Chereads / Incompleteness / Chapter 9 - A Injustice World

Chapter 9 - A Injustice World

Una sombra se movía alrededor del monstruoso Labart, dejando varios destellos a su paso, su velocidad era tan alta que incluso los mas veteranos soldados dudarían si lo que estaban viendo fuera cierto.

En medio de la intensa lucha, Elviroon, ya con sudor recorriéndole la frente y con su respiración agitada, no podía tener un descanso apropiado si no...

Una inmensa garra voló desde la derecha, haciendo añicos todos los escombros que había en su camino.

Desapareciendo y volviendo a aparecer en otra posición varias veces, gracias a su velocidad sobrehumana.

'Esa cosa...'

Mirando la retorcida cara del abominable monstruo, con una sonrisa retorcida.

'Es inteligente, se adapto a mi estilo de lucha y...'

Los segundos en los que se detuvo a pensar, fueron suficientes para que otro ataque, esta vez proveniente de arriba, rozara por poco con el brazo de Elviroon, Toda la armadura que recubrió su brazo se desarmo, en su brazo descubierto, apareció un imperfecto corte, como si se lo hubieran cortado con una sierra.

Sin volver a perder la concentración, esquivo los próximos ataques, la pelea cada vez lo desfavorecía mas, haciendo que Elviroon viera la derrotada como una posibilidad.

Su desesperación comenzaba a aumentar poco a poco.

Jean, que observaba la pelea desde lejos frunció el ceño, si ella lo ayudara quizás lo podrían derrotar.

Sus alrededores cubiertos por cadáveres de Labarts y humanos, civiles y soldados por igual, todos desfigurados y de algunos solo quedando una papilla de carne maltrecha.

Contorsionando su rostro, no pudo evitar sentir ganas de vomitar.

Cuando un Labart apareció, notando su distracción corrió hacia ella, Jean si voltearlo a ver, y con un suave movimiento de su espada, hizo un corte.

La cabeza del Labart cayo al piso, todavía con los ojos abiertos, como si no hubiera notado que murió.

'Por ahora todo va bien, el problema son los Labarts que aparecen por toda la ciudad.'

Suspiro, sabiendo que tenia que obedecer las ordenes de Elviroon.

Sin tener el tiempo para pensar mas, salió corriendo, dejando uno de los agujeros de Labarts emergentes, limpio, donde antes había un profundo abismo, ahora había una torre de cadáveres.

Dando un ultimo vistazo a la pelea de su comandante, volvió a la tarea que tenia entre manos.

*****

Con su brazo inútil colgando de un lado, y exhausto, miraba al inmenso Labart.

'Mierda... solo necesito un golpe, pero es imposible acercarme, es muy inteligente... espera ¿Inteligente?'

Sin darle mas tiempo para pensar, otro ataque llego, viéndose obligado a abandonar sus pensamientos.

Sumido en una profunda concentración, solo esquivando ataques y con su cara pálida.

Por fin pareció llegar a una conclusión, una sonrisa de satisfacción apareció en su rostro.

'Gane.'

En ese momento aumento su velocidad, y corrió directamente hacia el cuello del Labart.

El Labart, notando esto, envió sus dos garras a detenerlo, pero Elviroon las esquivo sin dificultad.

Calculando cada uno de sus movimientos, expresiones y acciones, siguió dirigiéndose casi ciegamente hacia el punto débil del monstruo.

Cuando estuvo a punto de llegar, dos fauces se pusieron sobre el, amenazando con comérselo.

Sin importarle, Elviroon siguió corriendo, volviendo a esquivar ataques, cuando de pronto.

Las fauces se cerraron, aunque solo lograron agarrar una parte de Elviroon, su brazo maltrecho había desaparecido, dejando tras de el un chorro de sangre.

Una sonrisa victoriosa apareció en la cara del Labart, aprovechando el ultimo desesperado ataque de la diminuta criatura, pero sintió que algo andaba mal, cuando movió sus ojos donde suponía que iba a estar el hombre de rodillas, vio nada.

