El sol brillaba directamente sobre su rostro, el inmenso cielo con su color habitual alegraba el día, el hermoso color celeste....Lian se sentó rápidamente y miro a su alrededor, el cielo lleno de estrellas acompañada de aureolas y nebulosas, enormes cascadas caían cada una de ellas de diferentes colores. De pronto una ligera brisa trajo consigo un extraño aroma, miro al frente y se topo con la espalda de Muriel.
El viento mecía suavemente las hebras de cabello blanco, los adornos hacían sonar un hermoso tintineo, con las cascadas y el extraño cielo de fondo creaban una escena que estaría en la memoria de Lian por siempre...
-Despertaste-
-...¿Donde estamos?-
-Eh...camino a tu nuevo hogar-
-...-
Repentinamente un dolor recorrió su cuerpo, como ondas de electrizantes combinadas con un martilleo constante, gotas de sudor cubrieron rápidamente su cuerpo. De pronto sintió que una mano fría se poso en su frente y el dolor desapareció.
-Destruí tu base de cultivo-
-!!!-
-Es innecesaria, ahora seras mi discípulo-
-¡¿Qué?!-
-Te puse el ojo hace años, pero hubo un problema...así que no tuve una opción que entregarte a ese saco de paja para que te cuidara por un tiempo- la frase fue seguida por un largo suspiro.
-Pero mi años de cultivación-
-El método que te enseñare es diferente-
-Quiero ser un inmortal-
-Seras más que eso-
-¿eh?-
El silencio cayo precipitadamente. Pasaron los segundos y minutos pero Muriel no dijo una sola palabra, Lian volteo la mirada y observo el inmenso campo cubierto de hermosas e inumerables flores y extrañas plantas. Cuando su vista se poso en un gran árbol de tronco grueso cubierto por pequeñas flores rosadas observo como los pétalos formaron la figura de una hermosa mujer que parecía observarlo con curiosidad.
Inconscientemente se acerco a Muriel, agarro el chaleco negro y con un dedo señalaba el árbol, de su boca no salía nada más que balbuceos.
Echando una mirada a donde señalaba el pequeño dedo Muriel observo lo mismo, ella alzo la mano y saludo.
-Es un espíritu-
-¿Un espíritu?-
-Si, de ese árbol, creo que su nombre es Cerezo, es un guardián de este jardín-
-Pero no se supone que los espíritus son malvados, y los espíritus de las platas tienen forman humanoide-
-...¿Quién te enseño eso?-
-Nuestro hermano mayor-
-Olvida todo lo que te enseñaron, si bien ellos estudian para ser inmortales aun no lo son, solo los verdaderos inmortales entenderán los secretos del mundo y del universo-
-Ah...menciono que ese árbol es un cerezo y un guardián-
-Si, todas las plantas, flores y árboles que observas son espíritus guardianes, ellos protegen la entrada de este jardín-
-Entrada, esto... ¡es solamente la entrada!-
-Ajá, todos ellos son los más fuertes en su clase, así que no lo subestimes-
-Clase...solo-
-Si, ves esas enormes cascadas, cada una viene de un continente distinto, otras son las combinaciones de grandes ríos- señalo la cascada más lejana y brumosa - esa de ahí, proviene del continente del Norte, es hielo líquido- señalo otras dos- la de rojo proviene del Continente del sur, es lava y la que se encuentra a lado es de fuego, no preguntes como es posible- luego señalo cada cascada y su lugar de origen, así como las combinaciones de ellas-
-Como ves, este lugar es regado por todos los ríos del mundo, así que es natural que encuentres todo tipo de animales y plantas, cerca de cada cascada encontraras la especialidad de cada continente-
Lian observo todo fascinado, este lugar parecía estar oculto al mundo, era como un paraíso.
-Pero... no hay nadie por aquí-
Ha pasado largo tiempo desde que despertó, pero no ah encontrado a ninguna persona, aparte un lugar así, debería estar lleno de personas con espíritu aventurero y gente codiciosa.
-Los guardianes se encargan de los que entran aquí sin permiso-
-...-
-En realidad te hubieran despedazado y convertido en abono si no vinieras conmigo- Muriel rió en voz alta cuando dijo eso.
-...-
De repente el carruaje viro una esquina, y los arboles los rodearon.
No paso mucho tiempo cuando una cerca y una casa aparecieron ante su vista. Era la casa mas rara que Lian había visto en su vida. Muriel detuvo el carruaje una vez que pasaron la cerca y bajo de el, Lian la siguió y de pronto se dio en cuenta...
...El animal que había tirado el carruaje era un burro, y no un burro normal, este era diferente, de alguna manera, y no lo decía con respecto a la trenza que tenía, tampoco se quejaba de que el burro tuviera ropa, solamente le dio la sensación de que el burro lo miraba con lástima y desprecio...
-Erídano, fue abandonado cuando era muy pequeño supongo que la causa fue su peculiar color blanco- acaricio al burro lentamente- dependerás de este amigo para movilizarte así que llévate bien con el, después de todo este amiguito tiene un carácter bastante extraño- le dio un ligero golpe y el burro se alejo.
-Erídano, es un nombre bastante extraño-
-Jejej, con el tiempo sabrás el porque de su nombre-
-¿Hay una historia?- Lian preguntó con curiosidad
-Todo tiene una historia-
Camino lentamente detrás de su nueva maestra, todo fue tan rápido que parecía mas un sueño que una realidad, levanto la vista y la casa de alzaba graciosamente, observo como Muriel giraba hasta quedar frente a el y decir con una gran sonrisa:
-Este es tu nuevo hogar-
Los rayos de sol la alumbraban haciéndole parecer un espejismo, un extraño sentimiento surgió en un su corazón junto con un mal augurio seguido de un intenso miedo pero por alguna razón dio un paso hacia adelante.
Y una sonrisa se distinguió en ese pequeño rostro que el tiempo se encargaría de borrar de la manera más cruel.
***
" Maestra había recibido un discípulo, era el último que ella educaría yo lo sabía al igual que todos mis hermanos, no queríamos que este día llegara...Faltaban unos años, no los sabíamos, ella siempre sonreía, ella siempre lloraba, lo sabíamos...no pudimos ayudarla lo sabía...ella nos dejaría, ella solo quería seguir a esa persona que el destino le había impedido seguir hacia tanto años atrás, pero no se quien es, el había aparecido antes de que ella tomara a su primer discípulo, antes de que ella recibiera el titulo de Majestad, incluso antes de la aparición de los Inmortales...
Creo que el fue el principio, el inicio..."
-Fragmento del diario de Oer Cain La'r Gogledd -