La afirmación de Wei Juan era algo con lo que Yang Fan no podía evitar estar de acuerdo.
También sabía que Wei Juan definitivamente no aceptaría tan fácilmente. El hecho de que los dos durmieran juntos era condicional y esencialmente un asunto aparte. Era natural que Wei Juan sintiera preocupación y conflicto.
En cuanto a lo que dijo sobre aspirar demasiado alto, eso eran solo cortesías. Yang Fan no se lo tomaría en serio.
Si ella se mudara a una gran ciudad para trabajar y enterrara completamente su terrible pasado matrimonial, seguiría siendo la diosa en los ojos de muchas personas, con innumerables admiradores.
—Entonces, ¿vendrás esta noche? —preguntó Yang Fan.
—Por supuesto, me escabulliré más tarde. Deja la puerta abierta para mí —respondió Wei Juan con una sonrisa.
Esta respuesta directa llenó instantáneamente el corazón de Yang Fan de una alegría sin límites.
Mientras no interfiriera con su tiempo de juego, estaba bien.