1942, El Alamein, Egipto.
Bill pensó en desertar del ejército en cuanto fue evacuado a Inglaterra en la lejana batalla de Dunkerque.
Pero, al examinar el avance Nazi, parecía que en este universo, ¡Los nazis ganarían la guerra!
¿Cómo?
Parecían que las fuerzas del Eje, tenían ventajas en varios frentes.
Al principio, Bill pensó que era normal.
Después de todo, los alemanes sí que iban ganando la guerra en un principio.
Pero al examinar con detenimiento, sentía que algo iba muy mal.
Nunca ha sido fanático de la historia en su mundo, pero había algo raro en su cerebro.
Podía recordar cada clase de historia o en otras palabras, recuerda todo lo que ha visto y oído en su vida.
¡Los alemanes están ganando batallas que deberían haber perdido!
En el propio Dunkerque, se suponía que evacuaron 300 mil soldados, pero en realidad, solo fueron 50 mil soldados.
¡Una derrota dolorosa!
La batalla de Navik, de abril-junio, los alemanes se quedaron con la ciudad.
Las fuerzas británicas, francesas y polacas no lograron recuperarla.
La batalla de la Isla de Guernsey, en junio, que se suponía que las fuerzas británicas defenderían, fue derrotada en el Canal de la Mancha.
En el año de 1941, también hubo más perdidas.
En la Batalla de Moscú, Batalla de Rostov, los soviéticos eran golpeados sin compasión.
Estados Unidos intensificó su envío de tropas a los aliados incluso antes del ataque a Pearl Harbor.
Todo parecía estarse torciendo y dando la victoria a los nazis.
Sin más opciones, Bill ascendió rápidamente en el ejército.
De Soldado, Cabo, Sargento, Sargento Mayor, Teniente, Capitán y luego Mayor.
Su batallón, ganaba batalla tras batalla sin conocer la derrota y así fue enviado al punto crítico de Egipto.
Cuando menos lo esperaba, ya dirigía un Batallón compuesto de 3 compañías.
¡Más de 500 hombres dependían de él!
Pero por alguna razón, el cerebro de Bill, podía manejarlos con una precisión milimétrica.
—Mayor, el frente nos necesita. Los alemanes están atravesando la línea, amenazan con llegar a Alejandría.
—La segunda ciudad más importante de Egipto. Entendido, ya saben. Vamos a desplegarnos con los tanques en formación V. Yo lideré el ataque. ¡Vamos, soldados!, ¡los alemanes probarán el acero aliado!
—¡Sí, señor!
Las compañías se despliegan con tanques, vehículos y soldados a pie.
—Recuerden, soldados, esto es el desierto, no la selva. ¡Aquí no hay forma de ocultar la simple a vista! Debemos ser rápidos y precisos. ¡Picar y correr! —Bill habla por la radio. —¡Repitan!
—Picar y correr.
—Picar y correr, Mayor.
—Picar y correr, quizá, si ganamos aquí, podamos aliviar la presión, Mayor.
—Vamos a ganar, Capitán Lock, no dude de eso. Tengo una pequeña sorpresa para los alemanes.
…
—¡Mayor, la formación no se puede mantener! —El soldado, grita mientras está en la radio.
—Rompan la formación V, aplican la táctica de serpiente y corran. ¡Despisten, agoten y ataquen de nuevo!
—¡Informando señor!
—Mayor, ¿Dónde aprendió a conducir así?
Comento su copiloto que disparaba sin cesar la ametralladora.
—Me gustan los autos rápidos. El tanque es lento y tosco, pero podemos impactar a vehículos como si fueran mantequilla. Créame, soldado, poder golpear lo que quiera durante la guerra, es un beneficio inesperado.
—Ha, ha, ha, entiendo, Mayor. De otra forma, estaría en la cárcel.
—Exacto.
El tanque parecía imparable en las manos de Bill, quien usando su cerebro al máximo, predecía dónde vendría la munición antitanque.
El tanque se desvía como un gato evitando una serpiente.
Impacta el tanque en la línea y dispara sin parar.
—¡Mayor, antitanque!
—Carajo, estamos atorados. ¡A cubierta!
Todos se agacharon y se hicieron bola.
La antitanque perfora la armadura y entra despedazando a dos hombres.
—¡Señor, perforó!
—Prepararse para el avance a pie. ¡Necesitamos tirar las antiaéreas para que venga la ayuda!
—¿Esa es la sorpresa, Mayor?
—Sí que lo es, soldado. Vienen equipados con una nueva ojiva explosiva. ¡Veremos barbacoa, señores!
Bill dirigió el tanque para estrellarse con un edificio.