1940, Dunkerque, Francia.
Bill abre los ojos en medio de gritos, disparos y mugre.
—¡La línea defensiva cae!
—¡Médico, médico!
Las explosiones hacen que no pueda procesar lo que está pasando.
Entonces, alguien, comienza a sacudirlo con fuerza.
—¡BILL, REACCIONA!, la línea se cae. Debemos retroceder. Los alemanes nos tienen. Hablan de evacuar a Inglaterra.
—¡Tom!, hombre. Acabo de tener un sueño extraño, yo vivía en un mundo de zombis...
—¿Qué estupideces dices?, ¿la explosión te sacudió tanto? Maldición, pensé que estabas hecho pedazos, hombre. ¡Reacciona!
Tom lo levanto del lodo y lo sacudió.
—Reacciona, sígueme y corre. —Le da un arma a Bill.
Bill comenzó a correr detrás de Tom.
Miro su ropa. Un uniforme militar llevando un fusil de asalto en sus manos.
Estaba lleno de sangre y barro por todos lados.
—(No, no está bien... Recuerdo que explotaron los reactores nucleares del mundo y todo se fue a la mierda. No soy el Bill de este universo...)
Bill comenzó a sentir un fuerte dolor de cabeza.
Sentía que estaba adquiriendo las memorias de su doble en esta tierra.
Y vaya entrada, está en la Segunda Guerra Mundial.
Se alistó junto a su mejor amigo para eliminar nazis.
Bill debe admitir que la propaganda estadounidense para la guerra, es demasiado persuasiva.
—¡Bill, ahí está la trinchera! El capitán nos dio la orden de mantener el frente aquí para la evacuación.
—¡Sí!
Bill sabía que ahora, lo más apremiante, es salir con vida de este lugar.
Tenía miles de preguntas que no podía responder ahora.
—¡Vamos, Bill, ya casi!
Bill observó a soldados enemigos a su derecha.
—¡No, Tom, a tú...!
Ráfagas de balas penetraron el cuerpo de Tom sin compasión.
Sin tiempo para pensar en más, Bill se tiró al agujero que tenía a su izquierda.
Las balas vuelan por encima sin detenerse.
—¡Carajo, Tom! Hijo de puta, ¿Por qué te moriste así?
Bill sentía cosas extrañas respecto a Tom.
Puede decirlo, sin tapujos, que su versión alterna, sí murió en la explosión.
Entonces él ocupó su cuerpo y sus memorias.
Pero los sentimientos no.
Así que estaba más que nada disgustado con el idiota que acaba de morir.
¿Ahora como mierda saldría de aquí?
Su doble era un sangre caliente y no puso atención a la información.
Tom era el cerebro de los dos.
Más balas por encima le sacan de su mente.
—¡A la mierda! Si no los mato, no podré seguir a la trinchera.
Se fue a la esquina del agujero y observa.
—Una unidad de 5 hombres. Parece que están cazando a los que se retiran. Saben que estoy aquí.
Los disparos por todos lados, hacen que Bill sude de nervios.
—El apocalipsis zombi sin duda es más vanilla que la guerra. Al menos, los zombis tienen la decencia de matarte y ya.
Respira profundo.
Se tira al suelo y comienza a apuntar.
Los 5 hombres se han distraído con otros soldados que retrocedían.
Bill ya tiene experiencia con armas.
Y como no, ha matado a tantas personas como zombis en su vida.
—La guerra nunca cambia, perras.
Comienza a disparar hasta que se deshace de 3 hombres.
Los demás soldados de su compañía, logran matar a los otros dos.
—¡Soldado, síganos! Y buen trabajo.
—¡Sí, señor!
Así, Bill comenzó su vida en un nuevo universo.
En una época de guerra.