Capítulo 1: La Escuela de las Sombras
El primer día en la Academia Nox Obscura siempre era un caos. No cualquier monstruo podía entrar; esta escuela estaba reservada para los herederos de linajes antiguos, criaturas de gran poder o aquellos con habilidades especiales. Un lugar donde lo sobrenatural era la norma y lo humano, una rareza.
Para Rex Howl, la emoción era demasiado grande para ocultarla. Se había despertado antes de que el sol se ocultara, devoró un desayuno triple y corrió hasta la escuela, dejando huellas de garras en la tierra húmeda.
—¡Huele a competencia!— exclamó, olfateando el aire mientras cruzaba las puertas de hierro forjado.
En cambio, Luna Spectra apenas llegó a tiempo. Flotando suavemente, con su cabello blanco flotando como si estuviera bajo el agua, se deslizó a través de las paredes del pasillo sin prisa.
—¿Por qué tenemos que madrugar tanto?— murmuró con una voz perezosa mientras observaba a Rex correr de un lado a otro.
A unos metros, Vlad Von Sable caminaba con porte elegante, vistiendo un traje impecable. Sus ojos escarlata analizaron la multitud con la calma de alguien que sabía que ya estaba en la cima.
—Demasiado ruido para mi gusto— comentó con un tono refinado, acomodando su capa mientras un grupo de admiradores ya lo rodeaba.
Mientras tanto, Selene Nocturne se apoyaba contra una columna, con una sonrisa juguetona en los labios. Sus alas de murciélago se agitaban ligeramente mientras observaba a Vlad con interés.
—Oh, pero el ruido es la mejor parte— dijo, guiñándole un ojo antes de seguir su camino.
El sonido de pasos pesados resonó cuando Grimm Stein entró en el vestíbulo. Con más de dos metros de altura y músculos que parecían tallados en piedra, su presencia intimidante hizo que varios estudiantes se apartaran. Sin embargo, él solo suspiró y murmuró:
—No muerdo... a menos que me provoquen.
Naga Ophion observó la escena desde lejos, cruzada de brazos. Sus ojos verdes, afilados como los de una serpiente, escaneaban a cada estudiante con una mezcla de curiosidad y juicio.
—Siempre es lo mismo— murmuró, tocando las escamas en su cuello. "Alguien como él siempre será más fuerte. O más imponente. O más... algo."
Finalmente, Morgana Hex entró sin prisa, con un libro flotando a su lado y una expresión de superioridad en su rostro. Su cabello oscuro y largo se movía como si tuviera voluntad propia.
—Espero que al menos haya competencia digna aquí— comentó sin mirar a nadie en particular.
Fue entonces cuando la directora apareció. Una mujer alta y etérea, con una presencia que silenciaba el caos en un instante.
—Bienvenidos a la Academia Nox Obscura— dijo con voz firme. —Aquí, ustedes aprenderán a controlar sus poderes y a comprender lo que significa ser un verdadero monstruo. Pero antes… los nuevos deben formar sus equipos.
Los siete se miraron por primera vez. Opuestos en todo sentido, pero con una extraña sensación de familiaridad. Sin saberlo aún, este día marcaría el inicio de una amistad que desafiaría los límites de la oscuridad y el destino.
FIN DEL CAPÍTULO 1