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—Abuela Yu, estás despierta. ¿Cómo te sientes? ¿Dónde te duele? Voy a llamar al doctor.
—No es necesario, yo... estoy bien —dijo la Abuela Yu con voz ronca—, y luego pareció recordar algo, su expresión de repente se volvió ansiosa mientras miraba a Gu Qiaoqiao—. Niña, ¿estás bien?
—Estoy bien —Gu Qiaoqiao negó apresuradamente con la cabeza—. Justo ahora, el hilo de jade alrededor de tu cuello se rompió, y lo até de nuevo para ti.
—Oh —soló La Abuela Yu tocó su pecho con suavidad.
Su expresión parecía muy confundida.
—Abuela Yu, tu jade es realmente hermoso. Lo has llevado muchos años, ¿verdad?
—Parece que sí —La Abuela Yu frunció el ceño, preocupada—. Hay algo mal con mi memoria, no puedo recordar.
—¿Hay algo dentro de este jade? —Gu Qiaoqiao indagó más.
—¿Qué podría estar dentro de una piedra? —preguntó La Abuela Yu extrañamente.
—¿No lo has abierto antes?
—No se puede abrir —murmuró La Abuela Yu.
Gu Qiaoqiao quedó atónita.
¿No se podía abrir?