El gran salón vibraba con energía, las risas flotando en el aire como burbujas de champán. Actores, productores e influencers se mezclaban con facilidad, intercambiando apretones de manos.
Los reporteros rondaban cerca, las cámaras destellando sin cesar para capturar cada llegada glamurosa, aunque su atención primordial estaba en una persona: Gianna. Ella había prometido algo espectacular, una noche que nadie olvidaría, y la anticipación se cernía espesa en el aire.
Gianna se movía entre la multitud como una reina, irradiando confianza y encanto mientras saludaba a sus invitados. Pero sus ojos se desviaban de vez en cuando hacia la entrada. Había estado esperando a Dylan con ansias. El evento principal de la fiesta comenzaría después de su llegada, pero, ¿qué lo retenía? Giró su mirada hacia la entrada, sus dedos jugueteaban distractivamente con su pulsera.