Chereads / La Carga Del Más Fuerte, Fragmentado / Prólogo: Los Odio, Débiles.

La Carga Del Más Fuerte, Fragmentado

JaxDominus
  • 7
    chs / week
  • --
    NOT RATINGS
  • 76
    Views
Synopsis

Prólogo: Los Odio, Débiles.

Antes de que Oliver pudiera responder, Arkhan apareció frente a otro estudiante, moviéndose con una velocidad inhumana. Con el filo de su daga, decapitó a su víctima en un solo movimiento. La sangre brotó en un torrente, dibujando un río carmesí que empapaba el suelo. La cabeza, separada de su cuerpo, rodó hasta detenerse frente a Amelia.

Por un instante que pareció eterno, los ojos de la cabeza pestañearon, moviéndose con desesperación, antes de cerrarse en un acto final de impotencia.

—¡Amelia, corre! —gritó Hagane con una mezcla de ira y urgencia. Sin esperar una respuesta, lanzó a Oliver hacia el grupo de alumnos restantes, obligándolos a huir mientras él permanecía como su último escudo.

Amelia, con los ojos llenos de lágrimas, quedó inmóvil. La visión de Damián, su amigo, su compañero, en un destino tan cruel, la mantenía anclada en el lugar.

—Profe… No puedo… Damián… El está… —su voz se rompió, apenas un susurro ahogado por el miedo. Pero el instinto de supervivencia la empujó a seguir corriendo, aunque con cada paso, su alma parecía romperse un poco más.

—Cobardes… —se burló Arkhan, sacudiéndose el polvo del cabello como si nada hubiera pasado. Su sonrisa era fría, calculadora. —¿Para eso los entrenan?

Ryuga lo miró fijamente, sus ojos dorados ardiendo con una rabia contenida. Sentía cada fibra de su ser tensarse mientras su energía se acumulaba.

—Son solo alumnos… no están listos para una pelea. —Sus palabras no eran para Arkhan; eran para sí mismo, un recordatorio de que él debía cargar con este peso. Pero Arkhan no dejó que eso lo disuadiera.

—Cualquier estrategia es buena si sirve en una guerra, Ryuga —dijo con desdén. —No importa si hay que sacrificar a los débiles.

La calma en su tono era más cortante que cualquier filo, y Ryuga sintió cómo su ira se mezclaba con el dolor. Ajustó su postura, ignorando el temblor en sus puños.

—Si es así como quieres jugar, entonces yo… —empezó a decir, mientras un aura oscura comenzaba a rodearlo.