que sucedía, o creyendo que era un sueño, pero os dijo, la decisión ya ha sido tomada, y es hora de aceptar vuestro destino."
Diez borró una más, y solo quedaba una pregunta.
"Antes de responder la última pregunta, déjenme decirles algo, porque siento que no me han entendido del todo… cada año, los Dioses, así es, los Dioses envían cierta cantidad de invitaciones a personas al azar, aquellos que aceptan, cómo nosotros, se convierten en Miembros de alguna de las Doce Ordenes, y al llegar aquí, nosotros hemos obtenido algo muy interesante." – Dieciocho miro a Veinte, y ella sonrió a su amigo y compañero.
Diez de la misma manera sonreía, en realidad, en todo este día él no ha parado de sonreír, en especial en lo fácil que lo tenían estos mocosos al principio que hay gente que les explique, ya que, aunque las voces en las cabezas de cada uno les han respondido muchas dudas, tardó tiempo para que la primera, la segunda e inclusive la tercera generación se adaptaran a sus nuevas vidas, e inclusive ahora, siguen descubriendo muchas cosas.
"Digan a la voz en sus cabezas que les muestren el
'¿Hm?' – Theo al igual que las otras diecinueve personas estaban confundidas, pero aun así hicieron lo que Dieciocho dijo. – 'Celina… muéstrame el
[Entendido.]
Y, en ese preciso momento, en frente de las vistas de las 20 personas, una ventana azulada parecida a la pantalla de una computadora apareció, ventanas que cada individuo solo podía ver su información.
>Información Personal
>Atributos
>Inventario
>Títulos
>Habilidades
>Mapa
>Lista de Amigos
>Chat
>Misiones
>Logros
"¡¿Qué?!" – Theo, del mismo modo que los demás, se sorprendió enormemente con lo sucedido, movió su mano hacia donde veía la ventana, pero no sentía nada, su mano atravesaba la ventana.
"Jajaja, el Menú de Usuario es una parte del Sistema que nos ayuda a nosotros los Salvadores, solo podemos acceder a ella mediante nuestros Guías, que, ahora que me doy cuenta, no os he dicho, pero así es como llamamos a la voz que escuchamos en nuestra cabeza, Guía. Chequen primero Información Personal o IP, pueden hacerlo con solo pensar en IP, y si quieren regresar, solo piensen en volver al Menú."
'Información Personal.'
Delante de todos apareció una nueva ventana llena de información interesante.
>Información Personal
Nombre: Theodore López. Nacimiento: 25/05/2000 Edad: 18. Raza: Humano. Género: Masculino. Nacionalidad: Mexicano.
Color de Piel: Blanco. Color de Pelo: Negro. Color de Ojos: Café Claro. Estatura: 180 cm. Peso: 80 kg. Apariencia: C.
Orden: Géminis. Generación: Séptima.
Nivel: 0. EXP: 0/10. Rango: Ninguno.
HP: 80/80. QP: 0/0. MP: 0/0. ZP: 0/0.
"Como podrán ver, la información que aparece en IP es la información de cada uno de ustedes, con algunas variedades entre hombres y mujeres, pero bueno, son detalles menores, dejando de lado su información personal que no debería ser sorpresa para cada uno de ustedes, de seguro sí será sorpresa la segunda parte de la información, acerca del nivel y experiencia de cada uno, que es 0, además, del HP, QP, MP y ZP, siendo HP la única que tiene cierta cantidad."
Al igual que Theo, todos tenían 0 en QP, MP y ZP.
"Para ser claros, sus niveles son 0 porque no tienen experiencia, como conseguir experiencia se les explicará después, pues primero debemos de ir por algo importante, decirles acerca de HP, QP, MP y ZP, y, para ello, deberán de regresar al Menú y luego irse a la ventana de Atributos."