—¡Déjame ir! Quiero darle una lección a Qian Ergou por insultar a mi papá. Mi papá nunca haría nada malo... —gritó desafiante Gu Zishu mientras era arrastrado por el Maestro Xiao Mu.
Luego, al ver a su hermana de pie a un lado del pasillo, Gu Zishu corrió hacia ella con aspecto agraviado:
—Hermana, papá no haría nada malo, ¿verdad?
—Sí, Zishu es muy inteligente. Tienes razón, los que hacen cosas malas son otros. Papá estará bien muy pronto, así que no debes causar ningún problema, ¿entiendes? —respondió Gu Qiaoqiao con suavidad y paciencia.
—Lo sé, mi cuñado me lo dijo. Cuando suceda algo, debo mantener la calma primero. Solo manteniéndome tranquilo sabré qué hacer después.