Diciembre 2006
Alex entregó a Bruna una gran taza de café y una porción de bizcocho de chocolate que ella recibió con una sonrisa de agradecimiento.
- Uhm... ¿Con cafeína está vez?- entrecerró los ojos curiosa hacia su amigo mientras sujetaba la taza con sus las manos cerca de sus labios.
- Ups pues...
- En serio, ¿Tanto crees que me afecta?- Pregunto ella falsamente ofendida.
- No, no... Yo... Uhm.. Bueno leí un estudio... - Empezó a justificarse Alex torpemente.
- ¿Leíste un estudio...?- Le animaba Bruna a continuar mientras dibujaba un gesto de confusión en su rostro.
- A ver... Sí, te tenía que haber preguntado igualmente cómo lo querías... en fin... Como Carmen se entere me corta los huevos por decidir por tí. Pero bueno yo... pensé que... -
- Lex, ¿Qué pasa?
- Bueno, ya sabes. Encontré una revista de ciencia de las que le llegan a mi hermano a casa... no es que buscara este estudio a propósito - Siguió explicando él gesticulando nerviosamente la mano - Para ti... Ejem...Para las migrañas no es recomendable consumir tanta cafeína al día - Concluyó por fin Alex tímidamente, mientras se rascaba la nuca con una mano y sujetaba su propia taza con la otra. Realmente había preguntado a su hermano si le sonaba que hubiese algún artículo al respecto, Diego pregunto a varios colegas médicos y le trajo esta revista a casa. De repente le invadió una ola de profunda vergüenza y notó como empezaba a ponerse rojo.
Entonces la mirada de Bruna se suavizó y una leve sonrisa apareció en la comisura de sus rosados labios, mientras le miraba profundamente con sus oscuros ojos negros. Era imposible que él le ocultase nada cuando ella le miraba así y parecía activar su don para leer mentes.
- Alex - Llamó a su amigo dulcemente - Gracias. - Por supuesto ella sabía que no había encontrado ese artículo por casualidad, claro que sabía que su compañero se preocupaba por sus cada vez más frecuentes migrañas y... De alguna forma... Sin duda ella ya había notado la necesidad de Alex por cuidarla y protegerla. Sin embargo, no se burló, ni comentó lo evidente, únicamente le dedicó una de sus amplias sonrisas que hacían que él se olvidase del mundo por un instante.
- Bueno entonces...¿Donde se supone que me vas a llevar a estudiar cuando nos tomemos esto? - Preguntó Bruna levantando ligeramente su taza de café con ambas manos.
- A ningún sitio -
- Eh... ¿Cómo que a ningún sitio? Mañana tenemos un examen final... - Comenzó a quejarse Bruna algo alarmada.
- Ya, pero me ha parecido que es mejor para ti descansar tú cerebro que encerrarte a memorizar cosas sin sentido...- Explicó él.
- Pero Lex yo... No he estudiado casi ese examen y...-
- Vamos Bru, es tu asignatura favorita, Historia del arte, te sabes todo... Mira, te lo voy a demostrar, a ver.. déjame tu libro- Mientras se sentaba a su lado extendió la mano hacia ella, quién con el ceño fruncido saco su libro de la bolsa y se lo ofreció.
- Uhm... A ver, sí... Háblame de algunas de las primeras manifestaciones artísticas de la historia...
- Bueno ya sabes, al principio eran más bien herramientas embellecidas, por ejemplo un arma en la que habían tallado una cabeza de un pájaro en el mango... Ese tipo de cosas. Pero para mí eso es ornamental, yo creo que se puede considerar un objeto como pieza artística cuando no tiene otro tipo de funcionalidad en el día a día de la sociedad prehistorica en cuestión... Uhmm... Asique no sé, si tuviera que poner un ejemplo podría hablar de la Venus de Willendorf... - Comenzó a divagar Bruna
- Aha... Pero podría,según tu teoría, no ser aún arte la Venís de Willendorf - Interrumpió Alex interesándose genuinamente por la dirección de la conversación.
- Sé por dónde vas... Lo dices por la creencia de que era un objeto religioso para llamar a la fertilidad, y eso... En cierta manera lo convierte en un instrumento funcional... Aunque sea algo espiritual en lugar de... - Bruna ahora tenía un gesto de profunda concentración, con la mano en su barbilla y los ojos entre cerrados mirando al vacío.
- Exacto -
- Uhmmm tengo una teoría, ahora que hablamos de estas manifestaciones y de la celebración de la fertilidad. Antes de que el ser humano se tornará falocentrista...-
- ¿Se tornara? ¿Falo qué...? No hemos venido aquí a que me digas guarradas, sino a repasar para el examen, céntrate señorita - le interrumpió Alex divertido, era su manera de hacer que ella se relajase, haciendo que la molestaba con bromas.
- Si, falocentrista. Si te das cuenta, primero las figuras que resaltan la fertilidad son femeninas, formas voluptuosas con grandes senos y pubis marcados...
- Ya estamos con las guarradas otra vez..- Interrumpió él de nuevo y Bruna no puedo evitar dejar escapar una encantadora risa.
- Creo que los primeros humanos pensaban que Dios era una mujer, o más bien que las mujeres éramos una especie de diosas en la tierra que creábamos vida de la nada, nuestros vientres de pronto comenzaban mágicamente a crecer y... Unos meses después salía un nuevo ser de ellos. - Explicaba apasionadamente ella mientras gesticulaba con las manos - Sin embargo, un día relacionaron una cosa con la otra y... Se dieron cuenta que el hombre participaba en la concepción y que el aparcamiento de dos seres traía como consecuencia el embarazo de la mujer... Asique pensaron que "lo mágico" era esa cosita entre vuestras piernas, que el pene es lo que plantaba la semilla y la mujer es un mero recipiente... Y entonces las esculturas y los amuletos de fertilidad comenzaron a ser puramente falomorficas y... Dios se transformó en hombre.- Concluyó su compañera.
- Oye, no se a qué llamas "cosita", pero... Entiendo tu punto, una teoría interesante.
Bruna soltó una carcajada ante la respuesta de su amigo.
Pasaron el resto del día conversando sobre los conceptos de la asignatura, repasaron las partes que Bruna controlaba menos y terminaron hablando de sus propias vidas y confidencias.
Pronto llegó la hora de regresar, pues Bruna tenía que recoger a sus hermanas en el instituto y a sus hermanos pequeños en el colegio antes de ir a coger el autobús.
- ¿Y no puede encargarse tu hermana mayor? Total ella ya está ahí - La hermana mayor de Bruna estaba en el último curso escolar pues se llevaban solo un año, y Alex podía notar que había algo extraño en su relación. Bruna actuaba como si ella fuese la hermana mayor, se responsabilizaba de sus dos hermanas menores y los mellizos, de cuatro años, mientras su hermana hacía lo que le venía en gana.
- Bueno, es que me da cosa... Contaban con que yo volvía con ellas también, ya sabes.- Contestó Bruna evitando nombrar a su hermana.
Cuando se despidieron ese día Bruna abrazó inesperadamente a Alex, rodeándole con sus pequeños brazos a la altura de su cintura y enterrando su cara en el pecho de él. Tras un instante de confusión, él le devolvió el abrazo, cruzando sus brazos sobre los hombros de Bruna y apoyando su mejilla en la parte superior de su cabeza. Entonces notó como ella tomaba una profunda inhalación en su jersey y después... Soltaba una especie de... ¿Ronroneo? Joder, no había escuchado nada más adorable y sexy en su vida. Tuvo que luchar fuertemente contra su naturaleza para no excitarse contra su cadera en ese momento.