Kent no preguntó inmediatamente nada. Su mente giraba en un torbellino de reflexiones, como si intentara atrapar algo fuera de su alcance, pero carecía de cualquier entendimiento de la historia de origen.
Pero eso no significaba que no tuviera nada que decir.
—Dijiste que este objeto es uno de los Siete Tesoros del Caos Primordial. ¿Sabes los nombres de los otros? —preguntó Kent.
Tal vez conocerlos le brindaría algo de claridad. Aunque no sabía mucho, su subconsciente trabajaba para descubrir algo.
—Solo conozco otro —respondió Vexthra—. Aparte de la brújula, solo otro objeto ha sido descubierto. En cuanto al resto, sus nombres se conocían en el pasado pero se han desvanecido de la memoria con el tiempo.
—Por supuesto, te preguntarás cómo sé el nivel de peligro de la brújula si no conozco los nombres de los otros cinco.
—La respuesta es simple: soy una diosa.