Al segundo siguiente un profundo arrepentimiento apareció en el, seguido de un intento desesperado de alejarse, pero ya era tarde.

Elviroon, ya había preparado su ataque, sosteniendo su gran espada con un solo brazo, lanzo su corte, e inmediatamente un gran chorro de sangre baño su armadura.

Fue un instante, menos de un segundo de duda del Labart fue suficiente para que Elviroon lograra su victoria.

Retiro su espada y miro al Labart a los ojos con una sonrisa.

Retirándose exhausto, se recostó contra uno de los pocos muros en pie, su respiración errática fue cambiado por respiraciones lentas pero profundas, miro con satisfacción a la imponente bestia, ahora muerta.

Tirada en el piso, mientras la sangre seguía saliendo se su garganta cortada.

Volviendo a la realidad, perdiendo el impulso de la adrenalina, sintió un inmenso dolor, cada unos de sus músculos estaban tensos y dolían como el infierno, pero esa no era la parte que le preocupaba.

Apretando el muñón que tenia en su antiguo brazo derecho, no pudo evitar extrañarlo, era una sensación rara, pero extrañamente, Elviroon ya estaba familiarizado con ella.

'Fue un sacrificio necesario, diría que el costo fue poco...'

Cerrando los ojos con cansancio evidente, le dejo todo a los demás, el recuerdo de una lucha pasada cruzo su cabeza, pero rápidamente la olvido por el dolor y el cansancio.

*****

Cuando la bestia lo noto, inmediatamente se lanzo, Ren, preparándose para el ataque de la bestia, tenso lo brazos y sintió una repentina oleada de confianza, todo el miedo y arrepentimiento que sentía desapareció.

Con una sonrisa en su rostro espero a la bestia, fijándose en todos sus movimientos, su boca babeante, sus feroces garras y sus monstruosos ojos amarillos.

Preparándose para lanzar su primer ataque, levanto la espada sobre el, respiro profundamente y...

Todo lo que vio tres segundos después, fue a una joven de cabello rubio mirándolo con lastima, inmediatamente después, desapareció, tal como había llegado se fue, dejando detrás de ella, el cuerpo sin cabeza de la bestia.

Lo siguiente que sintió, fue arrepentimiento y tristeza, temblando y sin poder mantenerse en pie, cayó de rodillas, mirando los fragmentos de la espada negra en el piso, mordiéndose el labio y sollozando, recordó.

Justo cuando lanzo su espada una mujer apareció delante de el, con una sonrisa cálida y el pelo castaño cayendo por su cara, susurro.

'Te encontré.'

Momentos después, sucedió lo que Ren mas temía en su vida, perder a su querida madre.

La garra del Labart se lanzo desde un lado pasando a centímetros de su rostro y rompiendo la espada que tanta confianza le había dado, su madre, antes parada con felicidad, ya no estaba, solo quedaba una terrible mancha de sangre donde momentos antes la había visto.

Arrodillado mientras sujetaba sus rodillas, se mordió el labio, un torrente de lagrimas comenzó a caer de sus ojos.

Mientras el sollozo descontrolado salía de el, todos los recuerdos con su madre pasaron por sus ojos, su brillante cabello castaño, su hermoso delantal blanco, su mano, que a pesar de ser frágil, siempre lo reconfortaba y, su cálida sonrisa, que siempre aliviaba sus preocupaciones.

Alzando su cabeza y mirando hacia el caos de la ciudad, lagrimas llenaron su rostro mientras un grito desgarrador salía de el, pero siendo opacado por el caos circundante.

Al final, Ren solo era un niño, un niño que acababa de perder a su madre.

Arrodillado en medio del caos, solo era uno de los muchos que había sufrido perdidas ese día.

Un pensamiento cruzo su mente como una flecha.

'¿Que derecho tenia el de estar triste? Cuando mucha gente mas, sufrió igual o mas que el...'