El beso que compartieron Ana y Sebastián había dejado una huella imborrable en sus corazones. La conexión entre ellos era innegable, pero las sombras del pasado y el peligro que los acechaba no les permitían entregarse por completo a su amor.La investigación sobre la muerte del padre de Sebastián los había llevado a un punto crucial. Ricardo Benavides, miembro de "La Estrella Oscura", había confirmado que el padre de Sebastián había sido asesinado por orden de la sociedad secreta. Pero Benavides se negaba a revelar el nombre del responsable, temiendo por su vida.Ana y Sebastián se sentían frustrados y desesperanzados. Sabían que estaban cerca de la verdad, pero el miedo y la incertidumbre los paralizaban.Una noche, mientras Ana y Sebastián se encontraban en el despacho de Sebastián, revisando los documentos que habían encontrado, escucharon un ruido proveniente del exterior.Sebastián se asomó a la ventana y vio a un hombre sospechoso merodeando por la casa. El hombre llevaba un traje oscuro y un sombrero que ocultaba su rostro."Nos están vigilando", dijo Sebastián con voz preocupada.Ana sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Sabía que estaban en peligro, pero no podía imaginarse lo que estaba por suceder.De repente, la puerta del despacho se abrió de golpe y el hombre del traje oscuro entró en la habitación."Tenemos que hablar", dijo el hombre con voz amenazante.Ana y Sebastián se pusieron de pie y se enfrentaron al hombre."¿Quién eres tú?", preguntó Sebastián con voz desafiante."Soy un amigo de Ricardo Benavides", respondió el hombre con una sonrisa maliciosa. "Y vengo a advertirles que dejen de investigar la muerte del padre de Sebastián"."¿O qué?", preguntó Ana con voz temblorosa."O les pasará lo mismo que a él", respondió el hombre con frialdad.Ana y Sebastián se miraron con preocupación. Sabían que el hombre decía la verdad. Estaban en peligro."No vamos a dejar de investigar", dijo Sebastián con voz decidida. "Queremos saber la verdad"."Entonces aténganse a las consecuencias", respondió el hombre con voz amenazante.El hombre se acercó a Ana y la tomó del brazo con fuerza."Si no se detienen, ella sufrirá las consecuencias", dijo el hombre con voz fría.Sebastián sintió una furia incontrolable al ver a Ana en peligro."Suéltala", gritó Sebastián con voz enojada.El hombre sonrió y apretó el brazo de Ana con más fuerza."No te metas en esto, Sebastián", dijo el hombre con voz amenazante. "O ella pagará las consecuencias".Sebastián no dudó ni un segundo. Se abalanzó sobre el hombre y lo golpeó con todas sus fuerzas.El hombre cayó al suelo inconsciente. Ana corrió a auxiliar a Sebastián, quien se encontraba herido y ensangrentado."Tenemos que irnos de aquí", dijo Ana con voz temblorosa.Sebastián asintió con la cabeza y juntos salieron de la casa.Mientras huían, Ana no podía dejar de pensar en lo que había sucedido. Estaban en peligro, y la vida de Sebastián corría peligro."Tenemos que encontrar pruebas que incriminen a 'La Estrella Oscura'", dijo Ana con voz decidida. "Tenemos que demostrar que ellos fueron los que mataron a tu padre".Sebastián asintió con la cabeza. "Tienes razón", dijo con voz seria. "Tenemos que luchar por la justicia".Juntos decidieron seguir investigando, a pesar del peligro que corrían. Sabían que estaban entre la espada y la pared, pero estaban dispuestos a luchar por la verdad y por el amor que los unía.