Los rayos del sol entraron por la ventana, Lian abrió los ojos.
Un cuarto desconocido, una cama desconocida, ventanas desconocidas, ropa desconocida, cerro sus ojos y deseo que todo fuera una mentira, una pesadilla. El tiempo transcurrió lentamente, el cuarto permaneció ahí al igual que todo lo demás.
Pequeñas lagrimas resbalaron lentamente por sus ojos manchando sus mejillas y las sabanas de la cama, recuerdos surgieron en su mente; como cuando finalmente logro cultivarse, sus primeros amigos...
Las cosas normales y sencillas que hasta hace unos días eran parte de su vida habían desaparecido, como el viento arrastra una hoja así se fue todo lo que conocía.
Siempre había vivido en la secta pero ahora estaba en un lugar desconocido.
Ayer había estado demasiado tranquilo debido al impacto que había recibo, no sabía como reaccionar, solo podía asentir y preguntar, pero ahora las impresiones habían pasado y sabía que todo era real.
Solo tenia diez años, y se sentía perdido.
Las lagrimas siguieron cayendo y ligeros espasmos sacudieron su pequeño cuerpo, sin darse cuenta había empezado a gritar mientras abrazaba la almohada y poco a poco cayo en un profundo sueño.
Al otro lado de la puerta se encontraba Muriel dirigiéndose a la cocina:
-Supongo que sera una sopa de pollo para el alma hoy-
La oscuridad cubría ahora el cielo, el canto de pequeños insectos llenaba el ambiente junto con la melodía de una flauta. El aroma de una sopa se había esparcido por la habitación, obligando a despertar al pequeño niño.
-¿Tienes hambre?-
La pregunta se hizo de un modo tan cálido que Lían no pudo resistir.
En silencio tomo la sopa, sintiendo la calidez recorriendo todo su cuerpo después de cada sorbo. Cuando termino no puedo evitar cerrar los ojos, una extraña somnolencia se apodero de él, vagamente puedo sentir como una mano paso por su frente...
***
Muriel paso su mano por el cabello de Lían, observando cada hebra, con un pensamiento creo una pequeña luz. Una extraña expresión apareció en su rostro, tomando al pequeño en sus brazos como una princesa lo llevo hacia el jardín.
El silencio reinaba donde ella caminaba, pequeñas luces envolvían su cuerpo y mostraban el camino hacia una primavera desconocida para todo el mundo excepto para cuatro personas. Puso al niño a un lado mientras ella comprobaba el agua, pequeños pétalos de distintas flores se observaban en la superficie sin ondulaciones.
Lentamente saco cada pieza de ropa que cubría el cuerpo de Lían y con cuidado puso el cuerpo en el estanque y baño el cuerpo suavemente, sus manos realizaban extraños patrones por todo el cuerpo del niño. El baño duróo tres horas. Con cuidado lo saco del agua, seco el cuerpo y lo vistió.
Regreso a la casa, camino por los pasillos oscuros pasando cuarto por cuarto, hasta llegar una habitación en una esquina de la casa, paso directamente la pequeña sala y abrió una puerta más.
El cuarto no era pequeño, tenían una cama grande, un velador, una mesa en el centro, cerca de la ventana habían muebles para descansar, varios cuadros y pergaminos decoraban las paredes. Las lámparas exquisitamente elaboradas se encontraban ubicadas en lugares estratégicos.
Puso a Lían en la cama, toco el pequeño rostro del niño con una mano, la máscara que cubría el rostro de Muriel descansaba a un lado de ella.
-Un cabello negro con reflejos azules, una piel blanca con tintes rosados, largas pestañas, unos labios finos, un rostro en forma de diamante juntos con unos ojos azules ahora ocultos- Muriel observo cada rasgo de su nuevo aprendiz mientras murmuraba.
En la oscuridad de la noche, una pequeña voz canto...
"En el comienzo de todo yo estuve ahí
en el final tu estarás, en el silencio la luna observa.
Cuando tus ojos vean lo que yo veo
yo estaré en el viento y en el fuego.
Encontraras lo que creías perdido
perderás lo que tienes en tus manos
El mundo cambia y yo sigo en el..."
Y las paredes de la habitación fueron testigos del ligero beso que Muriel poso en los labios del pequeño.
" Las estrellas guían el camino de los sabios
el agua fluye en el alma
el fuego vuelve ceniza al mundo
la tierra construye un cuerpo
el hielo observa el cambio
la oscuridad anhela el calor
la luz espera a la luna
la muerte vuelve amar
la vida desea volver a nacer"
...Un fatigado suspiro se escucha en la habitación, tomando la máscara la vuelve a colocar en su rostro...
" Novum Iter..."
A partir de ahora ese sera tu nombre...